Locus de control

Vamos a hablar sobre el locus de control. Entendemos por locus de control como aquello que pensamos que tiene el control sobre nuestro destino. En algunas facetas de nuestra vida podemos tener el control sobre lo que hacemos y en otras puede ser algo externo el que ejerce ese control.

Julian B. Rotter desarrollo este concepto en 1954 y lo definió como el grado en que las personas perciben que los resultados los puede controlar internamente o pueden ser controlados externamente. De ahí surgen los dos tipos de locus de control:

Locus de control interno

Definimos locus de control interno como aquella tendencia que tenemos a pensar que lo que nos pasa o hacemos está bajo nuestro control, nosotros somos responsables de ello. Este tipo de personas tienen gran capacidad de resiliencia, pudiendo seguir adelante en circunstancias adversas y sobreponerse, pensando que solamente ellos pueden cambiar la situación. Aquí influye la capacidad de voluntad de las personas. Este tipo de personas suelen tener una buena autoestima con alta autoeficacia y poder de persistir. Son personas que no se vencen fácilmente ante las adversidades. Se caracterizan por:

• Ser fuertes mentalmente.
• Buenas habilidades sociales.
• Capacidad de persistir.
• Voluntad para hacer las cosas.
• Son más independientes.
• Toman decisiones con facilidad.

Locus de control externo

Personas que tienen tendencia a pensar que lo que les pasa es porque ellos no tienen el control, viene marcado desde alguien o algo externo. Tienen tendencia a pensar que lo que les pasa es culpa del otro, de la mala suerte, del destino, … Esta sensación de control se basa en la indefensión aprendida: "da igual lo que hagamos, las cosas van a pasar igual" (chivo expiatorio). Se caracterizan por:

• Ser débiles mentalmente.
• Carecen habilidades sociales.
• Se vencen con facilidad.
• Les falta voluntad para hacer las cosas.
• Son personas más dependientes.
• Les cuesta tomar decisiones con facilidad.

Normalmente cuando asumimos locus de control interno tenemos una vida más saludable. En estas ocasiones es difícil que nos dejemos vencer. Una situación de locus de control interno puede ser cuando conducimos, nosotros tenemos el control sobre el vehículo y lo que pase depende de nosotros. En ocasiones podemos pensar que si todo va bien la culpa es nuestra (interno) pero si algo va mal, por ejemplo un accidente, la culpa es del otro (externo).

Otra situación en la que podemos ver el locus de control externo es cuando montamos en avión, dependemos totalmente del piloto que lleva el avión, no podemos hacer nada. En situaciones como esta es muy importante que tengamos confianza en lo que el otro está haciendo o va a hacer.

¿Qué locus es el más adecuado?

No hay un locus de control más adecuado, lo importante es mantener un equilibrio entre ellos; como dice Antonio Damasio: "el poder de la homoestasis". Un inadecuado manejo de ambos me puede llevar a dos situaciones distintas:

• Si tenemos un locus de control interno en exceso podemos caer en el error de que todo depende de nosotros, sin sabernos adaptar a las situaciones cambiantes; con una sensación de excesivo control. Esta situación es peligrosa, porque puede llegar un momento que me origine frustración al no poder controlar la situación.
• Si tenemos un locus de control externo en exceso podemos caer fácilmente en un estado de indefensión aprendida y no asumir ninguna responsabilidad, culpando siempre al otro. Esta situación es muy común en las personas que piensan que da igual lo que hagan, nada va a cambiar las cosas.

Debemos ser plenamente conscientes del locus de control que debemos aplicar a cada situación para poder adaptarlo adecuadamente y evolucionar en nuestra vida.

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