¿Cómo nos afecta el diálogo interno? 7 Pensamientos que debes evitar

¿Sabías que somos la persona más influyente en nuestra vida? ¿Cómo te tratas? ¿te limitas o te ayudas a crecer? Descubre cómo nos afecta nuestro diálogo interno y cómo cambiarlo.

7 ABR 2016 · Última modificación: 25 NOV 2022 · Lectura: min.
Qué es el diálogo interno y cómo nos afecta

Si pudieras escribir todo aquello que piensas al cabo del día, verías que mantenemos una conversación con nosotros mismos. Esta está compuesta de nuestras opiniones, valoraciones, emociones, deseos, expectativas y juicios sobre el mundo y sobre nuestra persona. Pero, ¿Cómo nos influye nuestro diálogo interior?

¿Qué es el diálogo interior?

El diálogo interno se trata de un patrón de pensamientos que tenemos hacia nosotros/as mismos/as y hacia los demás. Estas molestas 'voces' o 'pensamientos' que componen nuestro diálogo internalizado están en la raíz de una gran parte de nuestros comportamientos y actitudes. 

En muchos casos la mayoría de nosotros ni siquiera nos damos cuenta de que estamos teniendo esta conversación. Esta voz interior puede ofrecerte tanto afirmaciones positivas como otras de negativas. Este tipo de pensamientos tienen más poder de lo que podríamos reconocer. De hecho, las palabras que nos decimos a nosotros/as mismos/as pueden llenarnos de positividad o de negatividad. Tanto es así que lo que nos decimos puede conducir a la autorrealización como al autosabotaje.

¿Por qué tenemos este diálogo interno?

Se cree que la capacidad de tener un diálogo interno se desarrolla durante la niñez en lo que se llama 'habla privada'. A medida que los niños/as adquieren habilidades lingüísticas, también aprenden a participar en comentarios internos. Estas voces interiores de la infancia incluso pueden aparecerse en forma de amigos imaginarios. 

En cambio, en la edad adulta, este diálogo interno continúa respaldando nuestra memoria de trabajo junto con otros tipos de procesos cognitivos. Dentro de la ciencia, se apunta a que este monólogo interno nos ayuda a completar tareas cotidianas.  

Aun así, no todas las personas experimentan estos tipos de diálogo interno. En cambio, es posible que tengas pensamientos internos, pero esto no plantea el mismo discurso interno donde puedes 'escuchar' tu propia voz expresándolos. 

El diálogo interior puede llegar a afectar el funcionamiento de nuestro cerebro. Estas conversaciones que tenemos con nosotros/as mismos/as pueden tener un profundo impacto en la manera en la que ves el mundo. Es decir, lo que nos decimos a nosotros/as puede moderar nuestras experiencias. 

¿Por qué nos afecta nuestro diálogo interno?

A pesar de que nuestro diálogo interior nos dice cosas en nuestra mente, nuestro cerebro trata esta habla interna como si fueran palabras pronunciadas en voz alta. Esto es debido porque el área de Broca, la región del lóbulo frontal responsable del procesamiento del habla, está activa en ambos casos. 

Escucharte a ti mismo/a decir algo en tu mente tiene el mismo peso que escucharte decir algo en voz alta. Por lo tanto, cuanto más lo repitas, este pensamiento tendrá más peso porque lo has aceptado como la verdad. Es por este motivo por el que decirte repetidamente que estás bien puede hacerte sentir mejor cuando estás nervioso/a. Tu cerebro te escucha decirlo y luego tiene una respuesta fisiológica y hormonal a ese mantra. En consecuencia, las cosas que nos decimos a nosotros/as mismos/as también pueden provocar respuestas de estrés y ansiedad. 

Tipos de diálogo interno negativo

Tipos de diálogo interno negativo 

Muchos de nuestros diálogos internos pueden estar afectándonos en estos instantes. De hecho, muchas personas se quedan permanentemente atrapadas dentro de bucles de diálogos internos negativos. En estos casos, debemos tener en cuenta que nuestro diálogo interior nos afecta más de lo que podemos imaginar. Principalmente, las personas suelen experimentar los siguientes tipos de diálogo interno negativo:

  1. Está bien: Cuando las cosas van bien, es bueno estar agradecido/a por ello. El problema surge cuando está ocurriendo algo negativo y nos lo decimos a nosotros/as mismos/as. Decirse a sí mismo/a 'está bien' cuando algo no lo está puede perpetuar un estado de incomodidad. Esto sucede porque al decirnos que está todo correcto nuestro cerebro deja de buscar alternativas o soluciones para el problema al que nos enfrentamos. 
  2. Es fácil: Ver una tarea difícil como algo 'fácil' puede estar saboteándote. Al pensar que algo es fácil, es porque tienes las habilidades necesarias y el conocimiento suficiente para abordar el problema. Pero, cuando algo es difícil y complicado, etiquetarlo como algo 'fácil' podría hacer que tengamos menos probabilidades de éxito.
  3. Siempre ha sido así: Cuando tienes la costumbre de enfocar las cosas desde una perspectiva, es bueno conservarlo si realmente te hace bien. En cambio, pensar que tu actitud o pensamientos son estáticos, es decir, que no pueden cambiar, es negativo cuando experimentas de un diálogo interno negativo
  4. No sé: Al decirnos a nosotros/as mismos/as que no sabemos, estamos levantando una señal de derrota. De hecho, nos estamos preparando para que no podamos encontrar una solución. Este es el equivalente mental de ser una persona que se queja todo el tiempo, pero nunca hace nada al respecto. 
  5. No me siento bien al respecto: En este caso, cuando nuestro diálogo interno nos dice esto, también dejamos de buscar soluciones. Pero, además, al decirte esto también te sientes miserable. Si algo no te parece bien, entonces probablemente haya una razón, pero al decirnos esto, no nos estamos deteniendo a averiguar lo que no nos gusta. Salir de nuestra zona de confort, cuando esta no nos gusta, es el mejor paso que podemos hacer para mejorarnos.
  6. Esto es imposible: Es obvio que existen cosas que son imposibles, pero si nos negamos a nosotros/as mismos/as a esforzarnos o a intentar llegar a estos objetivos, jamás conseguiremos lo que realmente nos hace felices. Cuando dices que algo es imposible, permites que este patrón de pensamiento negativo domine tu perspectiva. Esto sucede porque tu cerebro solo busca facilitarte las cosas, por lo tanto, al escuchar 'esto es imposible' trabaja para corroborar esta afirmación. Este sesgo de confirmación hace que encuentres evidencia para respaldar lo que ya crees. 

Estos son algunos de los pensamientos que afectan nuestro diálogo interior. Estos patrones negativos, como hemos mencionado, pueden llegar a sabotearnos constantemente y hasta hacer que acabemos padeciendo de estrés, ansiedad e incluso depresión. Si crees que tu diálogo interno negativo te está afectando, es importante que acudas cuando antes a un psicólogo/a profesional

Cómo cambiar nuestro diálogo interno

¿Se puede cambiar nuestro diálogo interno?

Para muchos, el diálogo interno interfiere en sus pensamientos sin que se pueda 'aparar'. Esto en psicología es lo que se denomina 'piloto automático', ya que nos permite operar sin tener que 'pensar' atentamente en ello. Pero, cuando tenemos un diálogo interior negativo, es fundamental interrumpir estos patrones de pensamientos negativos y contraproducentes. Cada vez que te sorprendas repitiendo un mantra negativo, es importante pausarlo e intentar encontrar una mejor solución. Por ejemplo, si te dices a ti mismo/a 'No lo sé', entonces trata de cambiarlo por un 'No lo sé, pero lo averiguaré'. Al convertir tus afirmaciones negativas en positivas, puedes permitir que tu cerebro alcance todo tu potencial para resolver problemas. 

¿Cómo tratarte a ti mismo/a?

Si te fijas verás que te hablas a ti mismo, opinas sobre aquello que haces, te sermoneas e, incluso, puede que te reprendas o puede que te felicites. Sea como sea el diálogo contigo mismo, la cuestión es que te hablas y te dices cosas. Por eso, somos el ser más influyente con el que nos relacionamos, ya que estamos las 24 horas del día con nosotros mismos. De este modo, cuando detectes tus pensamientos automáticos es importante analizar si estos son buenos o negativos para ti mismo/a:

  • ¿Estos me ayudaban a aprender del error o me hundían en la desesperanza?
  • ¿Qué es lo que te dices?
  • ¿Crees que eres comprensivo y compasivo contigo mismo?
  • ¿O te das con el látigo de la exigencia?
  • ¿Te ayuda a aprender y crecer, o te machacas con mano dura?

Este diálogo interno es de vital importancia para darnos cuenta de cómo nos tratamos. Evidentemente, hay muchas cosas que pueden ser la causa y no es tan fácil dejar de tratarnos como siempre lo hemos hecho. Muchas veces hay que tratar la raíz de ello, ver qué pasó, cómo afectó a nuestra persona y a nuestro diálogo interno.

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Escrito por

Moisés Suárez Nordelo

Psicólogo General Sanitario experto en psicología deportiva. Además, cuenta con diversa formación que ha cursado en diferentes cursos, como mediación intergeneracional en conflictos de familia, técnicas de mindfulness, igualdad y adicciones. Le gusta trabajar en que las personas puedan expresarse con naturalidad, confianza y sin juicios.

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Bibliografía

  • Oleś, P. K., Brinthaupt, T. M., Dier, R., & Polak, D. (2020). Types of Inner Dialogues and Functions of Self-Talk: Comparisons and Implications. Frontiers in psychology. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2020.00227
  • Assad, K, Donnellan, M. B., and Conger, R. D. (2012). Optimism: an enduring resource for romantic relationships. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17645400

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