¿Soy 'mala madre' o 'mal padre'? 8 Actitudes dañinas para tus hijos/as
¿Qué actitudes podemos considerar propias de 'mala madre' o 'mal padre'? ¿Cómo aprender mejores habilidades de crianza? Descubre los comportamientos dañinos para tus hijos/as.
Es obvio que todas las madres y todos los padres quieren lo mejor para sus hijos/as. A pesar de ello, este instinto de intentar hacer lo mejor para los niños/as puede acabar conduciendo a ciertos comportamientos de crianza que incluso pueden ser perjudiciales para el desarrollo social y psicológico. De hecho, tener actitudes de ‘mala madre’ o ‘mal padre’ no suele ser intencional y por suerte siempre se pueden deshacer estos errores. Entonces, ¿Cómo saber qué comportamientos son malos para nuestros hijos/as?
¿Qué es el síndrome de la 'mala madre'?
El rol de la madre es muy complejo. Pro esta razón, son muchas las madres que sienten que son criticadas por sus habilidades de crianza, algo que en lugar de beneficiar a la madre hace que padezca de más estrés e inseguridades. De hecho, estos consejos que no son 'solicitados' acerca de la manera en la que tratan sus hijos puede ser incluso percibido como que están haciendo un mal trabajo como madres.
En estos casos, el síndrome de la 'mala madre' se trata de un término que se usa para definir a una madre que siente que puede ser 'mala' debido a las elecciones o actitudes que hace ante sus hijos/as, lo que acaba generando sentimientos de egoísmo y culpa. Ya sea por no saber cómo responder o tratar a sus hijos/as o por sentir agotamiento, existen muchos casos en que las madres pueden sentirse frustradas.
Ante estos sentimientos es importante recordar que nadie es perfecto y mucho menos ante las responsabilidades de ser padres. Entonces si sientes que eres una 'mala madre', te recomendamos que intentes tener en cuenta cuáles pueden ser buenas o malas actitudes ante los niños así como evitar estresarte por 'no hacerlo bien'.
¿Soy ‘mala madre’ o ‘mal padre’?
En la mayoría de los casos, no existen ni buenas ni malas madres o malos padres, solo comportamientos que pueden ser peores o mejores para nuestros hijos/as. De hecho, cuando nos referimos a una actitud propia de ‘mala madre’ o ‘mal padre’ nos referimos a aquellas palabras, reglas o castigos que pueden llegar a dejar un impacto negativo en los niños/as. De esta forma, algunos de los signos que pueden indicar una falta de habilidades ante la crianza son los siguientes:
- Evitar o descuidar al hijo/a: Un comportamiento propio de ‘mala madre’ o ‘mal padre’ es precisamente descuidar a los niños/as tanto emocionalmente o físicamente. Esto implica ignorar las necesidades que pueden tener a nivel emocional o física, como puede ser los abrazos, dejarlos sin supervisión, o no escucharlos cuando lo necesitan. Este tipo de negligencia, aunque puede ser realizada de manera inconsciente debido a la falta de tiempo de los padres, puede acabar afectando a la salud mental o al desarrollo social de los niños/as e incluso causar estragos a nivel psicológico.
- Abuso físico o verbal: Exponer a los niños/as a la violencia física o al abuso verbal puede ser muy perjudicial para su bienestar. De hecho, algunos padres pueden llegar a descargar sus frustraciones con los hijos/as sin incluso darse cuenta. Este tipo de abuso, sea verbalmente (como insultos) o físicos (como cachetadas) puede hacer que los niños/as acaben perdiendo la confianza con sus padres e incluso desarrollen un complejo de inferioridad.
- Dar un mal ejemplo: A veces, aunque no tengamos actitudes propias de ‘mala madre’ o ‘mal padre’ o de habilidades de crianza mejorables, la realidad es que a veces es nuestra forma de comportarnos la que está dando un mal ejemplo para nuestros hijos/as. Por ejemplo, si sueles gritar o usar malas palabras frente a los niños/as, entonces es natural que ellos/as también acaben haciéndolo. De hecho, los estudios muestran que los hijos/as de los fumadores, bebedores o drogadictos suelen tener más probabilidades de empezar a experimentar con estas sustancias a una edad temprana.
- Favoritismo: Una de las actitudes más dañinas para los niños/as es mostrar cierto favoritismo entre un hijo/a u otro/a. De hecho, como resultado de este tipo de comportamientos propio de una mala madre o mal padre (es decir, padres con falta de habilidades de crianza) el niño/a puede llegar a desarrollar una depresión más adelante en sus vidas. Además, en estos casos, no importa si eres el niño/a elegido o no, la realidad es que la percepción de recibir un trato desigual acaba suponiendo efectos perjudiciales para todos los hermanos/as.
- Actitud autoritaria u opresora: Es cierto que en la mayoría de los casos, un padre o una madre sabe qué puede ser mejor para sus hijos/as, pero algunos padres imponen sus decisiones sin considerar los intereses de los niños/as. Algunos, incluso, llegan a ser tan controladores que acaban proyectando sus propios sueños y ambiciones incumplidas a sus hijos/as.
- Actitud financiera irresponsable: Un comportamiento propio de mala madre o mal padre es precisamente o bien responder a todos los caprichos de los niños/as o, por el contrario, ser demasiado tacaño. Por un lado, los niños/as más privilegiados o mimados pueden no darse cuenta del valor real del dinero y como resultado pueden acabar teniendo malos hábitos alrededor de ello.
- Dar demasiados mimos o tener ser sobreprotector/a: Aunque puede parecer contradictorio, la realidad es que mimar demasiado a nuestros hijos/as puede acabar haciendo que este se vuelva demasiado exigente y dependiente de los demás. Además, este tipo de padres o madres suelen acabar sobreprotegiendo demasiado a sus hijos/as hasta tal punto que incluso pueden interferir en sus actividades. En estos casos, los niños/as pueden acabar sintiéndose incapaces de cuidar de sí mismos/as, y hasta volverse ansiosos e incapaces de tomar sus propias decisiones.
- Falta de confianza con los niños/as: Algunas frases de ‘malas madres’ o ‘malos padres’ pueden ser aquellas en las que no se establece una confianza con los niños/as. Es decir, aquellas actitudes que acaban demostrando que los padres o madres creen más en los demás que en sus propios hijos/as.
Estos son algunos de los comportamientos propios de ‘malas madres o padres’. Aun así, debemos recordar que en la mayoría de los casos este tipo de actitudes son debidas a una falta de habilidades de crianza. Por lo tanto, los padres pueden aprender a mejorar estas habilidades.
¿Cómo podemos afectar a los niños/as con nuestra actitiud?
Las consecuencias de una ‘mala crianza’ pueden llegar a tener repercusiones a largo plazo en los niños/as. Principalmente, podemos destacar los siguientes efectos negativos:
- Falta de empatía hacia los demás: Los niños/as se comportan con los demás de la misma forma en la que sus padres los tratan. Por lo tanto, si un niño/a es tratado con indiferencia, es muy probable que muestre una falta de empatía hacia los demás.
- Dificultades en las relaciones: Esto puede ser debido a que debido a la actitud de los padres, los niños/as pueden acabar experimentando una baja confianza en sí mismos. Esta falta de seguridad puede dificultar las relaciones con los demás.
- Desarrollo de ansiedad y depresión: Los estudios demuestran que los niños/as que experimentan una mala crianza durante la infancia suelen tener un mayor riesgo tanto de desarrollar ansiedad como depresión durante la edad adulta.
- Trauma: Algunos comportamientos por parte de los padres pueden llegar a comportar traumas para los niños/as.
- Comportamientos delictivos: Los padres que se sobrepasan con los castigos físicos puede hacer que los niños/as acaben pensando que está bien usar estos comportamientos con los demás.
Estos son algunas de las consecuencias que pueden comportar actitudes que relacionamos a ‘malas madres’ o ‘malos padres’. Aun así, esto no significa que seas mal padre o madre, simplemente que debes mejorar tus habilidades de crianza. Si crees que debes aprender más sobre ello, te recomendamos que visites a un psicólogo/a profesional.
¿Cómo evitar la presión ante la maternidad y la paternidad?
Es normal que ante una responsabilidad tan grande como es la crianza, muchos padres y madres acaben creyendo que están haciendo determinadas cosas mal. Ante estos sentimientos, es vital que tengas en cuenta lo siguiente:
- Ten más confianza en ti: Todos tenemos fortalezas y debilidades. En el caso de sentir dudas sobre ti, es importante que empieces a actuar con más seguridad. Como resultado, tanto tú como tus hijos/as sentiréis más seguridad y estaréis más tranquilos y felices.
- Evita las fuentes de estrés: Si bien es probable que experimentes de estrés como padre o madre, existen diferentes formas de reducir la cantidad de estrés en tu vida. De hecho, te recomendamos que realices lo siguiente: evita a las personas negativas que no te apoyan, encuentra un sistema de apoyo, comparte las responsabilidades de la casa con la pareja y deja que tus hijos/as hagan las cosas por sí mismos.
- Intenta ser optimista: Trata de ver el lado positivo de las cosas. Si tienes este tipo de actitudes, es probable que tus días salgan mejores. Aun así, no debemos caer en la trampa de ser optimistas sin ver la realidad de los acontecimientos.
- No te cargues demasiado: Asumir demasiadas responsabilidades te conducirá inevitablemente al agotamiento, lo que hará que te sientas peor y estés más estresado/a. Ante ello, es importante saber establecer límites y aprender a defenderlos.
- Descansa lo suficiente: Como padres debemos recordar los descansos. Sobre todo dormir lo suficiente es esencial para nuestra salud mental y física. Por lo tanto, es vital respetar estos descansos.
- Toma tiempo para ti mismo/a: Los padres también deben tener su propio espacio para evitar el agotamiento. Tener tiempo para disfrutar a solas es una de las claves para nutrir tus necesidades y recargar tu energía.
- No tengas miedo para pedir un consejo: Todos los padres tienen dudas. Así que no dudes en pedir consejos si crees que tienes algunas habilidades de crianza a mejorar o sufres de algún problema personal. En algunas ocasiones quizá sea recomendable acudir a un psicólogo/a profesional para abordar estos pensamientos negativos.
- Sé realista: No establezcas expectativas demasiado altas para tus habilidades de crianza ni te compares con otros padres. Solo recuerda que nadie es perfecto y que el desarrollo de una persona es más difícil de lo que parece. Todo el mundo puede tener un mal día.
¿Cómo mejorar nuestras habilidades de crianza?
Nunca es demasiado tarde para mejorar nuestras habilidades de crianza. De este modo, te recomendamos que tengas en cuenta lo siguiente para ser mejor padre o madre:
- Establece un vínculo emocional: Los padres y madres no solo son los ‘guardianes’ de los niños/as, sino que además también son una de las claves emocionales para los pequeños/as. Por lo tanto, es importante ir más allá de las comodidades materiales e intentar establecer una relación emocional con los hijos/as.
- Abstente de gritar o golpear al niño/a: Aunque algunos niños/as tienen tendencia a ser traviesos, es crucial no perder la paciencia con ellos/as. Como resultado, debes intentar controlar los arrebatos de tus hijos/as de una manera más razonable, es decir, sin gritarles ni golpearles.
- Explica las razones de tus instrucciones: Cuando exijas ciertos comportamientos o actitudes, es relevante explicar la razón detrás de estas instrucciones de manera que el niño/a lo pueda entender.
- Establece reglas y haz partícipe a tu hijo/a: Si crees que es necesario establecer ciertas reglas, es vital que hagas partícipe al niño/a de estas nuevas normas. Hacer que forme parte de esta discusión fomentará su autoestima.
- Deja que tenga diversas opciones: Que los niños/as tengan opinión es fundamental para su buen desarrollo psicológico. Por ello, ante un problema, puedes dejarles diversas opciones para que ellos/as también tengan cierto control ante una situación.
- Escúchalos: Escuchar a sus hijos/as cuando le están contando algo es fundamental. Desde su día a día hasta todos sus logros.
- Da buen ejemplo: Tu actitud también es crucial para que tus hijos/as desarrollen buenos hábitos. Por lo tanto, es el momento de mejorar algunos de los comportamientos que creemos que deberíamos remediar en nosotros.
Ser ‘mala madre’ o ‘mal padre’ es una consecuencia de aquellas acciones que pueden acabar dañando psicológicamente a los niños/as. De hecho, en muchos casos suelen ser actos inconscientes por parte de los padres. Aun así debes saber que todas estas actitudes se pueden remediar y que en todos los casos es imposible no cometer algún error. Por suerte, con esfuerzo, los padres pueden aprender habilidades de crianza que mejorarán el desarrollo de sus hijos/as.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
Yo siento que doy el 200 porciento con mi hija mi hogar y mi trabajo no me siento apoyada por mi esposo solo recibo críticas, y mucha falta de apoyo a veces pienso que sería mejor divorciarme porque estoy cansada solo tenemos una niña de 6 años algún consejo
Mi madre tiene la mayoría de estas actitudes hacia mis hermanos pequeños y hacia mi. Que tendría que hacer en este caso?