Manejo del Estrés en el Trabajo: ¿cómo afrontarlo?

En la vida rápida e intensa que tenemos, en muchas ocasiones el estrés por motivos laborales nos inunda. Suelen ser por causas muy variadas: horarios, jefes, compañeros, trabajos a realizar,… Un cierto nivel de estrés es motivador (eustrés) e incluso beneficioso para mantener nuestra atención en lo que debemos hacer. Pero cuando su estrés laboral es constante (distrés), puede llevar a desequilibrios personales y con ello problemas de salud. Cada uno debemos encontrar formas de aliviar ese estrés. Eso sin ninguna duda te ayudará a sentirte mejor.

Causas de estrés laboral

Debemos primero hacer un análisis consciente de los problemas a los que nos enfrentamos. Las causas del estrés laboral son diferentes para cada uno, sin embargo, vamos a considerar algunas fuentes comunes que puede provocarte estrés en el trabajo. Algunas de ellas son:

1. Relaciones con los jefes o responsables: En este punto es importante ser asertivo y poder comunicarte con ellos sobre tus preocupaciones y problemas con respecto a su conducta hacia ti. Aquí supone contrapesar la carga que te suponen y como solucionarlo lo mejor posible.
2. Relaciones con tus compañeros: Al igual que en el paso anterior es importante abrir correctamente los canales de comunicación de forma adecuada para poder crear un ambiente de convivencia beneficioso para ambos. En caso necesario puede intervenir como mediador el superior correspondiente.
3. Carga de trabajo: En numerosas ocasiones nos abruma y nos supera la cantidad de trabajo que debemos de realizar. Primero debo analizar adecuadamente si puede ser un problema de mi método de trabajo o simplemente de la cantidad de trabajo que debo realizar y los plazos que se me dan para ello y así poder solucionarlo de la forma más adecuada. En algunas ocasiones no aplicamos correctamente el orden de prioridades al trabajar.
4. Condiciones laborales: En el momento que las condiciones de tu trabajo te requieren una cantidad de esfuerzo por encima de tus capacidades te origina distrés. Es el momento de valorar si te merece la pena el esfuerzo adicional para el resultado que obtienes o si es el momento de cambiar algo.
5. Funciones en el trabajo: Puedes llegar a sentir estrés al no situarte adecuadamente dentro de la empresa o trabajo que estás realizando, debes ser consciente del lugar que ocupas en la empresa y ver si es adecuado a ti.
6. Miedo por tu futuro. Puedes sentir distrés por la preocupación de no rendir adecuadamente y poder ser despedido. Si te sometes a un estrés adicional por este motivo te estás orientando hacia el peor desenlace. Tienes que evaluar la situación, porque a lo mejor idealizamos nuestro trabajo y no es idóneo para nosotros.

Consecuencias físicas

El estrés laboral actualmente es una de las principales causas de baja laboral, afectando seriamente al estado de salud de las personas. Se pueden presentar diferentes problemas de salud entre los que están:

• Taquicardias y anomalías del rimo cardíaco
• Dolores musculares
• Presión en el pecho y espalda
• Lesiones en el trabajo
• Estado depresivo y labilidad emocional
• Ansiedad generalizada en otros ámbitos de tu vida
• Enfermedades por la baja de las defensas del propio cuerpo
• Alteraciones en las fases de sueño (ritmos circadianos)
• Desorden en horarios de comidas
• Problemas con pareja e hijos
• Desorganización social

En algunas ocasiones este distrés nos avisa con una serie de señales corporales que debemos aprender a reconocer para poder ponerle remedio antes de que se produzca. Entre estas señales se encuentran:

• Dolores de cabeza frecuentes
• Malestar físico general
• Jaquecas constantes
• Problemas para conciliar el sueño
• Relaciones personales anómalas
• Sentimiento de vacío personal
• No estar feliz y satisfecho con el trabajo
• Estado de enfado e ira constante o frecuente

Posibles soluciones ante el estrés laboral

Es el momento de tomar las riendas de tu vida. Existen muchas maneras para manejar ese estrés laboral. Debes adaptarlas a tus capacidades personales y ponerlas en práctica desde la comprensión y la asertividad a ti mismo. Algunas de ellas serían:

1. Analiza tu trabajo: Define adecuadamente tu puesto de trabajo y si es adecuado para lo que tú quieres conseguir como persona. Solamente el conocimiento te hará recuperar en parte la sensación de control que necesitas.
2. Tómate tus momentos de descanso o desconexión: Debes tener momentos en tu jornada laboral para poder descansar física e intelectualmente y reorganizar tu propio cuerpo. Levántate, tomate un momento para beber o comer si lo consideras necesario. Importante evitar ingerir en ese tiempo productos ricos en azúcar que potencian nuestra entropía mental.
3. Ponte metas alcanzables. No te marques unas metas inviables para ti y tus necesidades. Debes diferenciar correctamente entre lo que deseas y lo que necesitas, siendo realista en las expectativas que esperas conseguir. No solamente debes adaptarte a tu trabajo si no tu trabajo a ti.
4. Aliméntese adecuadamente: Como expresamos anteriormente es importantísimo controlar la ingesta de alimentos ricos en azúcar y ultra procesados, porque éstos acentúan notablemente tu capacidad de soportar las situaciones estresantes.
5. Prioriza: Debes organizar tu tiempo y el trabajo que debes elaborar. Aprende a distribuir las cosas que debes hacer para no causarte un estrés adicional. Debes organizar un orden de prioridades, si es necesario hazlo por escrito
6. Determina lo que estas dispuesto: Si tu trabajote impone unas condiciones que no estás dispuesto a soportar, considéralo. En ocasiones las propias condiciones en las que trabajamos o el índice de peligrosidad de nuestro trabajo nos supera, debes ser consciente de ello.
7. Disfruta de tu tiempo libre: Disfruta de tu tiempo de ocio que te ayude a desconectar del estrés laboral. No caigas en la trampa de querer programar demasiado tu tiempo de ocio y causarte un estrés adicional si no se cumple. Simplemente aprende a descansar y disfrutar de hacer aquello que más te llene, pero procura que sea un ocio activo no pasivo.
8. Hable con un profesional: En numerosas ocasiones no somos capaces de elaborar todas las presiones por nosotros mismos y necesitamos la ayuda de un profesional (psicólogo, psiquiatra, médico…). En algunas ocasiones las empresas prestan ese servicio y si no es así solicítalo por tu cuenta publica o privadamente una ayuda o consulta a un profesional cualificado que pueda orientarle.

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