La importancia de las emociones: ¿Cómo nos afectan?

No existen emociones buenas o malas por sí mismas, muy por el contrario las emociones nos entregan información muy valiosa acerca de los procesos que estamos viviendo y cómo nos estamos enfrentando a estos. Con un trabajo de acompañamiento profesional, podemos aprender a gestionarlas, pero no podemos evitar que surjan. Todas tienen un fin, vienen a decirnos algo que debemos escuchar.

¿Para qué sirven las emociones?

Como decimos, el problema no son las emociones en sí, sino la manera en cómo las gestionamos. En esencia, toda emoción constituye un impulso que nos moviliza a la acción. La propia raíz etimológica de la palabra da cuenta de ello, pues el latín "movere" significa moverse y el prefijo e denota un objetivo. La emoción significa "movimiento hacia". Un conocimiento práctico y real de las emociones implica permitir que las emociones nos afecten y entender cómo reaccionamos de forma espontánea a cada una de ellas.

Si actuamos de forma automática sin entrar en contacto con la emoción, evitamos sentir ciertas sensaciones desagradables pero, al mismo tiempo, nos perdemos información necesaria para comprender el significado de aquello que nos afecta y encontrar estrategias y recursos que nos ayuden a hacer frente a la situación.

Conversar con la emoción o con el síntoma (por ejemplo la ansiedad) nos ofrece respuestas sobre cómo actuar y qué estrategias colaboran en la resolución del conflicto. Tomar conciencia de la función de una emoción y respetarla es un primer paso para desbloquear una situación difícil de gestionar.

Definimos la inteligencia emocional como un conjunto de habilidades entre las que destacan el autocontrol, el entusiasmo, la empatía, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo. Si bien una parte de estas habilidades pueden venir configuradas en nuestra genética, y otras tantas se desarrollan durante los primeros años de vida, las investigaciones demuestran que las habilidades emocionales se pueden entrenar y desarrollar a lo largo de la vida.

Funciones de las emociones

Las emociones tienen un papel muy importante tanto en la manera en la que pensamos como en la forma en la que nos mostramos delante de los demás. Tanto es así que la importancia de las emociones radica fundamentalmente a como estas nos llegan a dominar en nuestro día a día. Para lograr a entender las emociones y sentimientos ligadas a ellas, es esencial comprender cuáles son los componentes de la emoción. De esta forma, podemos observar tres partes dentro de las emociones:

• Componente subjetivo: La subjetividad es la forma en la que experimentas una emoción. La manera en la que estas te manipulan para que puedas ver la realidad es consecuencia de tu forma de ser y subjetividad. 
• Componente fisiológico: La manera en la que reacciona nuestro cuerpo, es el denominado componente fisiológico de la emoción. Estas sensaciones pueden llegar a afectar a la parte subjetiva de las emociones. 
• Componente expresivo: Finalmente, el componente expresivo es el único que podemos llegar a controlar ante una emoción. Se trata de cómo nos comportamos en respuesta a nuestras emociones. 

Estos son los diferentes elementos que configuran nuestras emociones. Tanto es así que en función de estos tres componentes se presentarán o te afectarán de una forma u otra las emociones y sentimientos ligados a estas.

¿Por qué son importantes las emociones?

Existen muchos motivos por los que podemos otorgar una gran importancia de las emociones. A pesar de que estas se pueden clasificar en emociones básicas y secundarias la realidad es que sea la emoción que sea, estas te influyen en muchos ámbitos de tu vida diaria. Principalmente, las emociones nos pueden ayudar en los siguientes aspectos. 

1. Motivación: Las emociones son la base de cualquiera de las motivaciones que nos mueven en nuestro día a día. Tanto es así que para enfrentarte a todos los tipos de sentimientos que estas provocan, debemos saber cómo motivarnos hacía el lado positivo de cualquier acontecimiento. Es decir, la clave es usar las emociones para aumentar la probabilidad de sentir aquellas que nos empujan hacia nuestras metas y objetivos. Por otro lado, estas también nos pueden motivar a sufrir ciertas patologías psicológicas como la ansiedad o la depresión. Por ello, la motivación juega un papel muy relevante en nuestra lista de emociones. 
2. Nos ayudan a evitar el peligro: Las emociones básicas y secundarias nos permiten confrontar un peligro inminente. A parte de ser una de las funciones de las emociones más fundamentales, la realidad es que si no se tiene un control de estos sentimientos, puede llegar a manipular la visión con la que vemos la vida. Por otro lado, las emociones pueden motivarnos a actuar con rapidez y tomar acciones que maximixan nuestra supervivencia y éxito.
3. Tomar decisiones: Las emociones tienen un papel crucial en la toma de decisiones. De esta forma, ciertas investigaciones han revelado que las personas que tienen un tipo de daño cerebral pueden tener afectadas tanto la capacidad para experimentar emociones como la habilidad de tomar buenas decisiones. Existen muchas situaciones en las que nos creemos que nuestras decisiones están solamente guidas por la lógica y la racionalidad. Pero en la realidad, las emociones juegan un papel clave en cada una de nuestras tomas de decisiones. 
4. Nos conectan con los demás: Una de las funciones de las emociones es precisamente conectarnos con los demás. Tanto es así que estas no pueden ayudar a comprender al prójimo y hacer que los otros nos entiendan. Cada una de las señales emocionales que enviamos a los demás permiten que nuestros seres queridos nos ayuden y puedan aproximarse aún más a nosotros. 
5. Empatía: Los demás también nos dan información sobre sus emociones y sentimientos a través de sus expresiones faciales. Por ello, una parte importante de las emociones es precisamente la que nos permite conectar e este nivel con los prójimos. 

Estos pueden ser algunos de los motivos por las que las emociones son importantes en nuestro día a día. Tener la capacidad de expermentarlas y saberlas gestionar es vital para poder disfrutar de la vida. En muchos casos podemos recurrir a un psicólogo profesional para trabajar en ellas. Las emociones y la realidad están más conectados de lo que a primera vista nos puede parecer.

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