TOC y relaciones de pareja: ‘Mi marido/esposa tiene TOC y no puedo más’

Tener una pareja comporta beneficiarnos en muchos aspectos como, por ejemplo, compartir proyectos, sentirnos apoyados, etc. Sin embargo, todas las relaciones, ya sean de pareja o no, implican que, en ocasiones, haya desacuerdos y discusiones que cuando no se saben gestionar, pueden acabar con la estabilidad de la relación.  Al fin y al cabo, todas las personas somos distintas y por mucho que una persona sea nuestra pareja, eso no implica que seamos iguales y a veces, entender el punto de vista o situación de nuestra pareja puede suponernos un gran reto.

Cuando nuestra pareja tiene un trastorno psicológico es inevitable que en menor o mayor medida la dinámica de la relación se vea afectada. Los trastornos psicológicos no solo afectan a la persona que los padece, sino que también a su entorno más cercano y el trastorno obsesivo-compulsivo no es una excepción. Si has llegado hasta aquí porque piensas que tu pareja tiene TOC y ya no sabes cómo gestionarlo, en este artículo te ayudamos a identificar si es así y qué puedes hacer para ayudarlo/a.

¿Qué es el TOC?

El TOC (o trastorno obsesivo-compulsivo) es un trastorno psicológico caracterizado por la presencia de obsesiones y/o compulsiones que tienen su inicio de forma gradual. En la actualidad, se estima que entre el 1,1 y el 1,8% de la población padece de este trastorno, pero la gravedad y la frecuencia de las obsesiones y las compulsiones puede variar entre personas. Según el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), esta gravedad varía en función de si la persona es consciente o no de que las creencias que tiene son irracionales. Por ejemplo, una persona puede creer firmemente que su casa se va a incendiar si no comprueba 20 veces que la hornalla de su cocina se ha apagado. En cambio, otra persona puede tener la misma obsesión y compulsión, pero ser consciente de que comprobarlo 20 veces es algo irracional pero aún así, llevarlo a cabo. 

¿Qué diferencia hay entre las obsesiones y las compulsiones? 

Como ya hemos comentado, el TOC se caracteriza por la presencia de estos dos síntomas:

• Obsesiones: Las obsesiones son pensamientos en forma de imágenes o impulsos que se presentan de forma repetitiva y que son persistentes. Las personas que las padecen las experimentan como intrusivas, es decir, la persona no las evoca, sino que aparecen de forma involuntaria. 
• Compulsiones: Las compulsiones, en el caso del TOC, aparecen habitualmente después de una obsesión y a diferencia de estas últimas, las compulsiones son conductas que la persona siente que debe hacer para prevenir el acontecimiento temido o para aliviar la ansiedad o el malestar que le ha desencadenado la obsesión. Las compulsiones suelen ser como rituales que tienen una finalidad (el alivio del malestar, aunque sea a corto plazo) pero las conductas que comporta son excesivas e irracionales. 

El contenido de las obsesiones y las compulsiones puede variar en función de la persona, cultura e incluso, de la edad. 

¿Cómo saber si tu pareja tiene TOC?

En ocasiones,  podemos observar a nuestra pareja y pensamos que por tener una manía concreta o un hábito es sinónimo de tener TOC. Incluso, hay diversas películas, que muestran el trastorno obsesivo-compulsivo desde la comedia y a menudo, acabamos teniendo una idea errónea de lo que es este trastorno. La realidad es que el TOC está asociado a una menor calidad de vida y a un deterioro tanto en la vida social como laboral aunque eso no significa que una persona con TOC no pueda trabajar ni llegar a tener una "vida normal". Este deterioro en ocasiones, está relacionado con el tiempo que se destina a las compulsiones, pero también a otros trastornos que están altamente asociados al TOC como, por ejemplo, trastornos de ansiedad, depresión mayor, trastorno bipolar, trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad, conducta suicida, etc.

Por lo tanto, las señales que pueden indicar que nuestra pareja tiene TOC, no se limitan a una simple manía ni mucho menos, a obsesionarse con alguien. Aquí te indicamos algunas señales que podrían indicar que tu pareja podría tener TOC. Sin embargo, que cumpla todas las señales no significa que realmente lo padezca, siempre se debe consultar con un profesional para que realice una evaluación exhaustiva de los síntomas: 

1. Realiza comportamientos repetitivos que perjudican su día a día. Por ejemplo, tu pareja llega tarde al trabajo porque necesita realizar de forma repetida una misma acción para asegurarse de algo o para prevenir que suceda y esto pasa de forma habitual, no es algo aislado.
2. Tu pareja tiene dudas y preocupaciones de forma recurrente y excesiva. Por ejemplo, tu pareja empieza a dudar sobre su orientación sexual y esta duda se da de forma excesiva y le genera un gran malestar. En ocasiones, esta obsesión hace que las personas comprueben de manera excesiva mirando fotografías, pornografía, etc. para evaluar de forma constante su orientación sexual.
3. Tiene reglas para hacer las cosas que se deben cumplir de forma exacta y rígida.
4. Tu pareja evita algunas actividades o lugares. En ocasiones, las personas con TOC pueden identificar cuándo sus obsesiones se producen con más frecuencia y, por ende, acaban evitando realizar ciertas actividades.
5. Presenta pensamientos inapropiados o temores inquietantes. Algunas personas con TOC tienen miedos recurrentes relacionados con hacerse daño a uno mismo o a alguien. Pese a que muchas personas crean que las personas que padecen TOC son peligrosas, la realidad es que este pensamiento se limita a la obsesión y no se lleva a la acción. 

¿Cómo ayudar a una persona con TOC?

Aquí te damos algunos consejos que puedes hacer en el caso de que tengas una pareja con TOC y cómo puedes resolver los problemas de pareja: 

1. Acude a un profesional: Ante cualquier sospecha de que nuestra pareja tiene un trastorno obsesivo-compulsivo, es importante acudir a un profesional que pueda evaluar los síntomas y planificar un tratamiento. Aunque el TOC se considera un trastorno crónico, el tratamiento puede disminuir la frecuencia en la que se presentan los síntomas. De hecho, se ha constatado que, sin tratamiento, únicamente el 20% de las personas adultas experimentan esa disminución.
2. Informarte sobre el trastorno: Es normal que no conozcas muy bien las características y lo que implica presentar este trastorno. Sin embargo, informarte ya sea a través de libros o de un profesional, puede ayudarte a comprender mejor a tu pareja y aceptarla. De hecho, en la intervención de diversos trastornos, las sesiones psicoeducativas son esenciales para poder mejorar el entorno de la persona que padece de un trastorno.
3. Acepta la situación: Es normal que, si a tu pareja le han diagnosticado un TOC, te sientas mal y angustiado/a por este diagnóstico. Si sientes que no puedes gestionar la situación y el malestar que te supone, no te sientas culpable y valora si es necesario pedir ayuda de un profesional. Es comprensible que nos angustie la idea, pero ten presente que tener un trastorno psicológico no significa que la persona deje de tener habilidades, necesidades y objetivos vitales como cualquier otra, un trastorno no define a una persona.
4. No culpabilices ni critiques: En el día a día con una pareja con TOC, pueden aparecer algunos inconvenientes como, por ejemplo, llegar tarde de forma habitual. Los trastornos, al igual que las enfermedades físicas, no se escogen y optar por este tipo de conductas, acabará debilitando vuestra relación. En vez de hacer eso puedes preguntarle qué puedes hacer por él o ella y ofrecerle tu escucha. 
5. No ridiculices sus compulsiones: Quizás veas a tu pareja hacer determinados comportamientos de forma repetitiva y los encuentres totalmente irracionales e inútiles. Sin embargo, que intentes cuestionarle la utilidad de éstos, lo único que hará es que se acabe sintiendo culpable y avergonzado por la situación. Que le insistas de que lo que hace no tiene ningún tipo de sentido, no va a hacer que estas conductas desaparezcan.
6. Respeta tu propio espacio: Que nuestra pareja tenga un trastorno, no significa que tengamos que abandonar nuestras actividades, nuestros amigos/as, etc. En ocasiones, es común que la pareja intente adoptar el rol de cuidador/a pero la realidad es que eso a la larga, te perjudicará tanto a ti como a la relación. Es importante que mantengas tu propio espacio como en toda relación saludable y cuides de ti mismo/a.

El trastorno obsesivo-compulsivo puede llegar a interferir gravemente en la vida cotidiana de la persona que lo padece. Por lo tanto, es imprescindible acudir a un profesional cualificado tanto para su diagnóstico como para planificar un tratamiento eficaz.

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