7 Consejos para mejorar la relación entre los adolescentes y sus padres
¿Por qué los adolescentes y sus padres suelen tener una mala relación? ¿Qué hace que los adolescentes sean difíciles? Descubre cómo mejorar el vínculo con tu hijo/a adolescente.
La etapa de la adolescencia es una época de grandes cambios tanto físicos como psicológicos en las personas. De hecho, esta fase de nuestro desarrollo es muy importante para formar nuestra identidad como personas adultas. Pero, ¿Por qué la relación entre adolescentes y sus padres se ve afectada durante esta etapa?
¿Por qué existe una ruptura entre los adolescentes y sus padres?
- "Ya no sabemos qué hacer con él/ella"
- "Está siempre fuera de casa y no tenemos ni idea de lo que hace ni con quién está"
- "Los problemas en casa están afectando nuestra relación de pareja"
- "Nos da terror que se enganche al alcohol o a las drogas"
- "La convivencia se ha hecho insoportable"
- "Se pasa todo el día encerrado en su habitación sin hacer nada"
- "Ha pegado un bajón en los estudios importante"
Son algunas de las preocupaciones que manifiestan los padres de adolescentes. Y es que la tarea de la paternidad y la maternidad en esta etapa de la vida es especialmente difícil. Se trata de un periodo caracterizado por múltiples cambios: físicos, cognitivos, emocionales y sociales. Una etapa en la que se generan conflictos en el ámbito familiar y se hace muy difícil la convivencia. Porque un adolescente y un adulto son realidades distintas y, hasta cierto punto, incompatibles. De este modo, los adolescentes se separan de sus padres debido a lo siguiente:
- Necesitan formar su propia identidad: Una parte fundamental de la adolescencia supone romper psicológicamente con los padres para forjarse una identidad propia. El adolescente se aleja del microcosmos familiar, donde hasta ahora se sintió protegido y seguro, para adentrarse en un espacio nuevo, incierto y desconocido: el mundo de los adultos.
- Prefiere a sus amigos/as antes que a sus padres: En este camino, los iguales se convierten en su principal red de apoyo, con los que intentará encajar para sentirse parte integrante y evitar el rechazo.
- Necesitan romper con la relación con sus padres: A partir de ahí, romperán con todo lo que les dieron sus padres, para ir construyendo, pieza a pieza, su propia identidad. La manera de conseguirlo es justamente haciendo lo contrario a lo que los padres les dijeron que debían hacer.
- Necesitan aprender cosas nuevas, pero se les da muy mal calibrar los riesgos: ¿Cuál es el peligro de practicar sexo no seguro? ¿Hasta qué punto es peligroso conducir por una carretera mojada o con poca visibilidad? ¿Qué les puede pasar si toman drogas? De hecho, su forma de aprender a asumir riesgos es arriesgándose, con las consecuencias positivas y negativas que ello conlleva. En esto radica una parte importante de crecer. Todo ello les convierte en seres vulnerables, muchas veces desbordados por las circunstancias; en chicas y chicos cambiantes, impulsivos, temperamentales, desafiantes…
En esta etapa, los padres y madres se sienten confundidos y cuestionados en su rol de educadores. Es crucial pedir ayuda si los padres y madres necesitan entender cómo les afectan las conductas de sus hijos/as adolescentes, a interpretar qué es lo que está ocurriendo en sus relaciones con ellos y a tomar decisiones con respecto a sus propias actitudes y conductas para hacer cambios que les beneficien a ellos y a sus hijos. En definitiva, a perseverar en su rol educativo y a no tirar la toalla. Si durante esta etapa estás experimentando demasiadas dificultades con tu hijo/a adolescente, te recomendamos que acudas a un psicólogo/a profesional.
Pautas para padres de adolescentes
Existen una serie de consejos que te ayudarán a mejorar la relación con tus hijos/as adolescentes durante esta etapa de rebeldía:
- Tomar conciencia de que se trata de una etapa: Uno de los principales objetivos tienen que ver con la toma de consciencia sobre la dimensión adaptativa y funcional de la conducta de los chicos/as, para que el "niño desafiante y a veces insoportable" no les impida ver al "adolescente adaptativo".
- Aprender a perseverar en la labor educativa confiando en sus propias capacidades: decidir cómo quieren vivir esta etapa de la vida, qué estilo de padre/madre quieren ser con sus hijos/as y qué les impide colocarse en ese lugar.
- Otorgarles independencia: Es vital que los padres empiecen a aprender a darles autonomía de manera progresiva sin dejar de subrayar límites claros y precisos.
- Trabajar las propias emociones: Es normal que ante los adolescentes sean difíciles en algunas ocasiones. Pero es importante que los padres aprendan a manejar las propias emociones para actuar con mayor serenidad y firmeza
- Conversar abiertamente: Además, para construir un vínculo entre los adolescentes y los padres es relevante que estos aprenden a abrir nuevas conversaciones que les permitan acercarse a sus hijos y llegar a compromisos con ellos.
- Respeta su privacidad: Lo último que debe hacer un padre o madre es romper los límites de la privacidad con sus hijos/as. Hacerlo puede ser contraproducente, ya que dejarán de confiar en tus palabras y consejos.
- Apóyales en sus decisiones: Para construir un vínculo fuerte entre los adolescentes y sus padres es crucial que estos apoyen las decisiones de sus hijos/as. Siempre puedes darles consejos, pero nunca obligarles a hacer lo que realmente piensas que es lo correcto (siempre y cuando esto no sobresalga de las normas establecidas).
En definitiva, es importante disfrutar de una etapa única e irrepetible en las vidas de ambos, padres e hijos. Recuerda que la influencia que tengas en tus hijos/as depende de la calidad de la relación que construyas, no de tu poder. Es decir, en esta etapa no te ayudará amenazarlos, perder los estribos o incluso castigarles. De hecho, estos comportamientos tienden a incitar a los adolescentes a una mayor rebelión ante sus padres.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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