Psicoterapia ante el suicidio: 5 terapias efectivas para su prevención

El suicidio se trata de un tema delicado dentro del ámbito de la psicología y la salud mental. A pesar de que es un tabú dentro de la sociedad, es un fenómeno grave y devastador. Cuando una persona tiene pensamientos relacionados con el suicidio, implica que necesita ayuda de manera urgente. De este modo, la terapia junto a un psicólogo profesional puede marcar una diferencia en el alivio de estos sentimientos de desesperación y negatividad.

¿Qué tan comunes son los pensamientos suicidas?

Las personas que padecen de un trastorno psicológico, como puede ser el trastorno bipolar, depresión, ansiedad, esquizofrenia, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) así como aquellas que abusan de sustancias, tienen una mayor probabilidad de padecer de pensamientos suicidas y de estar en riesgo.

Es decir, es más común que las personas que tienen ideación suicida estén padeciendo de un trastorno de salud mental. Aun así, también las personas que no padecen de un trastorno psicológico pueden sufrirlos. Además, los hombres suelen tener más probabilidades de acabar con su vida que las mujeres.

¿Cuáles son las causas más comunes ante los pensamientos suicidas?

Los pensamientos suicidas suelen originarse debido a otra afección. Es decir, suelen ser el síntoma de un problema de salud mental que puede tratarse. Además, entre otro de los motivos más comunes son causa de una afección médica subyacente que puede o no haber sido diagnosticada. Finalmente, también pueden vincularse con el abuso de drogas y alcohol ya que su consumo puede acabar derivando en padecer de pensamientos suicidas.

Psicoterapia para tratar pensamientos suicidas

Cualquier persona que está pasando por un mal momento en sus vidas puede beneficiarse de la psicoterapia. En el caso de que alguien esté experimentando por pensamientos suicidas es crucial que reciba de tratamiento psicológico.  Algunas de las terapias eficaces que son eficaces para afrontar la ideación suicida son las siguientes:

1. Terapia cognitiva: La terapia cognitivo-conductual enfocada en la prevención del suicidio se trata de un tipo de tratamiento que ha demostrado resultados muy positivos para reducir los pensamientos suicidas así como los intentos de suicidio repetidos. Además, es muy eficaz para reducir los síntomas propios de la depresión y aumentar los sentimientos de esperanza. Esta terapia se enfoca principalmente en tratar la reducción de los factores de riesgo ante el suicidio y en ayudar a la persona a aprender habilidades de afrontamiento que le permitan lidiar con los pensamientos desesperanzadores y la negatividad.                                           
2. Terapia dialéctica conductual: Para una persona que padece de pensamientos suicidas, esta terapia permite reducirlos. De hecho, cuando alguien los sufre de manera crónica, puede ser un hábito, por lo que pueden volver a ocurrir de manera frecuente. Ante ello, esta terapia puede ayudar a que la persona se desapegue de estos pensamientos, valorando que se trata de un síntoma de la condición que padecen.
3. Evaluación y manejo de la tendencia suicida: Se trata de una intervención específica ante la ideación suicida que ayuda a comprender el por qué de estos pensamientos. Esto permite identificar y tratar los impulsos suicidas así como desarrollar un plan de estabilización.
4. Neuroterapia: Se trata de un enfoque que se usa en personas que padecen de depresión, abuso de sustancias, ansiedad u otros trastornos de salud mental. Estas terapias se basan en la neuroestimulación que ayudan a equilibrar el proceso neuronal del cerebro. Por lo tanto, reducen los síntomas asociados a estos trastornos.
5. Yoga, meditación, actividad física y buenos hábitos: Aunque no se trata de una intervención como tal para reducir los pensamientos suicidas, son muchas las investigaciones que respaldan los beneficios que pueden tener para lidiar con los síntomas de diferentes trastornos psicológicos. Aun así, deben usarse como elementos complementarios ante la terapia.

Es importante que ante cualquier señal de alarma acuda o ayudes a contactar con un profesional de la salud mental. De hecho, los pensamientos suicidas no es un problema que se pueda abordar de manera independiente. Siempre puedes contar con líneas de emergencia o hablarlo con una persona cercano de tu confianza. Ante estos sentimientos abrumadores, no estás solo y siempre debes pedir ayuda.

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