Trastorno de la personalidad por dependencia: Síntomas, causas y tratamiento.

Tener a alguien que esté atento a nuestras necesidades puede ser un lujo pero… ¿y si es excesivo? Lee este artículo para descubrir qué es el TPD.

23 DIC 2021 · Última modificación: 21 ENE 2022 · Lectura: min.
Trastorno de la personalidad por dependencia: Síntomas, causas y tratamiento.

Todos y todas conocemos a alguna persona que suele dar más por los demás y que, en ocasiones, son excesivamente serviciales. Vivir dependiendo de los demás, de sus opiniones y de sus anhelos puede conllevar a la persona a olvidarse de sus deseos reales. Cuando esto se convierte en algo excesivo, suele generar muchos problemas en su entorno ya que se convierten en personas dependientes, incapaces de estar solas y de cuidarse a sí mismas. 

Se calcula que aproximadamente el 0,49% de la población general padece de trastorno de la personalidad por dependencia siendo normalmente más frecuente en mujeres que en hombres. Sin embargo, se cree que esta diferencia se debe principalmente a la cultura que se transmite en la mayoría de las sociedades ya que en las últimas décadas, con la incorporación de la mujer al mercado laboral, se ha apreciado una disminución de este tipo de conductas en el género femenino. 

¿Qué es el trastorno de la personalidad por dependencia?

El trastorno de personalidad dependiente (o TPD), al igual que los otros trastornos de la personalidad, suele caracterizarse porque los síntomas siguen un patrón estable en el tiempo y, normalmente, las personas que lo padecen no tienen consciencia de que sus comportamientos, pensamientos y emociones comportan un malestar a ellos mismos y/o a los demás. 

En concreto, el trastorno de la personalidad por dependencia se diferencia de los demás trastornos de la personalidad porque las personas que lo padecen suelen comportarse de manera pueril, es decir, su comportamiento es algo infantil e inocente. Son personas bastante inseguras e infravaloran sus capacidades tanto para tomar decisiones como para cuidar de sí mismas, hecho que les lleva a tener un miedo irracional al abandono. Es por este motivo que presentan una dependencia por los demás excesiva y que no es propia para la edad que tienen. 

Síntomas del trastorno de la personalidad dependiente: 

Según el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos mentales), para establecer un diagnóstico de este trastorno de la personalidad la persona debe tener como mínimo 18 años ya que un comportamiento dependiente antes de esa edad puede ser parte del desarrollo evolutivo normal. En concreto, según este manual, se deben cumplir como mínimo 5 de los siguientes síntomas y se deben dar en distintos contextos: 

  1. Dificultades para la toma de decisiones: Se suelen sentir incompetentes para tomar decisiones en cualquier ámbito de su vida por lo que sienten que necesitan de los demás para que sean ellos los que asuman las decisiones en los principales aspectos de su vida o necesitan la reafirmación excesiva de las personas que le rodean.
  2. Necesidad excesiva de los demás para asumir responsabilidades: Suelen tener diversos problemas si tienen que ocupar puestos de trabajo que exijan de mucha responsabilidad. Experimentan una gran sensación de malestar cuando tienen que asumir obligaciones, sobre todo cuando éstas van a ser evaluadas por los demás, razón por la cual prefieren puestos que impliquen obedecer más que dirigir.
  3. Incapacidad para expresar desacuerdo: Son personas que no suelen expresar su opinión, son excesivamente conformistas con todo lo que respecta a los demás. De hecho, son capaces de soportar algo que les molesta profundamente con tal de no contradecir a los demás y cuando se enfadan no suelen mostrarlo por miedo a que eso suponga la ruptura de la relación.
  4. Complicaciones para iniciar proyectos y/o ideas: Normalmente, iniciar proyectos les supone un gran malestar, no por falta de motivación sino por miedo a acabar muy cansados ya que la toma de decisiones les ocasiona una gran ansiedad e incomodidad.
  5. Actitudes de sumisión: Suelen tener comportamientos sumisos y el hecho de sentir miedo al abandono junto al sentimiento de incapacidad por el autocuidado, les lleva a no expresar sus opiniones ni sentimientos. De hecho, pueden llegar a sufrir abusos tanto físicos como psicológicos de aquellas personas de las que dependen.
  6. Necesidad constante de estar acompañado y/o en una relación: Presentan una tendencia del comportamiento marcada por el servilismo, es decir, por intentar complacer y predecir todas las necesidades de las personas que les rodean.  Piensan que si no encuentran a nadie que los ame serán siempre infelices e incapaces de valerse por sí mismos.
  7. Miedo al abandono y a la soledad: Tienen un excesivo miedo a ser abandonados, incluso cuando no hay ningún indicio de ello. Una ruptura suele ser una de las peores cosas que les podría ocurrir. De hecho, ese miedo también se da cuando se quedan solos en algún lugar ya que sienten que siempre necesitan de la ayuda de los demás para evitar que algo malo les suceda. 

Causas: 

En el caso de los trastornos de la personalidad, no se ha encontrado una evidencia clara de cómo los factores biológicos intervienen en el desarrollo de éstos. Sí que se ha podido constatar que hay ciertos factores ambientales que pueden influir en la aparición del trastorno dependiente de la personalidad. En concreto, son: 

  • Sobreprotección parental: Un estilo de crianza caracterizado principalmente por la sobreprotección en el que el niño o niña recibe cuidados excesivos, puede impedir que el menor desarrolle ciertas capacidades para funcionar de manera autónoma. Es por eso que en la etapa adulta se muestran excesivamente dependientes tanto física como psicológicamente.
  • Falta de motivación por competir durante la infancia y la adolescencia: El hecho de evitar los problemas durante la infancia y la adolescencia conjuntamente a una falta de motivación para competir, conlleva a que la persona no aprenda a resolver y gestionar los conflictos. A la larga puede suponer efectos negativos sobre el sujeto ya que puede provocar sentimientos de inferioridad e indecisión que, mantenidos en el tiempo, pueden desembocar en que la persona aprenda que es mejor ser pasiva y sumisa.
  • Seguimiento de los roles sociales: En ocasiones, no somos conscientes de cómo influyen los roles en nuestro comportamiento pero las expectativas sociales repercuten en como actuamos, sentimos y pensamos. El hecho de que haya más mujeres con TPD que hombres se debe en gran medida al patrón cultural que se transmite en la mayoría de sociedades. En concreto, entre las mujeres se suele reforzar comportamientos más dependientes y pasivos mientras que en los hombres se refuerzan aquellos que están relacionados con la autonomía. 

Tratamiento: ¿Se cura el trastorno de personalidad?

Como ya he comentado con anterioridad, los trastornos de la personalidad se caracterizan porque suelen ser estables en el tiempo pero eso no quiere decir que no se pueda obtener una mejora a través de la terapia psicológica. Concretamente, en el caso de este trastorno, el tratamiento que ha resultado ser más eficaz se basa en los siguientes aspectos: 

  • Aumento de la autoestima: Se lleva a cabo principalmente a través de técnicas como la reestructuración cognitiva y el entrenamiento en autoverbalizaciones para afrontar las distintas situaciones.
  • Desarrollar la capacidad de autonomía: El desarrollo de la independencia y la autonomía es fundamental para la mejora del TPD. Para conseguirlo se utilizan técnicas como el desarrollo de estrategias de autocontrol, entrenamiento en solución de problemas, etc.
  • Prevención de las posibles recaídas: Este aspecto se centra en entrenar a la persona a identificar aquellas situaciones que pueden suponer un riesgo así como practicar respuestas de afrontamiento. 

En ocasiones, nos podemos sentir culpables por no tener ciertas herramientas de gestión o por no ser de una determinada manera. Es importante saber diferenciar aquellos aspectos que podemos mejorar nosotros mismos de los que nos generan un gran malestar y nos impiden realizar aquellas actividades que nos gustaría llevar a cabo. En el último caso, es importante que cuando esto suceda, busquemos ayuda para poder aprender herramientas para gestionar aquellas situaciones que nos generan malestar. Todos y todas tenemos aspectos tanto positivos como negativos y no nos debemos sentir culpables por ser de una determinada manera ya que eso únicamente nos llevará a sentirnos peor con nosotros mismos y, por ende, no poder analizar las posibles soluciones. 

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Escrito por

Carolina Pascual Sanoner

Soy graduada en Psicología por la Universidad Autónoma de Barcelona con especialidad en psicología de la salud y psicología clínica de la edad adulta. Después de la carrera, realicé un máster oficial de psicología infantojuvenil, además de otros cursos de especialización. En la actualidad, me encuentro realizando el Máster General Sanitario.

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Bibliografía

  • American Psychiatric Association - APA. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5 (5a. ed.5.). Madrid: Editorial Médica Panamericana.
  • Caballo, V,. López, C. y Bautista, R. (2004). El trastorno de la personalidad por dependencia. En V. Caballo (ed.), Manual de trastornos de la personalidad. Descripción, evaluación y tratamiento (pp.215-230). Madrid: Editorial SíntesisLinares, J.L. (2007).
  • La personalidad y sus trastornos desde una perspectiva sistémica. Clínica y Salud, 18 (3), 381-399. https://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1130-52742007000300008&script=sci_arttext&tlng=en

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