¿Por qué tengo angustia? 7 Síntomas para identificar una crisis de angustia

Seguramente pienses que la angustia ha venido a ti por azar, por mala suerte, como "caída del cielo". Todo esto no tiene una explicación lógica, que simplemente un día sufriste el primer ataque y desde entonces estás así. Pues queridos y queridas, os tengo que decir que esto no es cierto.

Todo tiene un origen, todo tiene una explicación. Esta explicación a veces cuesta mucho encontrarla, incluso hay ciertas cosas en nuestro mundo que se escapan al alcance de nuestro entendimiento, pero la ansiedad sí tiene una explicación y conocerla es el primer paso para superarla. La angustia es una de las emociones más dolorosas que siente el ser humano, la palabra significa dolor o angustia extrema. Lidiar y sobrellevar esta emoción puede ser muy difícil, pero hay cosas que puede hacer para ayudar a disminuir el dolor y salir del otro lado. 

¿Qué es la angustia?

La angustia puede abarcar una serie de emociones diferentes, como trauma, dolor, tristeza, miedo y ansiedad. En muchos casos, la angustia puede referirse a tener un dolor intenso, incluso racional a una situación horrible. Alguien puede experimentar angustia al pasar por un divorcio o por la pérdida de un ser querido. 

Un evento traumático puede cambiarte como persona, especialmente si la angustia se prolonga lo suficiente. Las crisis de angustia a menudo vienen después de un evento traumático, lo que hace que afrontarlo sea aún más difícil. Cuando las personas son incapaces de hacer frente a la angustia, esto puede conducir a desarrollar de depresión y ansiedad. 

Síntomas de angustia

La angustia suele abarcar una amplia gama de síntomas y en muchas ocasiones está relacionada con la depresión y la ansiedad. Los síntomas más comunes de angustia son los siguientes:

1. Sentirse abrumado/a: Las personas con angustia suelen experimentar impotencia o desesperación, ya que se sienten desesperanzadas. 
2. Culpabilidad: La sensación de angustia también implica un sentimiento de culpa que no tiene una causa clara. 
3. Preocupación: Las personas que padecen de angustia pueden acabar pasando mucho tiempo con una preocupación excesiva e irracional.
4. Falta de concentración: La angustia emocional también es sinónimo de tener dificultades tanto para pensar o recordar ciertos eventos.
5. Dormir demasiado o muy poco: Experimentar de angustia también puede acabar afectando el patrón del sueño de los afectados/as.
6. Aislarse de personas y/o actividades: Al pasar constantemente por una sensación de angustia muchas personas pueden llegar a dejar de socializar e incluso evitar ciertos eventos. 
7. Fatiga: El cansancio extremo también puede ser una señal de que se está experimentando de angustia.

En muchos casos, los síntomas de angustia pueden variar por la presencia de otros trastornos de salud mental. Si crees que puedes estar en esta situación o esta sensación de angustia te está afectando demasiado, es importante que acudas a un psicólogo/a profesional.

Causas de la angustia emocional

Las principales causas de la angustia emocional suelen variar de un caso a otro, aunque por lo general, involucran una combinación de factores:

• Trauma: en algunos casos la angustia aparece debido a una experiencia o evento traumático, como puede ser la muerte de un ser querido o una separación amorosa.
• Estrés: Las personas que padecen de demasiado estrés, así como experimentan muchas preocupaciones alrededor de un tema, pueden llegar a experimentar de ansiedad y angustia.
• Problemas en las relaciones: Las personas que están atravesando una dificultad con alguien querido/a pueden experimentar de una sensación de angustia debido a ello. 

¿En qué consisten las crisis de angustia?

No voy a hablar de la ansiedad buena y la ansiedad mala, y tampoco sobre en qué consiste una crisis de angustia (antes denominada ataque de pánico). Os vamos a explicar de forma muy breve los orígenes. Seguramente la primera crisis de angustia esté precedida por una situación vital de estrés intenso como problemas laborales, problemas conyugales o familiares, algún tipo de problema personal, e incluso el consumo de drogas. Pero estos problemas no actúan solos, no son los únicos predisponentes de una crisis de angustia. Estas situaciones vitales estresantes confluyen con una vulnerabilidad biológica y psicológica que tiene la persona.

¿Por qué tengo angustia?

Hablamos de vulnerabilidad psicológica para referirnos a una tendencia de la persona a evaluar de manera más amenazante este tipo de experiencias y una carencia de recursos para hacer frente a ellas. Y por supuesto mencionar que las experiencias evolutivas tempranas son de vital importancia en el devenir de nuestra vida adulta. Es decir, si desde pequeños no aprendimos a hacer frente a este tipo de situaciones estresantes, de mayores no sabremos resolverlas.

Pues bien, cojamos estos elementos (situación vital de estrés intenso, vulnerabilidad psicológica, vulnerabilidad biológica y experiencias vitales tempranas) y metámoslos en una batidora. El resultado será un batido al que llamaremos "crisis de angustia".

De esta forma, queremos haceros entender que la ansiedad no es producto del azar o de la mala suerte, ha ido creciendo en vosotros poco a poco, y de la misma forma se irá, poco a poco. No os pongáis plazos, la ansiedad se supera de manera progresiva, y se supera, de eso no tengáis ninguna duda. Un conocimiento correcto es el primer paso para superar la ansiedad.

¿Qué hacer cuando tienes angustia?

Experimentar de angustia puede llegar a afectar muchos aspectos de nuestra vida. De hecho, las personas que tienen esta sensación de angustia pueden acabar sintiendo cualquier tarea como abrumadora e inmanejable. Puedes probar ciertas cosas para mejorar la angustia, como rodearte de un entorno más positivo o realizar de ejercicio. Además, puedes realizar lo siguiente para superar los sentimientos de angustia:

• Distraerte: Encontrar una actividad para distraerte puede ayudarte a manejar tanto la angustia como la tristeza asociada a este sentimiento. 
• Cuídate: La angustia a menudo hace que las personas experimenten pensamientos críticos y negativos hacia sí mismos/as. Esto puede acabar afectando al cuidado personal. En estos casos, es importante centrarse en dedicarse un tiempo para sí mismos/as.
• Practica la gratitud: Practicar la gratitud puede ayudarte a dejar de experimentar de angustia y ansiedad. Tomarse un tiempo para practicar la gratitud y encontrar cosas por las que podemos estar agradecidos/as es un método efectivo para lidiar con las emociones negativas y la angustia.

Angustia y su tratamiento

Cuando la angustia se vuelve insoportable y tiene un efecto profundo en tu vida, afectando tanto en la alimentación como en el sueño, es sinónimo de que requieres de la ayuda de un psicólogo/a profesional. De hecho, una de las maneras más efectivas de abordar la angustia es precisamente hablando de ella. 

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