Motivación intrínseca: 6 Métodos para impulsarnos a través de nuestro interior
¿Qué es la motivación intrínseca? ¿Cuál es la diferencia entre la motivación intrínseca y la extrínseca? Descubre el poder de la motivación que llega intrínsecamente y cómo promoverla.
La motivación intrínseca es aquel comportamiento que está impulsado a través de nuestras recompensas internas. Por lo tanto, esta energía intrínseca procede de nuestro interior debido a que aquello que hacemos es satisfactorio para nosotros mismos.
Este impulso intrínseco se contrasta con la motivación extrínseca, es decir, aquellas acciones o comportamientos que realizamos solo para obtener recompensas externas o para evitar un daño. De esta forma, de entre estos dos tipos de motivación, la intrínseca se refiere a aquellos actos que hacemos porque los percibimos como interesantes. En cambio, lo extrínseco necesita de un ingrediente exterior para poder permitir que consigamos nuestros objetivos.
¿Qué es la motivación intrínseca?
Dentro de la psicología, existen dos tipos de motivación que se distinguen en función de aquellas recompensas que son internas o externas. Cuando nos referimos a la motivación intrínseca, los psicólogos hacen referencia a aquella motivación que ocurre cuando las personas actúan sin ninguna recompensa externa. La motivación, por lo tanto, surge de lo intrínseco ya que lo vemos como una oportunidad para explorar, disfrutar y aprender junto a nuestro potencial.
¿Por qué surge la motivación intrínseca?
Dentro de la comunidad científica existen algunas teorías diferentes para explicar cómo funciona y porque surge la motivación intrínseca. La teoría más reconocida para reconocer la fuente de energía de lo intrínseco se basó en explicar las necesidades y los impulsos de las personas. Por una parte, experimentar hambre o sed son necesidades que nos impulsan a perseguir nuestra capacidad de supervivencia.
De la misma forma que existen necesidades biológicas como las que hemos nombrado, las personas también tienen ciertas necesidades psicológicas que deben satisfacer para poder desarrollarse y prosperar. Es de ahí donde surge la motivación intrínseca.
Diferencias entre la motivación intrínseca y extrínseca
Principalmente, la diferencia que hay entre la motivación intrínseca y extrínseca es que en la primera la fuente de la acción viene dado por una energía interior. En cambio, la extrínseca requiere de un elemento que está en el exterior de nosotros. Las investigaciones alrededor de estas dos motivaciones han demostrado que cada una de ellas tiene un efecto diferente en nuestro comportamiento.
Según los estudios alrededor de lo intrínseco y de lo extrínseco, ofrecer recompensas externas por aquel comportamiento que ya es gratificante de por sí puede reducir nuestra motivación intrínseca. Este fenómeno es denominado efecto de la sobrejustificación.
La motivación extrínseca no es algo malo de por sí, de hecho puede ser muy beneficiosa en algunas situaciones. Por ejemplo, estos tipos de motivaciones pueden ser muy útiles cuando las personas necesitan completar una tarea que resulta desagradable de por sí.
¿Por qué es beneficiosa la ‘motivación positiva’?
En muchos casos, motivarse intrínsecamente es asociado a una motivación más positiva. La razón de ello es que cuando la fuente de nuestro comportamiento surge desde adentro, las personas suelen presentar una actitud más positiva hacia la tarea o acción que deben realizar.
Además la diferencia entre lo intrínseco y extrínseco es que este último requiere de un factor externo, es decir, que dependemos de los demás o de lo exterior para poder conseguir nuestros objetivos.
Las acciones o comportamientos motivados intrínsecamente suelen ser más beneficiosas para nuestra salud mental, ya que las recompensas que se obtienen son en base a emociones positivas para el individuo.
¿Qué hace que tengamos más motivaciones intrínsecas?
Existen una serie de factores que promueven que sintamos más motivaciones intrínsecas que extrínsecas. De esta forma, potenciar este tipo de aspectos puede hacer que las personas sientan más energía cuando están sin ganas de hacer nada. Según los psicólogos, la motivación intrínseca tiene los siguientes factores.
- Curiosidad: Cuando sentimos curiosidad las personas nos motivamos para explorar ya prender sobre nosotros y nuestro alrededor.
- Desafío: Ponerse desafíos es propio de las personas que se motivan intrínsecamente. De esta forma, a través de estos tipos de motivaciones las personas pueden trabajar a un nivel más óptimo.
- Control: El control es el deseo básico de poder controlar lo que nos sucede y lo ejercemos intentando usar la motivación para tomar decisiones que afecten a nuestros resultados.
- Reconocimiento: Todos los individuos nacen con la necesidad innata de ser apreciados por la gente que les rodea. En estos casos, las personas usan la idea del reconocimiento como una motivación intrínseca hacia sus objetivos.
- Cooperación: Gracias a cooperar junto a los demás las personas nos sentimos más unidas a los otros. Esta también es una faceta de la motivación intrínseca.
- Competencia: La competencia es cómo nos evaluamos a través de nuestras acciones. La motivación surge entonces de intentar hacer bien una tarea para validar nuestra capacidad para hacerla.
- Fantasía: Las fantasías implican el uso de imágenes mentales para poder estimular nuestro comportamiento intrínseco.
¿Cómo tener más motivación intrínseca?
Es obvio que fomentar una mayor motivación intrínseca es beneficioso no solo para nuestra salud mental sino para conseguir todos los objetivos que nos planteamos. Por este motivo, existen una serie de métodos que puedes aplicar a tu día a día para hacer que tu comportamiento esté más motivado por lo intrínseco que por lo extrínseco.
- Busca la diversión: A pesar de que estés delante de una tarea que parezca aburrida siempre puedes cambiar la perspectiva para que parezca mucho más interesante. De este modo, si estás trabajando siempre puedes focalizarte en aquello positivo para fomentar una motivación intrínseca.
- Encuentra un significado: Cuando le otorgamos un significado profundo a lo que realizamos, es decir un propósito que tenga valor para nosotros, nuestra motivación es completamente intrínseca. Por lo tanto, sea cuál sea la tarea a la cual te estés enfrentando, intenta darle un sentido más profundo para ti.
- Tómatelo como un desafío: En vez de buscar las recompensas a través de elementos externos, intenta ver en cada tarea que realices una forma de desafiarte a ti mismo/a. Piensa que gracias a ellas podrás desarrollar una habilidad, es decir, que mejorarás como persona.
- Ayuda a los demás: Experimentar la gratitud de los demás es una forma de fomentar una actitud más intrínseca. La razón de ello es que a través de estos pequeños halagos te sientes mejor contigo mismo/a y puedes ver lo que te rodea con más positividad.
- Crea una lista: Para poder tener más motivación intrínseca una buena idea es hacer una lista sobre aquellas cosas que siempre has querido hacer. Una vez la tengas, es importante que cada día dediques un tiempo a intentar dar pasitos para conseguir esos objetivos.
- Usa la visualización: Antes de empezar cualquier tarea, visualiza un momento en el que te sentiste orgulloso/a y realizado/a y concéntrate en los sentimientos positivos que experimentas mientras realizas la tarea.
A veces las personas no podemos acceder a nuestra motivación intrínseca porque existe un problema dentro de nosotros. Por este motivo, si crees que este es tu caso o sientes que no estás lo suficientemente motivado, quizá sea una buena decisión acudir a un psicólogo profesional. Sólo a través del trabajo interno conseguiremos la motivación para conseguir todo aquello que deseamos.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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