Consejos para afrontar cambios radicales (o no tan radicales)

Los cambios pueden provocar insomnio, estrés, ansiedad... Saber cómo afrontarlos es fundamental para superar estos trastornos.

24 AGO 2016 · Lectura: min.
Consejos para afrontar cambios radicales (o no tan radicales)

Cualquier cambio, por sencillo y pequeño que sea, puede causar inestabilidad emocional, inseguridad, miedo, inquietud, nerviosismo, estrés e incluso ansiedad. Por muy aventureros que seamos, los cambios, ya sean radicales o no, pueden desestabilizar nuestro bienestar aunque solo sea ligeramente.

Los cambios alteran nuestra zona de confort. La rutina nos da seguridad y esta seguridad puede tambalearse cuando no sabemos qué nos espera. Por ello, situaciones como un viaje, un cambio de trabajo, un ascenso que exija mayor responsabilidad, una separación o el traslado a una nueva ciudad pueden acarrear situaciones de malestar que influyen negativamente en nuestro equilibrio emocional.

Lejos de percibir esos cambios como un reto que afrontar, una oportunidad para crecer como persona, sentimos temor e inseguridad ante lo desconocido. Muchas veces se debe a nuestros propios prejuicios; otras, estamos influenciados por las dudas que nos trasmiten los demás, que nos generan inseguridad y nerviosismo. Sea como sea, el hecho es que los cambios alteran nuestras emociones, pudiendo llegar, en el peor de los casos, a causar graves episodios de estrés, ansiedad e incluso ataques de pánico.

¿Qué hacemos para hacer frente a los cambios, ya sean radicales o no?

  • Escribe una lista con los aspectos positivos y negativos. Algunos profesionales recomiendan realizar una lista con las ventajas y desventajas del cambio, lista en la que seamos sinceros exponiendo los elementos positivos y los negativos. Ser realista es, según los expertos, una de las mejores maneras de reflexionar sobre el problema y valorar si estamos dispuestos, o no, a llevar a cabo el cambio.
  • Planifica el cambio. Detalla todos los pasos a seguir en la nueva etapa que vas a afrontar. Anota aquello que sí puedas controlar, así como aquellos otros aspectos que se pueden escapar a tu control o que desconoces. Ello te ayudará a saber a qué te puedes enfrentar, pero, sobre todo, te hará sentir seguro.
  • Mantén una actitud optimista y positiva. Muchas veces los miedos e inseguridades nos bloquean. Por eso, los psicólogos aconsejan siempre tratar de mantener la calma y adoptar una actitud optimista. Los pensamientos negativos y catastrofistas acusan más si cabe nuestra inquietud y favorece que vivamos situaciones de estrés, insomnio o ansiedad, por ejemplo. Alejar estos pensamientos permitirá que nuestro estado de ánimo sea positivo, lo que beneficiará nuestro bienestar emocional.
  • Busca soluciones o alternativas. Si el cambio ha supuesto un duro revés es comprensible que vivamos una especie de duelo ante la nueva situación. Una separación, por ejemplo, puede resultar sumamente dolorosa y necesita de un tiempo de adaptación para hacer frente al cambio que ella supone. Pasado ese tiempo, es necesario que nos centremos en conocer qué alternativas tenemos para adaptarnos a nuestro nuevo estado y buscar soluciones para afrontar el cambio de la mejor manera posible.
  • Solicita ayuda profesional. Si no somos capaces de hacer frente al problema, radical o no, es hora de buscar ayuda profesional. Apoyarnos en amigos y familiares puede resultar muy útil, pero muchas veces es necesario además recurrir a la atención psicológica para afrontar el cambio con serenidad y seguridad.

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psicólogos
Escrito por

Raquel Rodríguez

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