La naturaleza de la autoestima. Causas y efectos

La autoestima es una experiencia íntima y reside en núcleo de nuestro ser. Es lo que yo pienso y siento sobre sí mismo, no lo que piensan o sienten sobre mí. La autoestima supone que es fundamental la confianza en nuestra capacidades para afrontar nuestra vida cotidiana que alberga desafíos importantes. Partimos del derecho que tenemos de ser dignos, de merecer y de satisfacer nuestras necesidades. 

¿Por qué es tan importante la autoestima?

Nadie puede respirar por nosotros/as, ni pensar, nadie puede imponernos el amor por nosotros/as mismos. Puedo ser amado/a por mi familia, mi pareja y mis amigos/as pero no amarme a mi mismo/a. Puedo proyectar una imagen de seguridad y aplomo que desde luego puede engañar a todo el mundo y por dentro tener sensación de inutilidad. Pueden llenarme de felicitaciones y sin embargo, tener la sensación de no haber logrado nada. Cada día puedo recibir like cada mañana y sentirme con un vacío importante. La autoestima se busca continuamente por parte de gran parte de la población fuera de sí mismo y de esa manera lo único que se genera es una frustración de tener que depender del exterior que engorda el ego y es algo muy vacío.

La autoestima es el sistema inmunologico de la conciencia, dándole resistencia, fortaleza. Cuando nuestra autoestima está muy bajita nos derrumbamos ante situaciones adversas , así como la experimentación de la alegría es difícil

Ante cualquier dificultad psicológica la baja autoestima está presente. La cuestión no es si tengo autoestima o no la tengo , La cuestión tiene que ver más con el grado. Esto significa que dentro de un continuo está más baja o alta, además de que podemos entrenarla con ayuda terapeútica. Alcanzar incluso el éxito sin tener una autoestima positiva es lo que hoy en día se habla tanto del ·" Sindrome del Impostor/a". No es comparativa, no es competitiva.

Una cosa es que algunas cosas de nosotros/as mismos no nos gusten y otra cosa es el rechazo de nosotros/as mismos que por desgracia dañan nuestras estructuras psicológicas. Juzgarnos y rechazarnos producen un gran dolor y esto genera una reacción evitativa que supone no arriesgarse en nuestra vida cotidiana teniendo dificultades para relacionarnos, lograr metas , relaciones de pareja, logros laborales etc. De esta manera levantamos muchas barreras que son defensivas que supone rasgos de personalidad que van desde el ser perfeccionista o incluso una persona fanfarrona y en algunos casos cayendo en dependencias.

La circunstancias nos pueden influir en la autoestima porque quizás nos dan más oportunidades empezando por tener satisfechas nuestras necesidades básicas que sin su satisfacción no podemos avanzar. Sin embargo , aunque facilita no es algo que sea determinante,

Cuando somos pequeños/as los adultos pueden cultivar nuestra autoestima por supuesto respetándonos y confiando y según nos valoren evidentemente va a inluir en el concepto que tendremos de nosotros/as mismos, sin embargo, en la adultez si somos conscientes de nuestra baja autoestima estoy a tiempo para entrenarla . Todo esto siempre se puede hacer con ayuda de un terapeuta que pueda analizar donde está la raíz de esa falta de autoestima y con un proceso de intervención adecuada fruto del conocimiento, aceptación y valoración se puede emprender un nuevo camino hacia el quererse a uno/a mismo.

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