¿A qué nos enfrentamos cuando vamos a terapia?

La terapia es un encuentro cara a cara con otro ser humano, en el que existen varias premisas fundamentales desde el Counselling, que a su vez se basa en la Terapia Centrada en el Cliente iniciada por Carl Rogers. Estas premisas son:

• Validación de sus opiniones, pensamientos y creencias.
• No confrontación de sus ideas.
• Reconocer sus emociones, opiniones, actitudes y creencias.
• Promoción de recursos (propios o nuevos).
• Apoyo y aceptación incondicional.
• Promover experiencias de autoeficacia y control

¿Cómo se realiza una terapia?

Se trata de un proceso de comunicación y, como tal, implica la presencia de dos (o más) miembros activos capaces de recibir y expresar mensajes (verbales y no verbales). Durante esta comunicación se expresan múltiples aspectos que pueden ser físicos, psicofisiológicos, emocionales, cognitivos o conductuales. Consiste en una comunicación sincera, de igual a igual, sin paternalismos.

Gracias a este estilo de comunicación y al posicionamiento que Rogers mencionaba, conseguiremos construir un vínculo terapéutico firme y seguro que además será el instrumento vehiculizador del cambio que demande el consultante, así como facilitara y promoverá los pasos que deban darse para alcanzar dicho cambio.

Un cambio promotor de la salud mental, del bienestar emocional del/los consultantes y cuyo objetivo es mejorar su calidad de vida y desempeño en sus distintintas áreas. Pero la psicoterapia no sólo es comunicación, también implica la utilización de estrategias y técnicas que deben tener un carácter y origen ecléctico y se han de ajustar a la demanda del consultante, y del proceso terapéutico. Además deben ser utilizadas en el momento preciso.

Para ello el psicólogo ha de estar extremadamente atento a los mensajes que emite el consultante (verbales y no verbales). Sólo observando y escuchando con precisión podremos elegir la técnica y la estrategia adecuadas y acertadas en el momento preciso.

Todo sucede cuándo y cómo debe suceder, en terapia, y se debe facilitar este proceso. Cada ser humano maneja y tiene unos ritmos y tiempos diferentes, incluidos los que hacen referencia al emprendimiento de un cambio. Como tales si queremos facilitar dicho cambio, debemos respetarlos y promocionar el cambio a través de esos tiempos.

A lo largo de toda la psicoterapia debemos tener presente una máxima: la persona que acude a consulta está en un proceso, que es su propia trayectoria vital, que continúa incluso cuando abandona la consulta.

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