¿Por qué tenemos miedo al Coronavirus? Claves para manejarlo
En los últimos dos meses me llaman muchas personas para contarme que sienten mucho miedo a contagiarse , como un miedo irracional que no controlan.
Es normal tener miedo a las enfermedades, ya que forma parte de un mecanismo de defensa ante un peligro inminente. No nos han preparado para esta epidemia del coronavirus que arrasa con todo lo que se ponga por delante. Hemos oído y visto que amigos, familiares o conocidos han fallecido por el coronavirus y eso nos atemoriza.
El miedo a la enfermedad sumado al hecho de sentirnos privados de libertad, de relacionarnos socialmente, de ilusiones perdidas o que no podemos materializar, nos quita lo más preciado que tenemos y todo ello es fruto de trastornos como la ansiedad y estados deprimidos.
¿Por qué tenemos miedo al coronavirus?
Seguramente si miras un poco hacia adentro puedas identificar que hace mucho tiempo atrás que ya tenías cierto miedos como a los espacios cerrados o abiertos, a morir, a los ascensores, a alguna enfermedad, a quedarte en el paro, al abandono, entre muchos otros.
1. No podemos predecir qué pasará
Si a todos esos miedos, añadimos el miedo a lo que está por venir, nos encontramos con la paradoja de que a lo que se teme es al propio miedo y entramos en un bucle del que no sabemos salir, ni cómo hemos entrado, ni cuánto tiempo va a durar. Entonces nos damos cuenta de tenemos actitudes un tanto hipocondríacas.
2. El miedo psicológico al coronavirus
Es posible que hayas dejado de realizar actividades cotidianas que antes del coronavirus las hacías con naturalidad. Y es posible que ahora te de sensaciones de miedo psicológico salir a pasear o a comprar y mandes a tu pareja o hijos porque lo pasas mal con el solo hecho de pensarlo. La idea de salir y pensar que te puede contagiar es muy intensa.
3. Estamos saturados de información
La sobreinformación que tenemos actualmente con la cantidad de medios de comunicación a los que estamos expuestos genera nada más miedo al coronavirus. Esta es la epidemia más poderosa, puesto que las cargas psicológicas que genera el miedo a una epidemia son mucho más fuertes que a veces la propia enfermedad. Este miedo nos provoca aislamiento de nuestro entorno, evitar coger transporte público o incluso a entrar en establecimientos por miedo al coronavirus.
4. Comportamientos obsesivos
Ser precavido es importante, pero cuando llegamos a obsesionarnos con ello esto se convierte en un factor negativo hacia nosotros. La alarma social a la que estamos expuestos con la epidemia del coronavirus es real, pero antes de entrar en pánico es necesario contrastar la información y no creernos todos los bulos que corren por Internet o las redes sociales. Esto lo único que nos proporcionará es tener más miedo.
¿Somatización o enfermedad emocional?
Cuando hay un nivel de estrés importante causado por la rumiación y cierto grado de obsesión se genera un caldo de cultivo perfecto para poder somatizar: tensión, contracción muscular, trastornos del sueño, irritabilidad, dolores de cabeza, eccemas, psoriasis y una larga lista de síntomas que se expresan en nosotros de maneras muy diferentes causadas por afrontar los miedos, el estrés y las tensiones de la situación.
Experimentar continuamente el miedo como emoción puede ser en algunas ocasiones peor que la propia epidemia del coronavirus. De esta forma, la denominada psicología del miedo o el miedo psicológico que puede crear un malestar diario puede llegar a ser tan malo como la propia enfermedad causante. Por este motivo, los profesionales de la salud mental pueden ayudarte a sobrellevar el estrés que puede causar el miedo al coronavirus.
¿Miedo o fobia al coronavirus?
A veces nos cuesta diferenciar si es miedo o fobia lo que nos está ocurriendo, puesto que tanto una como otra comporta una serie de signos que podrían ser similares como la ansiedad y la sensación física que nos genera ese miedo o fobia. Debemos aprender a diferenciarlos bien para poder tratarlo en el caso que sea necesario:
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Reacciones de sudoración
Pueden darse en una situación que nos da miedo, pero cuando esta sudoración es excesiva y se une a un terror descontrolado o taquicardia podemos hablar de fobia. En el caso de una fobia nuestra reacción es desproporcionada y exagerada y puede llegar a entenderse como algo traumático.
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Alterar nuestra actitud
Alterar nuestra forma de hacer las cosas o la rutina por evitar llevar a cabo una situación proviene de la fobia. Podemos evitar hacer algo por miedo, pero cuando este miedo se convierte en una amenaza de la que somos incapaces de hacer frente hablamos de fobia.
¿Cómo dejar de tener miedo al coronavirus?
Existen algunas formas de enfrentar el miedo a las enfermedades o al propio coronavirus. Aquí te mostraremos algunos recursos para dejar atrás parte de estas emociones.
1. Aceptar que no todo se puede controlar
Acepta que todo en esta vida no se puede controlar y tampoco hace falta. Si tienes miedo a salir a la calle, mira de hacerlo de manera gradual y si lo crees necesario intenta que alguien te acompañe, procura a salir en horas que se adapten a ti, cuando la gente está comiendo o cenando, haz paseos cortos y repetidos en los días siguientes, evita grupos o afluencia de muchas personas. Intenta siempre llevar guantes y algún gel para utilizarlos en el momento que decidas. Si esto te produce más seguridad y confianza, ¡adelante! Es muy posible que muchas personas no entiendan el porqué de tu manera de actuar. No hace falta que lo entiendan, tu a lo tuyo. El preservar la vida a cualquier precio es la mejor opción, y por encima de todo sé feliz y no dudes en contactar con un buen profesional que te ayude a superarlo.
2. No estés todo el día pendiente de la información
Es obvio que ante la situación de epidemia del coronavirus estar informados es más que vital. Aun así, el exceso de información puede tener un efecto contraproducente. De esta forma, no dejar de recibir noticias sobre la enfermedad puede hacer que una persona con miedo pueda sugestionarse constantemente.
3. Cuidar de tu salud mental
Estar constantemente en casa y no socializar puede tener algunos efectos en nuestra salud mental. La soledad puede ser beneficiosa para conocernos mejor y dedicarnos un tiempo a nosotros mismos. Pero cuando nos acostumbramos a estar solos y dejamos atrás a nuestro círculo puede llegar a pasarnos factura a nivel emocional.
Miedo como forma de control
No hay nada mejor para controlar a una gran masa de gente que el miedo, y esto es algo estudiado y conocido a lo largo de la historia. Aquí entonces se empezó a crear el miedo, cuidado con otras personas, con tocar algo, con la limpieza, y al final crear la sensación que los virus pueden estar incluso en el sucio suelo de la calle, cosa que ahora sabemos que no es cierta, pero seguimos dejando los zapatos en la puerta. Lo que de inicio tenía que ser lavarse las manos y mantener distancia social, y viendo que la gente no lo cumplía, algunos pensaron que mejor poner más miedo. Hay que usar mascarilla, guantes, dejar los zapatos, mantener la distancia, no toser cerca de nadie, etc. Y esto se ha convertido en pánico.
El problema de este mecanismo es que no es algo que se pueda activar y desactivar. Cuando se activa empieza a funcionar por si mismo y es como una bestia que se retroalimenta. Cada vez es mayor, y la paranoia aumenta de forma exponencial.
Ahora la gente está en pánico, y en este estado se acepta cualquier cosa. Aceptamos limitaciones de movimientos o de apertura de negocios sin siquiera discutir si llegado el momento tiene sentido abrir una iglesia, donde los fieles están dentro, pero no un bar, donde los fieles también entran dentro. La gente acepta recortes en su privacidad y en su libertad a cambio de una falsa seguridad, y esto es peligroso, muy peligroso, puesto que puede utilizarse con malas artes por los gobiernos.
Sin duda, el coronavirus tiene en alarma a todo el mundo. Es real y peligroso y debemos ir con cautela, pero también está bien preguntarnos si algunas situaciones o formas de actuar que estamos teniendo son correctas y de dónde provienen.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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