¿Por qué me comporto así?

Hoy estaba pensando en cómo es el comportamiento humano y cuáles son sus consecuencias. Desde una visión global las personas presentamos distintos estilos de comportamiento. Estas son tendencias de comportamiento que se han ido formando a lo largo y ancho de toda nuestra experiencia vital. Las interacciones sociales que hemos tenido, las conductas que hemos observado en los demás, las normas que nos hemos aplicado, las creencias que hemos adquirido… en definitiva toda nuestra experiencia es la que ha ido forjando nuestro estilo de comportamiento. Y muchas veces, tras todo ese aprendizaje, nos damos cuenta de que no nos comportamos como realmente desearíamos, que no obtenemos lo que buscamos con nuestra manera de comportarnos.

¿Existen comportamientos mejores?

Está claro que existen unos modos de conducirse más adecuados que otros y todos hemos experimentado situaciones en las que no nos hemos sentido orgullosos de nuestra conducta. Tener un comportamiento inadecuado, dependiendo de nuestra personalidad o del momento que estamos viviendo, puede dar lugar a un gran malestar psicológico: sentimientos negativos hacia uno mismo, inferioridad, desprecio e incluso ira o mal humor con los demás cuando vemos que nuestro comportamiento ha resultado ineficaz.

Esto se encuentra en el origen de algunos trastornos del estado de ánimo, de síntomas de ansiedad, de problemas de autoestima o de vivencia de estrés tanto en el ámbito social como familiar o laboral. Muchos lo habréis vivido, meses o incluso años de pequeñas situaciones que no se resuelven bien y que van pesando más y más, llegando a crear una convivencia insostenible o una animadversión hacia los demás, ya sean jefes, amigos, pareja o compañeros.

¿Se puede aprender a comportarse mejor?

Pero estamos de suerte porque como os he dicho la manera de comportarnos se aprende y por lo tanto la podemos modificar. No es sencillo pero si lo deseamos, con algo de disciplina y un poco de autoobservación seremos capaces de cambiar aspectos importantes de nuestra conducta que contribuirán a hacernos más felices y más eficientes a la hora de comunicarnos y al defender nuestros derechos ante cualquier situación, creando muchas más oportunidades para sentirnos bien.

¿Te ves insegura o inseguro, incapaz de introducir estos cambios sin ayuda? En este caso no lo dudes, acude a tu psicóloga de cabecera. No es una enfermedad, no tienes un trastorno pero sí te causa malestar. Nosotros como profesionales te ayudaremos a identificar las conductas problemáticas y a encontrar alternativas más satisfactorias para aumentar tu bienestar.

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