¿Por qué sentimos miedo a salir la zona de confort? 5 Razones

Muy a menudo hablamos de la zona de confort, esa zona que nos retiene y nos limita para lograr aquello que es importante para nosotros. Sin embargo, ¿realmente nos sentimos reconfortados cuando no salimos de esta zona?

¿Por qué solemos estar en nuestra zona de confort?

Si la zona de confort no nos resulta cómoda, ¿por qué seguimos en ella? Digamos que, con el tiempo y nuestras experiencias, aprendemos a desenvolvernos de determinada manera. Os pongo un ejemplo: Si metemos a una rana en una olla de agua hirviendo, tenemos claro que saltará rápidamente. ¿Qué pasa si la introducimos en agua tibia y poco a poco aumentamos la temperatura? Pues que la rana se adaptará a esa situación extrema. ¿Se sentirá cómoda con esa temperatura? Seguramente no. Pero, quizás, tampoco sienta la necesidad de escapar. Aunque… eso no significa que no vaya a morir.

Algo así nos ocurre a los humanos. Es posible que dudemos y no sepamos al 100% si nuestra zona de confort es, o no es, el lugar en el que queremos estar. Lo que sí sabemos es que hemos pasado toda nuestra vida ahí. ¡Y nos da mucho miedo salir! Entonces… ¿Cómo podemos ser conscientes de que deberíamos tomar la decisión de salir?

Empezaré diciendo que no tiene por qué ser fácil, aunque eso no significa que no merezca la pena. Piensa en aquello que es importante para ti: tus metas, aquello que te planteaste alcanzar y que en algún momento te resignaste a conseguir, en aquellas personas que significan mucho para ti o en aquellos lugares que te encantaría visitar. ¿Está todo esto en tu zona de confort o está fuera?

Cuando respondas a la pregunta, plantéate qué te está manteniendo a no salir de esa zona. Si sabes que lo que te importa está fuera, ¿por qué no lo intentas? ¿No será el miedo quien te paraliza? Pues cuidado con este personaje porque te puede hacer creer que no merece la pena. Quedarse en la zona de confort implica evitar sentir miedo y eso suena muy bien. ¿Pero qué acompaña a esta sensación de alivio un tiempo después? La frustración… Pues, cuando el miedo aparece, podemos hacer dos cosas: dejar de luchar por lo que queremos, y así el miedo desaparecerá, o bien, hacerlo con miedo.

¿Por qué tenemos miedo de salir de la zona de confort?

El miedo a salir de la zona de confort en realidad se trata de la expresión de nuestros miedos más profundos. De hecho, se trata de una maraña psicológica que nos mantiene en una situación que en realidad no es la idónea para nuestro crecimiento y, en algunos casos, incluso nos puede causar daño.

Aunque en un primer momento puede parecer contradictorio, tendemos a quedarnos en lo conocido, aunque esto nos cause sufrimiento, que salir de nuestra zona de confort. Pero, ¿cuáles son las causas de este miedo a salir de la zona de confort?

1. Falta de control: La zona de confort es un 'espacio' donde creemos que tenemos todo el control. Por lo tanto, salir de este espacio seguro nos acaba asustando, ya que implica que debemos aprender a gestionar ante otros acontecimientos que no podemos controlar.
2. Intolerancia a la incertidumbre: Cuando nos mantenemos en nuestra zona de confort, podemos prever lo que sucederá con mayor certeza. Salir de este espacio implica, por lo contrario, lanzarse a lo desconocido, lo que genera miedo y ansiedad. Es decir, tener ante nosotros una gran cantidad de posibilidades genera vértigo, algo que tiene sus raíces en el miedo a la incertidumbre.
3. Miedo al fracaso: Salir de nuestra zona de confort también implica ciertos riesgos como por ejemplo la posibilidad de fracasar. Este miedo al fracaso puede ser en muchos casos paralizante, ya que representa un duro golpe a nivel emocional. Por eso podemos preferir quedarnos en esa zona, ya que tenemos nuestro 'éxito' garantizado.
4. Miedo al rechazo: Salir de nuestra zona de confort también implica desafiar aquello que esperan de nosotros, lo que también puede generar miedo. Este temor aparece debido a que creemos que defraudaremos a los demás, sobre todo a aquellas personas que no comparten la misma visión de la vida.
5. Miedo a descubrir nuevas facetas: También podemos rechazar lo nuevo o lo diferente porque tememos cambiar la imagen que nos hemos formado de nosotros mismos. Es decir, al cambiar de rumbo, también nos estamos cuestionando a nosotros mismos.

¿Por qué no deberíamos tener miedo a salir de nuestra zona de confort?

La zona de confort nos restringe a una rutina y a un patrón de comportamiento que hace que se minimiza el nivel de estrés y de riesgo. Es decir, este 'espacio' nos da cierta seguridad mental, lo que equivale a un nivel aceptable de satisfacción, baja ansiedad y poco estrés. Aun así, las desventajas de la zona de confort son las siguientes:

• No llegaremos a nuestras metas: Para mejorar nuestro rendimiento y conseguir retos diferentes a nuestra rutina es importante perder el miedo a salir de nuestra zona de confort. De hecho, existe un estado de 'ansiedad óptima' que está justo fuera de nuestra zona de confort que nos permite crecer sin las consecuencias negativas de un trastorno.
• No podemos cambiar: A medida que nos sintamos más y más cómodos en nuestra zona de confort, nos costará más salir de este espacio. Por lo contrario, si empezamos a asumir nuevos retos y a buscar activamente la novedad, esto nos hará sentir más cómodos ante lo incierto y lo desconocido, lo que nos hará adaptarnos mejor a los problemas cuando se presenten.
• Nos cerramos a nuevas oportunidades: La creatividad necesita alimentarse de la novedad. Es decir, para tener nuevas ideas y ver la vida desde otra perspectiva es necesario afrontar nuestro miedo a salir de la zona de confort.

La zona de confort representa nuestro pasado hecho presente, ya

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