Ansiedad y perfeccionismo: Un círculo vicioso del que es difícil salir

El perfeccionismo y la ansiedad pueden estar muy relacionados. En muchos casos el sobre esfuerzo por alcanzar la perfección puede hacer que algunas personas se sientan ansiosas porque les preocupa no poder cumplir sus propios estándares poco realistas. Cuando no llegan a conseguirlos, estas personas pueden acabar padeciendo picos de intensa ansiedad. Todas estas preocupaciones o miedos pueden acabar produciendo un nivel de ansiedad que llega a interferir con su rutina diaria.

Ansiedad y perfeccionismo: ¿cómo se relacionan?

El perfeccionismo suele estar muy vinculado a experimentar niveles más elevados de ansiedad u otros trastornos de salud mental. De hecho, diferentes investigaciones apuntan a que el perfeccionismo también está relacionado con trastornos como el TOC, la ansiedad social y el TEPT.

En algunos casos, el perfeccionismo puede acabar siendo un síntoma de un trastorno de ansiedad. Estos pensamientos perfeccionistas vinculados a la ansiedad suelen tener su origen en el miedo al fracaso o al rechazo por parte de los demás.

Por otro lado, el perfeccionismo también puede ser una respuesta a un trauma. Cuando una persona ha padecido un abuso o negligencia por parte de los padres puede acabar buscando la validación que no tuvieron a través del rendimiento, lo que lleva a estas tendencias perfeccionistas.

En cambio, el perfeccionismo puede generar ansiedad cuando una persona acaba obsesionándose con si está o no está a la altura de sus propios estándares de perfección. Cuanta más preocupación te genere, más estrés y ansiedad puedes acabar experimentando, lo que se vincula a la vez a patrones de pensamiento negativos que acaban convirtiéndose en un  hábito.

Claves para saber afrontar el perfeccionismo y la ansiedad

Una de las primeras estrategias que debes tener en cuenta para abordar tu perfeccionismo o la ansiedad ligada a esto, es empezar a detectar los comportamientos, actitudes o pensamientos que están vinculados a esto. Al identificarlo, podemos establecer pequeñas metas para abordar estas conductas. Por lo que, algunos de los consejos que te ayudarán a lidiar con ello son los siguientes:

1. Identifica tus tendencias: El primer paso es entender cuándo un objetivo es demasiado idealista. Si tus metas persiguen estándares demasiado altos, esto puede implicar que se convierta en un problema que te genere ansiedad. Una manera de evaluarlo, es intentar imaginar qué debes hacer en tu rutina diaria para llegar a este objetivo: ¿tendrás tiempo para descansar?, ¿puedes hacerlo de manera gradual sin agobiarte? Este tipo de preguntas te permitirá detectar si una meta o un objetivo son demasiado ambiciosos para tu situación.
2. Aprende a tolerar tus errores: Cometer errores es parte de cualquier camino. Las personas con tendencia perfeccionista o con ansiedad, tienen tendencia a tomarse los errores muy mal. A todos nos afecta cometer un fallo, pero la clave está en aprender a entender que sin errores, no puedes aprender y llegar a tus metas. En lugar de tomarte un error como algo grave, intenta afrontarlo desde otra perspectiva: cada fallo te hace estar más cerca de tus objetivos.
3. Focalízate en los pequeños pasos diarios: El exceso de perfeccionismo o ansiedad suele estar muy vinculado a intentar abarcar grandes metas en poco tiempo. Por lo que, para abordar este tipo de pensamientos, puede ser muy eficaz intentar entender cuáles son los pequeños retos del día a día.                                                                                                 
4. Practica la autocompasión: Otro de los factores comunes que suelen compartir las personas con ansiedad o perfeccionismo, es estar anclado a ciertos errores o situaciones del pasado. En lugar de centrarte en los sentimientos de fracaso que puedas experimentar, intenta pensar en lo que puedes aprender de ello.
5. Medita: La meditación puede ser de ayuda ante los estados de ansiedad derivados por una actitud perfeccionista. De hecho, te permite darte un tiempo para relajarte y restablecerte emocionalmente. Por lo que, implementar esta práctica en tu rutina diaria puede ayudarte a reducir la ansiedad.
6. Reemplaza tus pensamientos negativos: Debemos entender que en muchos casos nuestros pensamientos negativos hacen que actuemos o nos sintamos mal ante una situación concreto. Teniendo en cuenta esto, en lugar de centrarte en darle más peso o importancia a estos pensamientos, intenta reemplazarlos por ideas más constructivas o razona con ellos.
7. Sé más realista: En lugar de focalizarte en grandes objetivos, intenta recordar los pequeños gestos que haces en tu día a día para mejorar tu entorno. Al centrarte en lo pequeño, esto te ayudará a entender el valor que tienen tus rutinas diarias.
8. Busca ayuda profesional: Si el perfeccionismo y la ansiedad te están afectando en tu bienestar, es importante que acudas a un psicólogo profesional de inmediato. Esto puede ocurrir debido a que sientes un miedo excesivo a fracasar, sientes dudas negativas sobre ti mismo, experimentas mucho estrés, tienes pensamientos intrusivos o no aceptas bien los errores.

Como vemos, tanto el exceso de perfeccionismo y la ansiedad pueden llegar a causar muchos estragos en nuestro día a día. De hecho, estas dos condiciones están muy vinculadas, creando un círculo vicioso que acabe pasando factura a nuestro bienestar físico y mental.

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