¿Qué hacer cuando mi hijo/a adolescente me falta al respeto? 5 Consejos ante los adolescentes problemáticos

Los adolescentes problemáticos son aquellos que acaban abusando del alcohol o las drogas, o que se vuelven violentos ante aquellas personas que los quieran ayudar a enfrentar sus problemas. Ante estos comportamientos, ¿qué pueden hacer los padres?

¿Por qué los adolescentes pueden ser problemáticos?

Los adolescentes pueden ser conflictivos debido a que su cerebro, que aún se está desarrollando, procesa la información de manera completamente diferente a como lo hace un adulto maduro. De hecho, la corteza frontal, la parte del cerebro que usamos para manejar emociones, tomar decisiones, razonas y controlar las inhibiciones, se reestructura durante la adolescencia.

Es por ello que a veces los adolescentes se comportan de manera impulsiva, toman malas decisiones, y acaban rebelándose contra sus padres y la sociedad. Aun así, a pesar de estos comportamientos que son desafiantes, debes tener en cuenta que los adolescentes continúan necesitando de tu atención y sentirse amados/as por sus padres.

¿Cuándo podemos considerar que los adolescentes son conflictivos?

A veces podemos considerar algunas actitudes propias de los adolescentes, a pesar de que sean negativas para ellos/as y para el entorno familiar. Algunas de las señales que pueden indicar que los adolescentes son problemáticos y requieren de ayuda son las siguientes:

1. Cambio de apariencia: Cuando un adolescente cambia por completo la apariencia por completo y de manera radical, puede ser una señal de alerta que indica que está experimentando ciertos problemas en la escuela o en otros ámbitos. La evidencia que puede ser clave es que presenten cortes, autolesiones o la pérdida o aumento de peso de manera extrema.
2. Comportamiento rebelde: Las discusiones son normales cuando convives con un hijo/a adolescente, pero cuando estas se vuelven demasiado intensas o incluso acaban con violencia, esto indica que estás ante un problema de comportamiento que debe abordarse. Sobre todo si estas peleas son muy constantes.
3. Cambios de humor: Los adolescentes suelen experimenta cambios de humor debido a las hormonas y su desarrollo, lo que puede comportar que estén irritables. Pero, los cambios rápidos en su personalidad, los problemas para dormir o la tristeza persistente pueden ser signos de que existe un problema de salud mental, como puede ser la ansiedad o la depresión.
4. Experimentar con alcohol o drogas: La mayoría de adolescentes probarán el alcohol y el tabaco. En algunos casos incluso experimentarán con otras drogas. Ante estos comportamientos propios de la adolescencia, es importante hablarlo abiertamente con ellos e informar sobre los riesgos que pueden tener estas conductas. Cuando el consumo de alcohol o drogas se vuelve muy habitual y estos acaban comportando problemas en la escuela o en casa, es importante que se trate de inmediato.
5. Influencia de amigos/as: Durante la adolescencia, los amigos/as se vuelven muy importantes. Pero, cuando se cambian rápidamente las amistades y estos fomentan un comportamiento negativo, esto debería hacernos saltar las alarmas. Por lo contrario, si los adolescentes pasan demasiado tiempo a solas, esto también puede indicar que está enfrentando problemas.

¿Qué hacer cuando mi hijo/a adolescente me falta al respeto?

Si estás lidiando con un adolescente problemático, es importante pedir ayuda de un profesional de la salud mental. Aun así, también te aconsejamos que tengas en cuenta lo siguiente:

1. Intenta acercarte a tu hijo/a adolescente: Aunque los adolescentes, sobre todo los conflictivos, mostraran mucha indiferencia hacia sus padres, la realidad es que estos siguen anhelando el amor, la aprobación y la aceptación por parte de sus padres. Por ello, debes intentar acercarte a pesar de que se muestren insatisfechos/as con ello. Por ejemplo, puedes proponerles hablar mientras desayunáis o encontrar algo que tengáis en común. Sobre todo debes escucharlos sin juzgarlos ni darles consejos, ya que lo que buscan los adolescentes es sentirse comprendidos/as y valorados/as por ti. Además, en algunas ocasiones debes estar preparado/a para el rechazo, porque a veces no estarán de humor para acercarse a sus padres.
2. Lidia con su ira: Para poder afrontar la ira de los adolescentes, debes establecer límites, reglas y consecuencias claras. Es decir, debes hablar de ello en un momento en que tus hijos/as estén tranquilos/as y acepten esta charla. Además, también debes analizar qué puede estar detrás de la ira, así como ser consciente de los desencadenantes que puede tener. Ante los arrebatos de ira de los adolescentes es vital que no las afrontes con agresividad, intenta estar tranquilo/a.
3. Reconoce los signos de depresión: Muchos de los comportamientos problemáticos de los adolescentes pueden indicar un trastorno depresivo. Algunas de las señales que pueden ayudarte a saber si tu hijo/a está ante una depresión son: los problemas en la escuela, el abuso de las drogas y el alcohol, la baja autoestima o incluso la violencia y el comportamiento temerario.
4. Ayúdales a encontrar equilibrio: Los adolescentes deben lidiar con muchos problemas, por ello, debes intentar ayudarles a conseguir cierto equilibrio ante esta etapa. Por ejemplo, puedes intentar que sus días estén más estructurados, comiendo junto a ellos/as en determinadas horas. Otra de las ayudas que pueden ser significativas es el ejercicio físico, ya que practicarlo de manera regular les ayudará a tener un mejor ánimo.
5. Cuídate: De nada sirve intentar afrontar la situación junto a adolescentes conflictivos si los padres están mal, anímicamente o emocionalmente. Por este sentido, es crucial que cuides de tu salud mental al lidiar con dificultades con tus hijos/as. Ante esta situación, es recomendable que te tomes un tiempo para relajarte todos los días, que aprendas a hablar de ello y que si tienes otros hijos/as no olvides darles su dosis de atención y cariño.

Si sientes que esta situación te está superando debes acudir a un psicólogo/a especializado en tratar estos casos. Además, debes tener presente que sean cuales sean los problemas que estés enfrentando junto a tu hijo/a adolescente, se pueden superar y acabar siendo un adulto/a con una vida feliz y equilibrada.

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