10 Signos de que tus malos hábitos pueden ser parte de un trastorno psicológico

Todo el mundo tiene actitudes o comportamientos que podrían considerarse malos hábitos. Pero, cuando estos hábitos de vida están demasiado presentes en nuestro día a día, esto podría ser una señal de que estamos ante un trastorno psicológico. Entonces, ¿Cómo saber si nuestros hábitos nocivos pueden formar parte de un trastorno? ¿cómo acabar con este tipo de hábitos?

¿Qué son los malos hábitos?

Los hábitos se pueden considerar problemáticos cuando interfieren en nuestra capacidad para completar tareas simples o rudimentarias con regularidad. Estos hábitos no saludables pueden acabar siendo el signo de un trastorno de la salud mental cuando la preocupación es tan intensa que acabas dejando de hacer cosas que disfrutas o empiezas a comprometer tu propio autocuidado personal.

Señales que tus malos hábitos son dañinos para tu salud mental

Existen algunos signos que pueden ayudarte a detectar si tus malos hábitos forman parte de un problema psicológico que deberías solucionar. Entre los más comunes, es importante que tomes conciencia de lo siguiente:

1. La frecuencia de estos hábitos nocivos ha aumentado: Normalmente, cuando las personas se dan cuenta de que tienen malos hábitos suelen intentar acabar con ellos. En cambio, si la frecuencia de estos tipos de hábitos ha aumentado demasiado, es posible que exista un trastorno psicológico detrás de él.
2. Interfiere en tu calidad de sueño: Cuando los malos hábitos interfieren negativamente en nuestras vidas, es muy posible que estemos ante un signo de un trastorno psicológico. Sobre todo, si estos acaban pasando factura en nuestro descanso y en la calidad de sueño.
3. Estás angustiado/a: Una señal reveladora de que los hábitos nocivos pueden ser parte de un trastorno psicológico es que estos hacen que estés experimentando de una angustia constante. Cuando una persona siente angustia, suele padecer de diferentes síntomas que son dolorosos o molestos a tal intensidad y constancia que acaban afectando a su día a día. Esta angustia también causa un deterioro, lo que implica que la persona tiene dificultades para funcionar en diferentes áreas importantes para su vida, ya sea en sus relaciones como en el trabajo.
4. Eres demasiado selectivo/a en la alimentación: La alimentación saludable se considera uno de los hábitos de vida más positivos pero cuando las personas desarrollan una obsesión alrededor de ello, esto en realidad puede señalar un trastorno psicológico.
5. Experimentas pereza o cansancio excesivo: Si llegas a un punto en que el cansancio o la pereza han tomado el control de tu vida más de lo que deberían, esto es una señal de que estás ante un posible trastorno psicológico. Estar cansando con frecuencia, así como experimentar muchas dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormidos/as, perder la motivación por las cosas o sentir menos placer, felicidad o alegría, pueden ser señales de que estés ante una depresión. Por otro lado, si experimentas agotamiento, así como de muchas dificultades para sentirte motivado/a o estás estresado/a la mayoría de las veces, es muy posible que tengas un trastorno de adaptación.
6. Tus relaciones son inestables o destructivas: Algunas personas pueden tener malos hábitos relacionados con los vínculos que tienen con los demás. Aunque nadie desea tener relaciones nocivas o tóxicas, la verdad es que muchas personas acaban experimentando este tipo de vínculos al menos una vez en sus vidas. Sin embargo, cuando muchas de tus relaciones son así, esto puede ser una clara señal de que estás ante un trastorno psicológico.
7. Estás hiperconectado/a: Tener la necesidad de estar ocupado/a todo el tiempo, concentrarse demasiado en los resultados o trabajar los siete días de la semana, no es una señal de estar muy motivado/a sino de que los malos hábitos relacionados con la ansiedad nos han dominado por completo. Además, este tipo de hábitos no saludables  también puede ser una señal de que estemos luchando con problemas relacionados con la autoestima o aquellos que acompañan a trastornos como la ansiedad y la depresión.
8. Te olvidas demasiado de las cosas: A todos se nos pueden olvidar ciertas cosas, pero cuando esto se ha vuelto una rutina en tu día a día, puede ser que estos malos hábitos impliquen algo más. Cuando una persona olvida habitualmente muchos de sus objetos más preciados puede ser que estemos ante un trastorno de déficit de atención.
9. Perfeccionismo excesivo: Las personas que dedican demasiado tiempo a ser la ‘imagen perfecta’ en cualquier instante pueden estar lidiando con un trastorno de ansiedad o una baja autoestima. De hecho, aunque parezcan hábitos de vida saludables, la realidad el exceso de perfeccionismo puede acabar siendo perjudicial para la salud mental de quienes tienen este tipo de comportamientos.
10. Piensas demasiado: ¿Sabías que pensar demasiado puede ser un problema serio? Pensar demasiado, sobre todo cuando estos pensamientos tienen una tendencia negativa, suele ser señal de no solo estar ante un mal hábito, sino de un trastorno psicológico que puede acabar perjudicando nuestra salud mental.

Estas son las principales señales que pueden ayudarte a identificar si tus malos hábitos son perjudiciales para tu salud mental. En el caso que te sientas identificado con muchos de estos signos, es importante que acudas a un psicólogo/a profesional.

¿Cómo acabar con los hábitos nocivos para nuestra salud?

Además de acudir a un profesional de la salud mental cuando los malos hábitos interfieren en nuestras vidas, también podemos seguir los siguientes consejos:

• Piensa sobre las recompensas: Antes de acudir a los diferentes tipos de hábitos que tienes en tu día a día, intenta pensar sobre las recompensas por hacerlo. Cuando se trata de malos hábitos la recompensa suele ser negativa.
• Enfócate en las compensaciones: Echa un vistazo a las compensaciones que tiene dejar de lado los malos hábitos. Intenta reemplazar estos malos hábitos por otros hábitos más beneficiosos para tu salud mental y física. Para ello, puedes realizar una lista de hábitos saludables y enfocarte en realizar aquellos que creas que pueden reemplazar estos malos hábitos.
• Descubre los factores desencadenantes: El primer paso para acabar con los malos hábitos es descubrir cuáles son los factores desencadenantes. Una vez te enfoques en estos factores, intenta identificar los comportamientos que se involucran con estos hábitos y crea un plan para poder aliviarlos.

Acabar con muchos de nuestros malos hábitos puede suponer un cambio radical para nuestras vidas, sobre todo si estos están relacionados con un trastorno psicológico.

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