¿Cómo ser más empático/a? 5 Consejos para mejorar esta habilidad

La empatía es una habilidad con la que no nacemos, se forja poco a poco en nuestra evolución vital cuando la vamos introduciendo y requiere esfuerzo y práctica llegar a dominarla, aunque hay personas a las que les sale de una forma más natural que a otras. Ahora bien, ¿Cómo podemos trabajarla?

¿Qué es la empatía? Significado

La palabra empatía es un concepto técnico que cada vez se usa más por la sociedad pero muchas veces la gente confunde la simpatía con la empatía o las utilizan como sinónimos cuando no lo son.

Todos sabemos más o menos lo que significa la simpatía, es un sentimiento por el cual encontramos agradable a la otra persona y nos apetece estar con ella según su manera de ser o comportarse. Sin embargo, la empatía no tiene nada que ver con eso. La empatía es la habilidad que tiene una persona para ponerse en el lugar de otra persona, valorar lo que puede sentir o pensar el otro por muy alejado de uno mismo que esta persona se encuentre. Es decir, no se trata de sentir el sentimiento del otro sino de entender cómo se siente el otro y hacer que se sienta comprendido.

La empatía se trata de la capacidad de comprender lo que sienten los demás, es decir, ponerte en la perspectiva del otro e imaginarse uno/a mismo/a en su lugar. Una persona empática puede entender, por lo tanto, las emociones y sentimientos de aquellos que lo rodean. Ser empático o empática no es una respuesta universal, es decir, cada persona tiene un grado de empatía diferente a los demás. 

¿Qué es ser empático? Señales de empatía

Existen una serie de señales que pueden ayudarte a ver si realmente eres una persona empática. Entre las características más comunes, podemos destacar las siguientes: 

1. Escuchas a los demás: Ser empático o empática implica saber escuchar los que demás dicen. De esta forma, las personas empáticas saber escuchar y dejar que los otros expongan sus palabras. 
2. Te cuentan los problemas: Al ser empático/a muchas personas suelen acudir a ti para contarte tus problemas ya que sabes escuchar. 
3. Entiendes cómo se sienten los demás: Los empáticos/as pueden entender cómo se sienten las personas. Por lo tanto, captan las emociones y el significado que estás tienen. 
4. Piensas en cómo se sentirán los demás: Las personas empáticas suelen tener pensamientos alrededor de cómo se sentirán los demás. 
5. Te sientes abrumado/a por catástrofes: Al sufrir de una catástrofe, una persona empática puede sentirse abrumada por eventos trágicos.
6. Intentas ayudar: Cuando alguien es empático o empática suele intentar ayudar a las personas que están sufriendo o que requieren cierto apoyo. 
7. Detectas a la honestidad: Alguien empático suele poder detectar cuándo una persona está siendo honesta o no. 
8. Pocos límites: A algunas personas empáticas les resulta difícil establecer límites en las relaciones con las otras personas. 

Estas son algunas de las características de las personas empáticas. Además, tener mucha empatía también hace que te preocupes tanto por el bienestar como para la felicidad de los demás. Sin embargo, también puede comportar sentirse abrumado/a en ciertas situaciones, así como sobreestimulado/a por sentir demasiadas emociones. En estos casos, es recomendable acudir a la visita de un psicólogo/a profesional. 

Tipos de personas empáticas

Existen distintos tipos de empatía diferente:

• Empatía afectiva: Ser empático o empática de manera afectiva implica comprender las emociones de otra persona y responder adecuadamente. Esta comprensión emocional puede llevar a que nos preocupemos por el bienestar de las otras personas. 
• Empatía somática: Este tipo de empatía implica experimentar una reacción física como respuesta a lo que otra persona está experimentando. Es decir, las personas empáticas de este tipo pueden experimentar físicamente lo que siente otra persona. 
• Empatía cognitiva: Implica poder comprender el estado mental de otra persona y lo que podría estar pensando como una respuesta a una situación concreta. 

¿Cómo ser más empático o empática?

Si deseas ser más empático/a, existen una serie de consejos que puedes seguir para poder mejorar esta habildad:

1. Escucha atentamente y de forma activa a la otra persona: Cuando alguien te cuenta sus preocupaciones es habitual sentirse identificado y decir frases como: "pues a mí me pasó lo mismo", cuando muchas veces esa frase lo que persigue es que puedas hablar de tu experiencia y no de la suya. Es importante escuchar lo que te están diciendo sin hablar de ti y por supuesto sin cortar el discurso de la otra persona. Escuchar lo que te dice el otro, respetar sus tiempos e interesarte por saber más hace que la persona se sienta comprendida.
2. Pregunta para saber más: Cuando uno hace escucha activa lo más normal es que surjan dudas sobre el tema. No te cortes y pregunta todo aquello que quieras saber. Eso hará que la persona sienta que tiene el espacio para poder hablar y sentirá que te preocupas por él/ella. Acompaña esa escucha y preguntas con un lenguaje verbal abierto. Siéntate frente a la persona y mírale a la cara, evita cruzarte de brazos y manda mensajes de escucha como parafrasear lo que dice. Por ejemplo: "dices que llevas días sin hablarte con tu pareja y eso te hace sentir muy sola. Entiendo lo que me estás diciendo y lo sola que te debes sentir".
3. Evita las frases muletillas como: "todo se solucionará", "no te preocupes", "no pasa nada", "no pienses más", etc. Aunque tu intención sea la de calmar al otro, estas frases lo que hacen es cortar la conversación de la persona que se está desahogando contigo. Lejos de sentirse comprendido, lo que puede pensar el otro es que lo que está diciendo es pesado o tiene que cambiar de tema. Frases como: "debe ser duro" o "no puedo imaginarme por lo que debes estar pasando" son más acertadas, ya que ayudan a que la persona siga desahogándose.
4. Intenta pensar y sentir como lo hace él o ella: Este paso es complicado puesto que requiere ponerte en sus zapatos. No pienses en lo que harías tú, lo que pensarías tú o lo que sentirías tú. Piensa en su sistema de valores, cómo ha sido educado/a, lo que considera que es importante, y a partir de ahí habla desde lo que creas que le puede venir bien escuchar, el consejo que le iría bien recibir.
5. Evita los consejos típicos: Frases como "tú lo que tienes que hacer es…" o "a ti lo que te pasa es…" es mejor evitarlas. La empatía no requiere que le soluciones los problemas a la gente. A veces simplemente la escucha es la mejor ayuda. Esos consejos que das amablemente se pueden percibir como falta de comprensión y casi como un sermón. Frases del estilo: "para ti es muy fácil, que tú no lo estás viviendo" es probable escuchar como respuesta a un consejo bienintencionado.

Si sigues estas pautas poco a poco observarás que tu habilidad de ser empático/a se va desarrollando. Verás que las conversaciones con los otros son más profundas y sentirás que la conversación fluye más.

"Mira con los ojos del otro, escucha con los oídos del otro y siente con el corazón del otro".

Alfred Adler

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