¿Por qué me afectan tanto las cosas? 10 Motivos ante la sensibilidad emocional

Experimentar emociones intensas o sentir que no eres capaz de controlar tus emociones puede deberse a muchos factores. Aun así, a veces podemos sentirnos más sensibles de lo habitual sin ninguna explicación. Entonces, ¿cuál es la razón de que te afecten tanto las cosas y cómo abordarlo?

¿Por qué me afectan tanto las cosas?

Aunque a veces creamos que las emociones ‘nos molestan’, la realidad es que tienen su función en nuestra parte psicológica y orgánica. De hecho, experimentarlas nos ayuda a identificar las necesidades internas o externas. Por lo tanto, sirven para que nos motivemos a cambiar aquello que está mal en nosotros/as y empecemos a actuar.

Es decir, cada una de las emociones que sentimos nos ayuda a tener más información, lo que hace que podamos conectarnos más con nosotros/as mismos/as. Algunas emociones pueden indicar dolor y, por lo tanto, ser más difíciles de manejar, aunque nos está indicando que algo debe cambiar.

Aun así, es normal que al experimentar emociones demasiado intensas queramos saber por qué nos afectan tanto las cosas y cómo podemos ‘contrarrestar’ sus efectos en nosotros/as. Algunos de los principales motivos por los que te cuesta ‘pasar de todo’ o gestionar mejor las emociones pueden ser los siguientes:

1. Genética: Algunas personas son más sensibles que otras simplemente por su genética, de hecho, ser más emocional puede ser precisamente por este componente. De hecho, los estudios apuntan a que entre el 20% y el 60% del temperamento de una persona puede estar determinado por la genética.
2. Falta de sueño: No descansar lo suficiente también puede hacer que las personas sean más emocionales. Por lo tanto, una de las cosas que puedes hacer cuando te sientes mal emocionalmente es intentar descansar mejor. Esto no solo implica dormir las suficientes horas, sino también que este descanso sea de calidad, lo que es equivalente a tener un sueño más profundo.
3. No hacer suficiente ejercicio: Todos hemos escuchado los beneficios que implica hacer ejercicio para nuestra salud física, pero el ejercicio también puede afectar nuestro estado de ánimo y nuestras emociones. De hecho, las investigaciones muestran que realizar ejercicio de manera regular puede ayudarnos a equilibrar nuestras emociones.
4. Tener una dieta poco saludable: Lo que comes te afectará a nivel emocional. Es decir, llevar una dieta poco saludable hace que estés más deprimido y las cosas te afecten mucho más. Por lo tanto, si deseas mejorar tu regulación emocional, cambiar tus hábitos alimenticios puede serte de mucha ayuda.
5. Estrés: Estar en un período de demasiado estrés o tener estrés crónico puede crear la sensación de que estás más sensible de lo normal y que las cosas te afectan mucho más de lo normal. Las investigaciones al respecto han revelado que vivir con altos niveles de estrés puede aumentar las emociones negativas, como puede ser la ira o la depresión. De hecho, cuanto más estrés sientes, más te preocupas sobre aquello que sucede en tu vida y esto aumenta las emociones más negativas.               
6. Estar ante crisis o cambios en tu vida: Algunas experiencias en tu vida pueden hacer que estés más emocional a nivel general. Sobre todo aquellos hechos que hacen que se generen grandes transiciones o cambios: dejar una relación o empezar una nueva, cambiar de trabajo o estar esperando un bebé. La incertidumbre puede hacer que estés más nervioso/a de lo normal y esto afecta a tu sensibilidad ante el mundo.
7. Duelo y trauma: Cuando un familiar o un ser querido desaparece de tu vida, tu bienestar emocional puede verse muy afectado. De la misma forma pasa cuando experimentamos de un hecho traumático, es decir, de un evento que nos hace sentir emociones muy negativas (como puede ser una situación de abuso, un maltrato, mobbing o bullying). Las investigaciones al respecto sugieren que las personas tienen reacciones más emocionales después de un duelo o un trauma.
8. Desequilibrios hormonales: A veces la explicación de por qué te afectan tanto las cosas puede ser debido a los cambios hormonales de nuestro organismo. Esto puede suceder durante la adolescencia, la menstruación, el embarazo, la menopausia o andropausia.
9. Trastornos psicológicos: Condiciones como la depresión y la ansiedad suelen estar muy vinculadas con la dificultad para regular las emociones. Por un lado, quienes padecen de ansiedad pueden experimentar un torbellino de emociones vinculadas tanto a las preocupaciones del futuro como a los malos recuerdos del pasado. En cambio, las personas que padecen de depresión pueden experimentar un ‘silenciamiento emocional’, es decir, no sentir emociones positivas. Además, el descontrol emocional también puede estar vinculado a otras condiciones como el TDAH y a trastornos de la personalidad que pueden afectar a nuestro estado de ánimo y procesamiento emocional. Si sientes que este puede ser el motivo de tu sensibilidad emocional, es recomendable acudir a un psicólogo/a profesional.
10. No sentir tus emociones: Cuando reprimimos demasiado nuestras emociones, significa que no nos escuchamos a nosotros/as mismos/as. Es decir, nos silenciamos y no perseguimos aquello que tanto deseamos. Al no hacer caso de nuestras emociones, estas pueden ser más intensas y hacer que nos afecten mucho las cosas.

Nuestras emociones son una parte fundamental que debemos entender y gestionar como es debido. Gracias a ellas podemos conocernos mejor y saber lo que realmente queremos para nuestra vida. Por ello es vital saberlas escuchar con atención.

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