Sentimientos encontrados: ¿Cómo podemos manejarlos?
¿Por qué podemos experimentar sentimientos encontrados? ¿cómo podemos gestionarlos? Descubre las principales causas para abordar estos sentimientos y por qué surgen.
Las emociones constituyen un elemento central en la vida de los seres humanos. Gracias a ellas podemos relacionarnos exitosamente con los iguales y con el entorno, así como favorecer nuestra supervivencia. A pesar de su enorme valor, la complejidad que entraña su funcionamiento hace que aún sean para muchos grandes desconocidas. Una de las experiencias que más extrañeza nos producen es aquella en la que sentimos emociones contrarias entre sí. Por ello, a continuación, vamos a clarificar qué son los sentimientos encontrados, por qué pueden aparecer y cómo podemos gestionarlos.
¿Qué son los sentimientos encontrados?
Hablamos de sentimientos encontrados cuando una persona siente emociones ambivalentes ante un estímulo determinado, llegando a ser en ocasiones diametralmente opuestas. Habitualmente, esta experiencia genera confusión y dudas en el individuo, que se siente atrapado en una especie de ecuación sin solución. Esto suele ir acompañado de cierta sensación de bloqueo, impidiendo la toma de decisiones o dando lugar a comportamientos incongruentes.
No podemos ignorar el hecho de que las emociones, tanto las más agradables como las más molestas, son importantes mensajeras. Gracias a ellas podemos tener una brújula que señala la hoja de ruta más conveniente. Cuando detectamos mensajes contradictorios, es algo así como tener una brújula mal calibrada que no nos ayuda a orientarnos.
¿Por qué pueden ocurrir los sentimientos encontrados?
Habitualmente, detrás de emociones que chocan entre sí encontramos un fenómeno conocido como disonancia cognitiva. Este se define como la experiencia por la que una persona puede sentir incongruencia en su sistema de creencias. Puede que tenga ideas contrarias al mismo tiempo, o que su conducta entre en conflicto con aquello que piensa. En cualquier caso, la persona se ve inmersa en un estado de tensión psicológica que le empuja a buscar una solución.
Por ejemplo, una persona puede sentir ambivalencia hacia la idea de cambiar de trabajo, un paso que puede generar un enorme temor por la incertidumbre asociada, a la vez que despierta ilusión y alegría por perseguir una nueva meta. También podemos ver esta experiencia cuando alguien a quien queremos nos daña de alguna manera, entremezclándose así el afecto con el dolor y el rechazo que sus acciones nos despiertan.
Ante todo, es fundamental matizar que la ambivalencia en nuestras emociones es un fenómeno normal. El mundo emocional de las personas es complejo y se aleja de modelos lineales. Por ello, tener sentimientos aparentemente contrarios es un reflejo de nuestra naturaleza más que de una posible psicopatología.
¿Cómo gestionar los sentimientos encontrados?
El hecho de que sentir emociones contradictorias represente algo natural no significa que debamos ignorar su aparición. Las emociones siempre deben ser atendidas, ya que escucharlas nos permite tener más claridad y disfrutar de una mejor salud emocional. A continuación, vamos a comentar algunas claves para aprender a gestionar de forma adecuada lo sentimientos encontrados:
- El primer paso es darnos el permiso de experimentarlas, es decir, aceptar las emociones que estamos sintiendo sin juzgar. Muchas veces, especialmente cuando las emociones son muy contrarias, cometemos el error de decirnos que no deberíamos sentir lo que sentimos, que somos malas personas por sentir ciertas emociones ... Eliminar poco a poco esta actitud de rechazo es un requisito fundamental.
- Haz un análisis de lo que sientes y trata de indagar en los posibles factores que te han llevado a sentirse de esa forma. A veces, nos cuesta reconocer ciertas situaciones que nos afectan y que no nos apetece ver. Esto sucede mucho en el contexto de la pareja, donde a menudo evitamos mirar a los problemas que hay en la relación, haciendo así que nuestras emociones tengan que avisarnos de que algo no marcha correctamente. Por ejemplo, podemos querer a la pareja, pero a la vez empezar a sentir rechazo hacia ella.
- Otro aspecto importante tiene que ver con la comunicación. Debemos aprender a comunicar aquello que nos sucede por dentro, ya que cuando sacamos nuestros sentimientos estos se hacen más llevaderos y manejables. Es importante hacerlo siempre de forma asertiva, intentando ser claros sin dañar los sentimientos del otro.
Si aún con todo notas que tus sentimientos contradictorios se hacen demasiado abrumadores para ti, no dudes en acudir a terapia y buscar un apoyo extra para comprenderlos y gestionarlos.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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