En fase experimental
¿Cuánto vale una palabra? ¿Cuánto una mirada? ¿Cuánto un silencio?
¿Cuánto un gesto? ¿Hay alguna manera de cuantificar objetivamente su impacto en el otro? ¿Se puede medir su efecto? ¿Debemos restringir nuestra actividad a lo “puramente científico”?
Es obvio que los problemas mentales tienen una faceta orgánica y bioquímica. Sería una necedad pretender renunciar a los beneficios que nos puede brindar una medicación adecuada. Pero también es cierto que el paciente necesita algo más que eso. Y creo que eso otro está más cercano a un proceso creativo (a veces algo artístico pero no necesariamente), y menos a algo medible o cuantificable. ¿Podría alguien poner en duda el poder transformador de una determinada novela para una determinada persona? ¿O de una canción? ¿O de una película? ¿Se le ocurre a alguien intentar cuantificar el cambio que han producido en nosotros para después clasificarlas en eficaces, probablemente eficaces, en fase experimental, etc.? Por supuesto que teoría y técnica son importantes, pero ¿es posible reducir a unas cuantas técnicas de escritura o a una secuencia armónica el poder transformador que se produce (o no) en el otro?
La herencia transmitida
Hace algunos años mi padre escribió una hermosa novela con tintes autobiográficos en la que el protagonista decía que una de las cosas que siempre había procurado hacer con sus hijos había sido el jugar con ellos lo máximo posible. Tengo ese recuerdo de mi padre, y se lo agradezco infinitamente. Ahora juega con sus nietos. Y yo con mi hijo. Todo lo que puedo. Porque, en efecto, creo que es una de las herencias más saludables, física y psíquicamente, que podemos dejar.
La psicoterapia, como decía Winnicott, también “está relacionada con dos personas que juegan juntas, y cuando el juego no es posible, la labor del psicólogo se orienta a llevar al paciente de un estado en que no puede jugar a uno en el que es posible hacerlo”. Ese jugar tiene siempre algo que ver con una experiencia creativa, y es probable que la creatividad no pueda enseñarse, se trata, más bien, de generar las condiciones que hacen posible su despliegue, lo que de un modo casi inevitable, lleva a desmontar esas configuraciones repetitivas en las que estamos inmersos y a construir nuevas experiencias.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD