10 Hábitos que indican que eres una persona ansiosa

La ansiedad se puede manifestar de muchas maneras distintas. Aunque existen diferentes tipos de ansiedad, la realidad es que las personas que la padecen suelen tener una serie de hábitos en común. La razón es que el síntoma más común de este trastorno es la preocupación excesiva y esto puede cambiar la manera de pensar y actuar de las personas que tienen ansiedad.

Hábitos de una persona ansiosa

Si realmente tienes un trastorno de ansiedad, es muy probable que tengas alguno de los siguientes hábitos:

1. Te olvidas de tu propio autocuidado: Las personas ansiosas suelen dejar su propio cuidado personal en segundo plano. La razón de ello es que la ansiedad suele hacer que quiénes la padecen acaben preocupándose demasiado por lo que opinen o piensen los demás, lo que acaba implicando que se esfuercen mucho para asegurarse de que les gustan a todos. De este modo, en lugar de ponerse a sí mismos/as como prioridad, acaban esforzándose más por los demás.
2. Te estresas mucho cuando pierdes el control: La ansiedad suele estar muy relacionada con el miedo a perder el control en determinadas situaciones. Eso puede implicar que las personas acaben intentando prepararse excesivamente o ir con cautela ante ciertos eventos importantes en su vida.
3. Estás demasiado tiempo preocupándote: Como hemos mencionado, la preocupación es, sin duda, uno de los síntomas de la ansiedad más comunes. Pero, cuando estos pensamientos se vuelven demasiado rutinarios, pueden convertirse en un patrón para nuestro cerebro. Por lo tanto, se acaba convirtiendo en un hábito hasta el punto que una persona puede volverse incluso casi ‘adicta’ a las preocupaciones.
4. Rumias demasiado: Pensar demasiado en un tema puede llevarte a la rumiación, otro hábito común entre aquellos/as que sufren de ansiedad. Es decir, cuando pensamos demasiadas veces una y otra vez en las mismas cosas, de manera que se dan los mismos argumentos de forma circular. En estos casos, una persona ansiosa puede sentir que su cerebro está atrapado y no puede pensar en nada más.
5. No confías en tu propia opinión: Las personas que padecen de ansiedad pueden tener problemas de confianza. Esto implica que no se sienten demasiado seguras con sus propias decisiones a pesar de que hayan reflexionado durante mucho tiempo. Esta falta de confianza acaba haciendo que busquen la opinión de otras personas para poder tomar decisiones.
6. Siempre estás a la defensiva: La ansiedad implica estar en un estado de hipervigilancia constante. Es decir, cuando sentimos ansiedad, nuestro cuerpo se prepara para dar una respuesta ante un peligro, ya sea de lucha o huida, a pesar de que en el momento no estemos en una situación incómoda. Por ello, una persona ansiosa suele estar a la defensiva o con una tensión constante tanto a nivel mental como físico. Esto puede comportar que acaben sintiéndose demasiado cansadas.         
7. Tiendes a imaginar los peores escenarios: Cuando existe un problema con la ansiedad, son muchas las personas que pueden llegar a pensar que estos sentimientos realmente son útiles para protegerse ante determinados obstáculos negativos que podrían pasar en su vida. En realidad, ante estas ideas, si se piensan racionalmente, se llega a la conclusión de que no son lógicas o que hay pocas probabilidades de que puedan ocurrir realmente.
8. Tienes tics nerviosos: Morderte las uñas, rascarse la piel o comer excesivamente pueden ser actitudes que reflejen un trastorno de ansiedad. Esto es debido a que recurrimos a estas acciones para calmar los sentimientos negativos que pueden surgir debido a las constantes preocupaciones o al nerviosismo.
9. Evitas ciertas situaciones: Otro de los hábitos que suelen repetir las personas ansiosas son los comportamientos de evitación. Es decir, para no padecer de ansiedad, pueden llegar a evitar aquellos eventos que son amenazantes o que puedan provocar un ataque de ansiedad.
10. Escondes tus sentimientos ‘reales’: Una persona ansiosa puede evitar a toda costa enfrentarse a los demás para no tener que preocuparse más. Esto implica que pueden llegar a ‘esconder’ sus sentimientos debido a que les angustia tener que hacer frente a ciertas reacciones de los demás.
11. Sacas conclusiones precipitadas: Tener conclusiones para todo también es una conducta que podría indicar que eres una persona ansiosa. Por ejemplo, muchas personas con ansiedad creen que pueden ‘predecir’ el futuro o simplemente asumen lo peor.

Como vemos, la ansiedad puede implicar actitudes muy diferentes. Es por ello que muchas personas pueden creer que algunas de las actitudes que provienen de este trastorno pueden ser parte de su ‘personalidad’. En realidad, ninguno de estos hábitos ansiosos tiene que definir tu vida o suponer una traba para tus objetivos. Si te identificas con estas actitudes propias de una persona ansiosa, te recomendamos que acudas a un psicólogo/a profesional.

Para poder romper el ciclo de los malos hábitos que surgen debido a la ansiedad, es importante tener presente que esto requerirá de trabajo constante y dedicación en ti. Es decir, si sufres de ansiedad, debes ponerte como tu máxima prioridad y enfocarte en aquello que quieres cambiar, así como a remediar las causas que pueden provocar estas preocupaciones constantes.

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