¿Qué es una manía? Los 7 tipos de manías más comunes

Cuando nos referímos a una persona con muchas manías veces estamos señalando algunas actitudes que puedes ser desproporcionadas ante una situación. De esta forma, cuando un individuo muestra una manía u otra puede ser que esté padeciendo un trastorno psicológico. Descubre por qué tanto las manías comunes como las manías raras pueden ser un problema para tu salud mental. 

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¿Qué es una manía?

La palabra manía y su significado muchas veces no están relacionados con una patología mental. La mayoría de las personas usan la palabra manía para hacer referencia a ciertas costumbres repetitivas de un individuo. La realidad, es que la manía y su definición psicólogica hace referencia a un período sostenido con un estado de ánimo elevado o irritable. Este estado se caracteriza por pensamientos acelerados y comportamientos extremos y exagerados. Tanto es así que las personas también pueden llegar a experimentar cierta psicosis, incluidas alucinaciones y delirios que pueden llegar a separarse de la realidad. 

Cuando una persona presenta manías puede acabar sitiendo obsesiones raras por ideas u objetos que le impulsan a actuar de una forma completamente distinta a lo habitual. Tanto es así que puede llegar a sentir pensamientos repetitivos desagradables que le impulsen a determinadas acciones. 

Tipos de manías comunes

Los síntomas de una manía o de estas obsesiones raras pueden llegar a durar una semana o más. Además estos episodios con manías pueden estar intercalados con períodos de depresión durante los cuales se puede experimentar fatiga, tristeza y hasta desesperanza. De esta forma, una persona maníatica acostumbra a tener unos tipos de manías que se asimilan a los siguientes. 

1. Disminución de la necesidad de dormir: Una de las manías más comunes es precisamente aquella que impide dormir debido a  pensamientos recurrentes que no podemos parar hasta llegar a ser obsesivos. De esta forma, estos tipos de manías acaban provocando problemas en el sueño de la persona que lo padece. 
2. Participar en muchas actividades a la vez: Durante la presencia de las manías una persona  puede llegar a participar en más de una actividad a la vez. Tanto es así que se busca mediate a esta hiperactividad una manera de eliminar la energía adicional. 
3. Hablar mucho o con mucha rapidez: En ciertos casos una persona acostumbra a tener la manía de hablar con mucha energía. Esto se traduce en hablar mucho o con mucha rapidez o en voz alta.
4. Falta de concentración: Cuando una persona tiene manías acaba sufriendo una falta de concentración que se traduce en padecer de distracciones constantes. 
5. Mayor deseo sexual: La hipersexualidad también es uno de los síntomas de las manías. Tanto es así que incluso una persona maniática puede llegar a tener comportamientos sexuales de riesgo que lleguen a perjudicar su propia salud. 
6. Aumento de las conductas de riesgo: Las manías o estas obsesiones raras pueden llegar a hacer que la persona acabe involucrándose en comportamientos peligrosos como abuso de alcohol, consumo de drogas o a gastar desmesuradamente. 
7. Pensamiento rápido: Una persona con manías tiene pensamientos que corren por su cabeza de manera incontrolada. Tanto es así que estos tipos de manías suelen perjudicar tanto la actitud como las acciones del individuo que las sufre.

Estos son algunos de los tipos de manías que pueden experimentar las personas que las padecen. Si te sientes identificado con alguna de estas manías raras, debes consultar con un psicólogo profesional. 

Causas de las manías

Las manías suelen ser indicadoras de un trastorno psicológico que debe ser tratado. Una persona maniática tiene que tratar este tipo de comportamientos ya que pueden afectarle tanto a nivel mental como físico. De esta forma, las causas más comunes de las manías son las siguientes.

• Trastorno de la personalidad obsesiva: También podríamos hablar de trastorno de la personalidad obsesiva, cuando los rasgos anteriores son exagerados y producen un deterioro significativo en el ámbito familiar, social y laboral. Las personas con este trastorno se suelen caracterizar por una preocupación excesiva por el orden, la organización y los horarios; una dedicación excesiva al trabajo dejando de lado las obligaciones familiares, sociales o de ocio; la inflexibilidad y el perfeccionismo, la incapacidad para delegar en los demás o la dificultad para ver otros puntos de vista distintos al propio.
• Trastorno obsesivo-compulsivo: El trastorno obsesivo-compulsivo sería el nivel más grave, donde aparecerían obsesiones y compulsiones (rituales) como los ejemplos que planteábamos al principio, pudiendo llegar a provocar una gran incapacidad para desarrollar la vida cotidiana pese a que la persona en muchos casos es consciente de lo absurdo de sus pensamientos y su conducta.

Debemos subrayar que las manías no siempre reflejan un trastorno subyacente, pero que de ocupar una parte importante del día determinados pensamientos y rituales o manías, representar varias de las características antes descritas el funcionamiento habitual de la persona, y sobre todo, perturbar uno o varios ámbitos de su vida, harían necesaria la intervención profesional, ya sea psicológica o psiquiátrica. De modo que estemos atentos, sin obsesionarnos, a determinados comportamientos que lejos de ser elegidos por nosotros, más bien nos hacen ser menos libres.

¿Cómo quitar manías y obsesiones?

Existen una serie de consejos que puedes usar para intentar superar las obsesiones y las manías. Aun así debes tener en cuenta que cuando se trata de un problema psicológico, siempre debemos acudir a la ayuda de un profesional de la salud mental.

• Cambios en el estilo de vida: Ser más organizado en tu día a día e intentar establecer hábitos saludables es una buena medida para disminuir las manías que pueden surgir. Por ello, es esencial seguir una dieta equilibrada y realizar ejercicio físico de manera regular. 
• Higiene del sueño: Para evitar derivar en un insomnio, es vital intentar mantener un ciclo constante de sueño y vigilia así como tener unos buenos hábitos alrededor del acto de dormir. De este modo, seguir una buena pauta de higiene del sueño será esencial para evitar las manías. 
• Empezar un diario: Anotar nuestros sentimientos y emociones puede ayudar a la persona maniática a registrar sus pensamientos para poder analizarlos. De esta forma, podremos poner especial atención a aquello que hace desencadenar la manía. 

Estos pueden ser algunos de los consejos para dejar atrás las manías que hemos expuesto. Luchas contra ellas depende de ti. 

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