Profecías autocumplidas: superando y transformando nuestras creencias limitantes.

¿Te has preguntado por qué algunas personas parecen atraer el éxito mientras otras se ven atrapadas en un ciclo de fracasos? Las profecías autocumplidas son un fenómeno donde nuestras expectativas y creencias personales pueden influir en nuestro comportamiento, llevando a que los resultados coincidan con lo que anticipamos. Este ciclo puede ser positivo o negativo, como cuando anticipamos un mal día y nuestras acciones refuerzan esa creencia, afectando nuestra experiencia diaria, pero ¿por qué sucede y cómo podemos usarlo en nuestro favor?

¿Qué es una profecía autocumplida?

El término ‘profecía autocumplida’ se originó en la psicología social y hace referencia a cómo nuestras expectativas pueden acabar afectando a nuestro comportamiento. Es decir, estas predicciones sobre lo que sucederá pueden volverse ciertas ya que la persona acaba actuando de una manera en la que se acaba aliniando con estas creencias.

Nuestra creencia en nuestras propias habilidades afecta directamente nuestro comportamiento y logros. Si confiamos en que podemos alcanzar una meta, estamos más motivados para perseguirla. Por el contrario, si dudamos de nuestras capacidades, nos autoboicoteamos. Así nos comportamos los humanos tal y como reflejó Albert Bandura en su teoría de la autoeficacia.  

Ejemplos y consecuencias de las profecías autocumplidas

Algunos ejemplos de una profecía autocumplida es cuando una persona siente que tendrá un mal día, lo que acaba haciendo que actuemos de manera negativa entorno a todo lo que sucede, implicando que nos focalicemos en ello y acabe cumpliéndose nuestro presentimiento. O, por ejemplo, imaginemos que tenemos una entrevista de trabajo.

Si anticipamos que será un desastre, es probable que te sientas nervioso, te bloquees y, en última instancia, no lo hagas bien. Tu profecía negativa se cumple. Por otro lado, si crees que tendrás éxito, te presentarás con confianza y, en consecuencia, es más probable que lo logres.

Un ejemplo empírico en el que se sustenta la profecía autocumplida es el experimento de Pigmalión. También conocido como el efecto Pigmalión, fue realizado por los psicólogos Robert Rosenthal y Lenore Jacobson en 1968. En este experimento, se les dijo a los maestros de una escuela que ciertos estudiantes habían sido identificados como unos "brotes de talento" con un gran potencial académico, aunque en realidad estos estudiantes habían sido seleccionados al azar.

Con el paso del tiempo, los estudiantes identificados como "brotes de talento" mostraron un mayor progreso académico en comparación con los demás estudiantes. Este fenómeno se debió a que los maestros, al creer en el potencial de ciertos estudiantes, les brindaron más atención, apoyo y oportunidades de aprendizaje, lo que a su vez motivó a los estudiantes a esforzarse más y alcanzar un mayor rendimiento.

En resumen, el experimento de Pigmalión demostró cómo las expectativas de los demás pueden influir en el rendimiento y desarrollo de una persona, lo que resalta la importancia de tener expectativas positivas y brindar apoyo a los demás para fomentar su crecimiento y éxito

Signos de una profecía autocumplida

Existen algunas señales clave de que podríamos estar influenciados por las creencias de una profecía autocumplida. En muchos casos, esto puede comportar las siguientes actitudes o comportamientos:

• Predicciones pesimistas: Las profecías autocumplidas suelen estar vinculadas a creencias pesimistas sobre nosotros mismos. Esto implica acabar centrándonos en lo negativo de ciertas situaciones o de nuestras habilidades.
• Recuerdos de experiencias pasadas negativas: Pensar o reflexionar sobre sucesos negativos que pasaron en nuestro pasado. 
• Foco en lo negativo: Cuando estamos siguiendo una profecía autocumplida, en muchos casos nos focalizamos en lo negativo de una situación.
• Creencia en la inevitabilidad de las predicciones: Las personas que caen en las creencias de las profecías autocumplidas tienden a pensar que aquello que han predicho de manera negativa es inevitable, es decir, hagan lo que hagan sucederá, como si su pensamiento fuera algo mágico que se impusiera en la realidad objetiva. 

Debemos tener en cuenta que las profecías autocumplidas no tienen por qué ser siempre negativas. A veces, estas creencias pueden ser positivas e inspirarnos a tener más éxito ante determinadas situaciones. Pero, cuando son negativas, es importante trabajar para cambiar este discurso interior debido a todo lo que puede provocar.

¿Cómo evitar profecías autocumplidas negativas?

Como hemos indicado, las profecías autocumplidas no tienen por qué ser negativas. Por lo tanto, las personas pueden intentar tomar el control de sus pensamientos y acciones y así conseguir que estas queden en meros pensamientos sin influencia alguna sobre nosotros. Podemos optar por distanciarnos de ellas, para ello, terapias de tercera generación como el mindfulness (Rueda, 2022), la cual ha mostrado que tiene numerosa evidencia científica respaldando así intervenciones como el cultivo de la atención a la respiración, la meditación y las prácticas de autocompasión. Aquí damos algunas recomendaciones basadas en esta y otras prácticas:

1. Observa tus predicciones pesimistas: Para superar los pensamientos negativos y la ansiedad, es esencial adoptar una postura de observador ecuánime. Imagínate como un centinela que nota cada pensamiento negativo sin engancharse a él. Esta práctica te permite desvincularte de ellos y debilitar su impacto. Si te resulta difícil identificar estos pensamientos, llevar un diario puede ser útil para entender su origen y contrarrestarlos. Recuerda no eres tu mente. Si observas que te cuesta identificarlos, puedes tratar de escribir los pensamientos recurrentes en un diario para comprender por qué surgen y razonar con ellos.
2. Medita para frenar estas profecías y los pensamientos que te abruman: La meditación, en particular la atención en la respiración, es una herramienta poderosa para encontrar la calma interior. Te ayuda a distanciarte del flujo constante de pensamientos y a obtener una nueva perspectiva, Cuando te sientas abrumado por un flujo constante de pensamientos y ansiedad, practica la conciencia de la respiración para encontrar tu silencio interior y obtener una perspectiva fresca de la realidad. La meditación puede prevenir las profecías autocumplidas al permitirnos permanecer presentes y no ser arrastrados por predicciones pesimistas. Mas allá del discurso constante hay paz y dicha natural simplemente manteniéndote con presencia a cada instante. Recuerda que tus pensamientos son solo eso, pensamientos, y no siempre reflejan la realidad objetiva.
3. Mantente consciente de tus emociones y compártelas: Mantente presente y recibe cualquier emoción que pueda aparecer en tu cuerpo, abraza cualquiera que te haga sentir bien o mal. Apúntalas en un diario y refleja en el las situaciones que las provocan. Compártelas con personas de confianza, lo cual te ayudará a comprender la irracionalidad o las creencias erróneas de las mismas, algo que te liberará en muchos casos de comportarte en función de una profecía autocumplida.
4. Cultiva la autocompasión y trátate con amabilidad, como lo haría un amigo cercano: En muchos casos, las personas tendemos a tratarnos a nosotros mismos de manera poco amable. Adopta una actitud más respetuosa y menos crítica hacia ti mismo.
5. La terapia como herramienta de cambio: Si las profecías autocumplidas impactan tu vida y están ligadas a la baja autoestima, considera acudir a un profesional de la psicología. En una terapia, podrás trabajar en tu autoestima y creencias negativas, ayudándote a superar estos sentimientos.

Estas recomendaciones son algunas de las maneras en las que puedes afrontar las profecías autocumplidas. Enfocarse en pensamientos positivos puede cambiar la perspectiva hacia las habilidades personales y promover el crecimiento personal en lugar de limitaciones. 

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