¿Puede ser mi pérdida de memoria por estrés? 10 Razones detrás de los problemas de memoria

Aunque percibir un poco de estrés puede ser positivo para activarnos y dar lo mejor de nosotros mismos en determinados momentos, la realidad es que en muchos casos puede llegar a afectar tanto nuestra concentración como nuestra capacidad por recordar. De hecho, la pérdida de memoria por estrés puede comportar un cambio a nivel profesional como personal. Esto sucede ya que el estrés puede inhibir la manera en la que formamos y recuperamos los recuerdos. Pero, ¿cómo podemos si nuestra pérdida de memoria es debido al estrés u otros problemas psicológicos?

Pérdida de memoria por estrés

El estrés se define como un conjunto de reacciones fisiológicas que preparan al organismo a la acción. El estrés puede incidir tanto positivamente como negativamente en la generación de neuronas y la plasticidad sináptica.

Si el estrés es agudo ante una situación en la que requiere toda nuestra atención y desaparece ajustando el comportamiento a la demanda del ambiente, estaríamos hablando de un estrés “útil”, sin embargo, si este estrés se convierte en crónico, podemos estar ante un caso con múltiples consecuencias entre las que se encuentra la pérdida de memoria. 

Cuando las personas están estresadas durante un periodo prolongado de tiempo, suelen experimentar más dificultades para crear recuerdos a corto plazo y convertir la información en recuerdos a largo plazo. Por lo tanto, el estrés puede hacer que las personas tengan más dificultades para aprender. Los estudios realizados para investigar la falta de concentración y memoria por el estrés indican que puede afectar también debido a lo siguiente:

• Formación de recuerdos: la pérdida de memoria por estrés también afecta el tipo de recuerdos que formamos. Si estamos estresados/as en un evento concreto, es posible que tengamos muchas dificultades para recordar con precisión los detalles del evento al detalle, ya que el estrés influye en nuestras percepciones y la capacidad por recordar lo que percibimos en esos instantes.
• Cambio de recuerdos ya formados: otra de las consecuencias que el estrés continuado tiene en nuestra memoria es que puede cambiar los recuerdos a pesar de que ya están formados. Esto es debido a que cuando lo ‘recuperamos’ de nuestra memoria podemos modificarlo a través de nuestras experiencias actuales.
• Cansancio por estrés: la falta de concentración y memoria debido al estrés también puede ser causado por el agotamiento que puede producir.

¿Cómo afecta el estrés a la memoria a corto plazo?

Tener problemas de memoria por ansiedad, estrés o depresión es más común de lo que pensamos. Esto es debido a que estos problemas psicológicos pueden hacer que las personas experimenten más dificultades para concentrarse, pensar con claridad o aprender nueva información. Por otro lado, la falta de memoria a corto plazo debido al estrés también puede ser debida a que las personas pueden padecer de dificultades para conciliar el sueño, lo que se traduce en tener menos capacidad de atención durante el día.

¿Cómo afecta el estrés a la memoria a largo plazo?

Dado que la memoria a corto plazo es necesaria para desarrollar los recuerdos, cuando se padece de una pérdida de memoria por estrés esto también puede causar problemas en el aprendizaje. De esta forma, si el estrés se vuelve crónico, las personas pueden ver afectadas tanto la manera en la que recopilan la información como con la forma en la que se recuerda.

Esto sucede ya que una de las consecuencias del estrés continuado es que nuestro cuerpo está en un constante estado de hipervigilancia, lo que se traduce en estar constantemente atentos a todos los estímulos que hay a nuestro alrededor. Al prestar tanta atención a todo, nos cansamos más y a demás tenemos más dificultades para recordar aquello que nos sucede.

¿Por qué se me olvidan las cosas?

La pérdida de memoria puede tener diferentes causas. Entre las más comunes podemos destacar las siguientes:

1. Consumo de alcohol o drogas: La pérdida de memoria en jóvenes puede ser debida al consumo en exceso de drogas o alcohol. De este modo, si te estás viendo afectado/a por estas sustancias, es probable que tengas una adicción que debas afrontar.
2. Fumar: Los fumadores pueden experimentar falta de concentración y memoria debido a que fumar reduce la cantidad de oxígeno que llega a nuestro cerebro. Por ejemplo, las investigaciones al respecto han demostrado que las personas que fuman tienen más dificultades para recordar los nombres que los no fumadores.
3. Privación del sueño: Tanto la cantidad como la calidad del sueño son fundamentales para la memoria. Dormir poco debido a la interrupción del sueño durante la noche provoca fatiga, lo que interfiere con la capacidad de consolidar y recuperar la información.
4. Depresión: La pérdida de memoria también puede ser por depresión debido a que las personas con este trastorno pueden experimentar dificultades para prestar atención y concentrarse.
5. Estrés y ansiedad: El estrés y la ansiedad también afectan a nuestra capacidad para retener la información. La razón de ello es que hacen que nuestra mente y cerebro estén tensas constantemente, lo que afecta a la manera en la que formamos recuerdos.
6. Deficiencia nutricional: Carecer de una buena nutrición, debido a un trastorno alimentario u otras patologías, puede causar también pérdida de memoria.
7. Fármacos: El uso de fármacos como pueden ser los antidepresivos, antihistamínicos, así como aquellos destinados a tratar la ansiedad puede también afectar nuestra memoria.
8. Lesiones en la cabeza o accidentes cerebrovasculares: haber sufrido de un golpe en la memoria o un accidente cerebrovascular puede causar tanto un embotamiento mental como pérdidas de memoria.
9. Amnesia global transitoria: Esta amnesia supone una pérdida breve de la memoria. Por lo general puede ocurrir debido a ciertas situaciones de estrés, ansiedad o shocks emocionales.
10. Demencia: A partir de una edad avanzada, algunas personas pueden experimentar de una pérdida progresiva de la memoria. En algunas ocasiones, la desorientación y la pérdida de memoria repentina puede ser debida a la enfermedad del Alzheimer.

Como vemos, la pérdida de memoria tiene causas muy diferentes. Por este motivo, si sientes que estás experimentado de problemas de memoria que interfieren en tu día a día, es importante que acudas al médico o a un psicólogo/a profesional.

¿Cómo afrontar la pérdida de memoria por estrés?

Existen varias maneras de mejorar la pérdida de memoria por estrés. Además de acudir a un psicólogo/a profesional para tratar el estrés que lo está causando te recomendamos que sigas los siguientes consejos:

• Realiza ejercicios de respiración o meditación: La relajación mental y física es clave para poder mejorar nuestra memoria. Por este motivo, es recomendable realizar ejercicios como la meditación o diferentes técnicas de relajación de manera rutinaria.
• Muévete: El ejercicio practicado de manera regular también puede favorecer nuestra memoria y sobre todo bajar nuestros niveles de estrés. Ya sea realizar paseos diarios u otros ejercicios como el yoga, esto te permitirá afrontar mejor la pérdida de memoria por estrés.
• Practica la atención plena: La atención plena implica poner la atención en el presente. De este modo, dejamos atrás las preocupaciones y todo aquello que puede hacer que nos sintamos más tensos mental o físicamente.

La pérdida de memoria puede acabar afectándonos a nivel personal y profesional. Si sientes que no recuerdas bien lo que sucede en tu vida, es importante que trabajes antes de que las consecuencias del estrés continuado vayan a más.

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