¿Qué es el trastorno de conversión? Principales síntomas, causas y tratamiento

El trastorno de conversión se trata de una afección que implica experimentar de síntomas físicos pero no tener ninguna lesión y/o enfermedad que los permita explicar. De hecho, en estos casos puede suceder que nuestro cuerpo convierta una experiencia de estrés emocional y psicológica en una respuesta física, a pesar de que no exista ninguna señal fisiológica que pueda explicarlo.

¿Qué es el trastorno de conversión?

El trastorno conversivo o trastorno de conversión es una condición psicológica que causas síntomas que parecen ser neurológicos, como puede ser parálisis, la dificultad para hablar o los temblores, pero sin causas orgánicas obvias o conocidas. En muchos casos, el trastorno de conversión se parece mucho a un trastorno somático pero se diferencian debido a que en el síndrome conversivo no existe un trastorno orgánico de base que pueda explicar los síntomas.

Síntomas del síndrome conversivo

Generalmente, los síntomas aparecen de manera repentina y acaban afectando la función motora o sensorial. Además, también pueden desaparecen de forma instantánea, sin ninguna razón fisiológica. Normalmente, los síntomas físicos del trastorno de conversión a menudo describen la forma en la que nuestro cuerpo lidia con el estrés no resuelto así como con las emociones no expresadas que desencadenaron el trastorno. Es decir, los síntomas del trastorno de conversión suelen ‘distraer’ a la persona de la presión emocional que experimenta. Principalmente, podemos destacar dos tipos de síntomas, motores y sensoriales. De esta forma, existen las siguientes señales ante un trastorno conversivo:

• Temblores
• Ceguera o visión doble
• Sordera o problemas de audición
• Alteraciones en la coordinación
• Episodio de falta de respuesta
• Pérdida del equilibrio
• Anosmia: Pérdida del sentido del olfato
• Anestesia: Pérdida del tacto
• Afonia: Pérdida de la voz
• Entumecimiento o pérdida de la sensación del tacto
• Ataques o convulsiones
• Dificultad para hablar o incapacidad de hablar
• Dificultad para tragar o sensación de un nudo en la garganta

Estas son algunas de las principales señales de que podrías estar ante un trastorno de conversión. Ante la presencia de estos síntomas, es importante acudir a un médico y a un psicólogo/a profesional. Para que a una persona se le diagnostique del trastorno conversivo, debe padecer al menos un síntoma de deterioro sensorial o motor, así como que estos síntomas no estén causados por una condición neurológica, enfermedad física o uso de sustancias y además, estos síntomas deberían asociarse con una angustia significativa.

Causas del trastorno conversivo

Aunque las causas exactas del trastorno de conversión aun no tienen una explicación completa, las investigaciones apuntan a que podría ser causado por un flujo anormal en diferentes áreas de nuestro cerebro.

El trastorno de conversión también puede ser una reacción psicológica a un evento altamente estresante o a un trauma emocional. Además, este trastorno no necesariamente se desarrolla después de un desencadenante, sino que puede afectar días o semanas anteriores al problema que lo ha causado. Otras causas que pueden influir en el desarrollo de un trastorno conversivo son las siguientes:

• Personalidad perfeccionista: Las personas que se exigen mucho o que sienten mucha presión pueden experimentar de un trastorno conversivo debido al estrés asociado a ello.
• Familiares con trastorno de conversión: Los individuos con parientes próximos con un trastorno conversivo tienen más probabilidades de desarrollarlo.
• Padecer de un trastorno: Aquellas personas con un trastorno como puede ser la ansiedad, el trastorno de identidad disociativo o un trastorno de ánimo pueden acabar sufriendo de este síndrome conversivo.
• Trauma: Haber padecido de un trauma también puede hacer que las personas tengan más probabilidades de sufrir de un trastorno de conversión.

Las investigaciones también apuntan a que las personas con el trastorno conversivo tienen tendencia a no regular bien sus emociones.

¿Cuál es el tratamiento del trastorno de conversión?

Por suerte, el trastorno conversivo no es de por vida. Aun así, una crisis conversiva requiere del tratamiento de un profesional de la salud mental y de un médico para afrontar todos sus síntomas:

• Psicoterapia: Se ha descubierto que la psicoterapia, incluida la terapia individual o grupal, y sobre todo a través de la terapia cognitivo-conductual (TCC), ayuda a las personas con trastornos de conversión a reconocer los factores que podían haber desencadenado sus síntomas y aprender nuevas formas de lidiar con ellos.
• Fármacos: Los médicos pueden recetarte un medicamento contra la ansiedad o los sentimientos de estrés que causa el trastorno de conversión.
• Fisioterapia: La fisioterapia se usa a menudo con personas con el trastorno conversivo sobre todo en aquellos casos en los que existan ciertas limitaciones en el movimiento, ya sea por problemas en la coordinación, el equilibrio o debido a una debilidad en las extremidades.

¿Qué hacer ante una crisis conversiva?

Además de recibir un tratamiento para el trastorno de conversión, puedes adoptar algunos cambios saludables en el estilo de vida que te permitan controlar y lidiar con el estrés y/o la ansiedad que causan los síntomas asociados a esta condición:

• Estilo de vida saludable: Comer una dieta equilibrada, dormir lo suficiente o realizar ejercicio físico puede ayudarte a lidiar con los síntomas asociados a un trastorno conversivo.
• Fomentar las relaciones positivas: Liberarte de las preocupaciones asociadas a malas relaciones con los demás puede aliviar la ansiedad y el estrés que pueden causar este síndrome conversivo.
• Practicar técnicas de relajación: El yoga, la meditación o la relajación muscular progresiva pueden aliviar muchos de los síntomas asociados a los trastornos conversivos.

Los trastornos de conversión están muy relacionados con un malestar que no logramos afrontar de la mejor manera. Por este motivo, ante los síntomas de este tipo de trastorno, es vital acudir cuanto antes un psicólogo/a profesional para recibir un tratamiento y abordar el problema que tanto daño nos está causando tanto mental como físicamente.

Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.