¿Un TLP puede llevar una vida "normal"? 7 Claves para saber cómo es vivir con este trastorno

El TLP o el trastorno límite de la personalidad se trata de un trastorno psicológico que comporta patrones de pensamiento y comportamientos negativos, inflexibles e inestables que hace que las personas presenten dificultades para vivir una vida normal o satisfactoria. Cuando una persona sufre de este trastorno, tiende a estar lidiando con problemas, para relacionarse con otras personas, para controlar emociones extremas como la ira y la depresión, así como contra el miedo a que los demás les abandonen.

Por otro lado, las personas con TLP pueden sentir dificultades para encontrar un sentido a sí mismos, lo que puede conducir a que se sientan perdidos en su vida, experimentar dificultades en sus relaciones más cercanas, así como en otros aspectos de su vida. Teniendo en cuenta todo esto, ¿un TLP puede llevar una vida normal?

¿Cómo es vivir con TLP?

El primer desafío de vivir con el trastorno límite de la personalidad o TLP es que las personas que lo padecen suelen no ser conscientes de que existe una dificultad o problema en la manera en la que piensa o se comporta. De hecho, este es una de las principales dificultades a las que se enfrentan las personas que padecen de un trastorno de la personalidad. En el caso del TLP, las personas que lo sufren tienden a culpar a las otras personas sobre sus dificultades o pensamientos negativos. En muchos casos, quienes sufren de TLP tienden a experimentar lo siguiente:

1. Sentimientos que cambian rápidamente: Las personas con TLP tienden a experimentar sentimientos muy cambiantes. Por ejemplo, pasan de sentir de pasión a asco, siempre sin entender el porqué.
2. Relaciones intensas: Los TLP tienden a conectar de manera muy intensa con los demás. Pero, en muchos casos, esta intensidad puede acabar siendo de corta duración.
3. Se sienten vacíos: El TLP también se puede relacionar con una sensación de vacío, es decir, como si vivieran una vida sin un rumbo fijo o sin saber quiénes son realmente.
4. Miedo constante: Uno de los síntomas principales del TLP es el miedo al abandono. Esto implica que las personas sientan un miedo a que los de su alrededor les dejen. Esto puede comportar que se comporten o tengan cosas desesperadas para intentar que estas personas no les abandonen.
5. Reacciones exageradas: En muchos casos, el TLP implica sentir emociones muy intensas, lo que puede comportar que las personas piensen o creen que reaccionan de manera muy exagerada a las cosas pequeñas.
6. Emociones difíciles de controlar: Estas personas experimentan de muchas dificultades para calmarse después de un miedo extremo, ansiedad o ira. Además, las emociones puede cambiar de manera extrema y rápida, lo que hace que estas personas sientan que están viviendo en una montaña rusa emocional.
7. Desconfianza: Las personas con TLP tienden a sentir mucha desconfianza de aquellos que están a su alrededor, ya que creen que los demás están conspirando para hacerles daño o causarles un mal.

Estas son algunas de las sensaciones o pensamientos que pueden tener las personas con trastorno límite de la personalidad. Aun así, con ayuda y tratamiento, las personas con TLP pueden llevar una vida normal y construir relaciones significativas y saludables con los demás.

¿Cómo un TLP puede llevar una vida "normal"?

Además de acudir a terapia junto a un profesional de la salud mental, así como aceptar el apoyo por parte de los demás, existen algunos consejos que pueden ayudar a las personas con TLP a controlar los síntomas de este trastorno:

• Unirse a un grupo de apoyo: Acudir a un grupo de apoyo puede ayudar a las personas con TLP a reconocer mejor los pensamientos o emociones que pueden estar relacionadas con este trastorno.
• Aprende estrategias calmantes: En muchos casos, uno de los problemas de las personas que conviven con TLP es precisamente que padecen de emociones cambiantes y extremas. Por lo que, en estos casos, puede ser de mucha utilidad aprender diferentes estrategias para calmar tanto la mente como el cuerpo. Algunas de ellas pueden ser la práctica de atención plena, la meditación o poner el foco de atención a nuestros sentidos físicos para mantenernos conectados a tierra.
• Trabaja en tus relaciones: Una de las principales dificultades de las personas con TLP es precisamente mantener relaciones saludables. Por ello, es importante que si padeces de TLP intentes centrarte en construir y trabajar por mantener tus relaciones. Esto puede implicar aprender a no asumir lo peor, entender que las personas no te abandonarán y comunicarte mejor con los demás.
• Enfócate en tu salud: Hacer ejercicio, así como tener una buena dieta y centrarte en tu autocuidado, puede ser una buena manera de conseguir mantener un equilibrio emocional y psicológico.

Como vemos, vivir con TLP puede ser un desafío tanto por las personas que lo padecen como para quienes lo rodean. Aun así, con esfuerzo y trabajo junto a un psicólogo, las personas pueden acabar controlando sus síntomas y consiguiendo sentirse conectados tanto con ellos mismos como con los demás.

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