Síndrome del Burnout: ¿Cómo dejar de estar quemado por el trabajo?

El síndrome de Burnout o síndrome del quemado se basa en una serie de síntomas relacionados con el estrés cronificado a nivel laboral que puede tener graves repercusiones tanto físicas como psicológicas para la salud de quien lo padece. Se conoce sobre todo el estrés del trabajador, pero también existe este síndrome en casos de cuidadores de algún familiar enfermo y/o dependiente, donde el cuidador dedica mucho de su tiempo a los cuidados de la persona dependiente y aparecen los mismos síntomas depresivos y ansiosos.

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¿Qué es el síndrome de Burnout?

El origen del burnout se produce a partir de un periodo largo y continuado de estrés. La persona sufre estrés crónico y siente poco apoyo por parte de los otros, además de padecer unas elevadas exigencias y expectativas (ya sean autoimpuestas o heteroimpuestas) y/o un ritmo por encima del que puede desempeñar.

La sensación que tiene la persona que sufre del síndrome del quemado o burnout es de que nunca hay tiempo y se acumulan las tareas, sensación de ir siempre tarde y por más que se hace, nunca es suficiente ni se está al día. Por tanto, la persona se exige o le exigen en exceso y siente una elevada responsabilidad en cuanto a sus funciones, provocándose así una gran sobrecarga emocional añadida a la sobrecarga de tareas.

Las personas más propensas a sufrir el burnout laboral o personal son aquellas que priorizan el bienestar de los demás al propio, son muy autoexigentes, personas a las que les cuesta delegar o no saben decir que no, personas inseguras y que tienen una autoestima baja y personas que se dedican a ramas de la salud, docentes y en general, personas que tratan con otras personas.

Podríamos decir que el síndrome de burnout y su definición tiene una relación muy intrínseca con el nivel de vida que tenemos actualmente, debido a la rapidez y la inmediatez a la que estamos sometidos en la actualidad. 

Síntomas del Burnout

Una persona quemada por su trabajo o por su situación personal no aparece de la noche a la mañana. El síndrome del trabajador quemado o burnout es un trastorno emocional que aparece gradualmente. De esta forma, esta patología psiquiátrica o psicológica se produce pasando por las siguientes fases. 

1. Fase de la luna de miel

Al emprender una nueva actividad las personas experimentan una alta satisfacción laboral que va acompañada por una gran energía y creatividad. En esta primera fase del síndrome del burnout la persona puede experimentar cierto estrés debido a la iniciativa que está emprendiendo y las ganas que tiene de que ello funcione. Durante esta fase del síndrome de estar quemado se tienen los siguientes síntomas:

• Satisfacción laboral
• Asumir mucha responsabilidad fácilmente
• Niveles de energía sostenidos
• Optimismo excesivo
• Compromiso
• Ganas de probarse a sí mismo
• Creatividad fluida
• Altos niveles de productividad

 2. Inicio del estrés

En la segunda etapa del burnout laboral o personal, los individuos con este trastorno emocional empiezan a tomar conciencia de que existen días donde el agotamiento acaba causándoles ciertos estragos. De esta forma, se empieza a desvancer el optimismo del principio y empiezan a revelarse otros síntomas como los siguientes.

• Incapacidad para concentrarse
• Irritabilidad
• Insatisfacción en el trabajo
• Falta de sueño o reducción de la calidad del sueño.
• Falta de interacción social
• Menor productividad
• Ritmos cardíacos inusuales
• Ansiedad
• Evitación de la toma de decisiones
• Cambio en el apetito o la dieta.
• Fatiga

3. Estrés crónico

La tercera etapa del denominado síndrome del quemado empieza a tener síntomas de agotamiento físico y mental mucho más visibles. Tanto es así que la persona que padece el efecto burnout empieza a experimentar estrés con demasiada frecuencia. Principalmente durante esta etapa de estas enfermedades psiquiátricas se suele caracterizar por lo siguiente. 

• Falta de aficiones
• Plazos de trabajo perdidos y / u objetivos
• Cansancio persistente por las mañanas
• Enfermedad física
• Procrastinación en el trabajo y en casa
• Retrasos repetidos al trabajo
• Resentimiento
• Retraimiento social de amigos y / o familiares
• Ira o comportamiento agresivo
• Apatía
• Agotamiento crónico
• Disminución del deseo sexual

4. Burnout

La cuarta etapa ya supone estar de lleno en el burnout como síndrome. De esta forma, todos los síntomas de este trastorno emocional pueden llegar a ser críticos para la persona que los sufre. En muchas ocasiones continuar con normalidad no es posible en este estado mental ya que cada vez se vuelve más difícil de afrontar. Los síntomas propios del síndrome de estar quemado por el trabajo son los siguientes.

• Sentirse vacío por dentro
• Obsesión por los problemas en el trabajo o en la vida.
• Perspectiva pesimista sobre el trabajo y la vida
• Los síntomas físicos se intensifican y / o aumentan
• Dudas
• Aislamiento social
• Cambios de comportamiento
• Dolores de cabeza crónicos
• Problemas crónicos del estómago o del intestino
• Descuido total de las necesidades personales

5. Burnout habitual

Cuando una persona sufre una de estas enfermedades psiquiátricas debido al síntome de burnout, esto puede llegar a desencadenar en una depresión laboral o personal. Además se llegan a intensificar tanto los síntomas que la persona acaba viéndose a sí misma de esta forma. Tanto es así que un individuo quemado por el trabajo o por circunstancias personales experimenta un problema mental, físico o emocional contínuo. Esta última etapa del burnout se caracteriza por los siguientes síntomas. 

• Tristeza crónica
• Depresión
• Síndrome de burnout
• Fatiga mental crónica
• Fatiga física crónica

¿Cuáles son las consecuencias de sufrir Burnout?

El síndrome de burnout puede causar una serie de consecuencias en la persona que lo sufre. Tanto es así que en muchos casos donde este es crónico puede llegar a producir cambios en la personalidad y en la salud mental de la persona quemada. 

• Sentirse agotado o abatido constantemente

La falta de control de la situación, las elevadas expectativas y las múltiples tareas que se acumulan debido al síndrome del burnout acaban provocando que la persona no desconecte de su trabajo o funciones de cuidador. Pasa la mayor parte del día trabajando, incluso fuera de su horario laboral y eso provoca agotamiento físico y mental, lo cual puede llevar a estados de ánimo depresivos, apatía y ausencia de actividad.

• Sentimiento de fracaso o inutilidad

Estar quemado durante periodos largos de tiempo acaba provocando la sensación de ser una persona fracasada porque nunca se cumplen las expectativas ni se llega a los objetivos marcados y por tanto, la sensación de ser un/a inútil es frecuente.

• Estado de nerviosismo constante

Pese a que el estado emocional puede ser depresivo, el nivel de actividad que se tiene provoca que la persona vaya siempre corriendo, con prisa y con varias tareas a la vez. Esos nervios se pueden manifestar de forma externa o experimentarlos a nivel interno, sentir un nudo en el pecho, palpitaciones, respiración acelerada aunque se esté en reposo, etc. De esta forma, este síndrome laboral o personal puede llegar a causar estragos físicos en la persona quemada. 

• Irritabilidad elevada

Los periodos prolongados de estrés, las elevadas exigencias y los nervios continuados provocan que la paciencia sea escasa, y por tanto, la persona se descubre haciendo estallidos de agresividad, dando respuestas tajantes y demasiado directas o teniendo más conflictos de lo esperado con la gente de su alrededor. En el caso de los cuidadores, es habitual perder los nervios con la persona cuidada y dar respuestas inapropiadas que provocan sentimientos de culpa posteriormente. El efecto burnout es tal que la persona puede llegar a actuar de maneras contrarias a como lo haría en sus plenas capacidades. 

• Insomnio, falta de apetito o ingesta compulsiva

Si no puedes desconectar y estás todo el día con nervios debido al síndrome de estar quemado, cuando acaba el día no es menos y el momento de dormir se convierte en un sinfín de vueltas en la cama. La cabeza no para de pensar en todo lo que se ha hecho y en lo que falta por hacer y aparecen desórdenes alimentarios como ingesta de alimentos a deshora, olvidarse de comer por la falta de apetito o comer de forma compulsiva como una manera de relajarse.

• Falta de concentración y bajo rendimiento

La sensación de ir a tope constantemente provoca que la atención no esté del todo enfocada y por tanto, la concentración no es óptima. Se producen olvidos, despistes y bajo rendimiento como consecuencia de esa falta de atención e hiperactividad. Muchas personas acaban teniendo un sentimiento causado por una frustración personal debido a estas características del burnout. 

• Problemas de comunicación

En muchas ocasiones la persona no sabe decir que no, se sobrecarga y evita el conflicto, por lo que la comunicación no es correcta y cuando se hace, puede aparecer en forma de estallido pasivo-agresivo, es decir, aguantar hasta que no se puede más y decirlo de una manera poco asertiva. De esta forma el síndrome de burnout puede llegar a aislarte del resto del mundo e intensificar todos sus estragos en la salud mental. 

• Abuso de psicofármacos o sustancias

El insomnio, el estado de ánimo deprimido, la ansiedad, etc, pueden provocar que la persona sienta la necesidad de medicarse para aguantar el ritmo. A veces debido a los estrafos de una de estas enfermedades psiquiátricas o psicológicas se produce un abuso de fármacos y en otras ocasiones la manera de no pensar tanto, de desconectar o de dejar de sentir es abusar de tóxicos como el alcohol, el cannabis o la cocaína.

• Problemas físicos

Aumento o pérdida de peso, úlceras, migrañas, desórdenes gastrointestinales, problemas cardiovasculares, etc entre otros, son problemas asociados al Síndrome de Burnout.

• Bajas laborales y/o pérdida del trabajo

Todo ese estado es difícil aguantarlo durante mucho tiempo, por lo que la persona acaba necesitando una baja laboral, pero como no sabe gestionarse de otra manera, al volver la situación es igual o peor y se encadenan bajas o se pierde el trabajo como consecuencia del bajo rendimiento. De esta forma, el síndrome del quemado puede desencadenar en otras patologías psiquiátricas o psicológicas más problemáticas.

• Empeoramiento de las relaciones sociales

Las personas con Burnout suelen llevarse trabajo a casa y sentir que tienen poco tiempo de ocio, por lo que las relaciones sociales se descuidan y se pueden perder amistades importantes.

• Dificultades en la vida familiar

Problemas de pareja o con los familiares más cercanos son habituales. Si la persona no desconecta, está más irritable y además no tiene ganas de nada, los problemas de pareja o con los familiares pueden ser el pan de cada día. De esta forma, todos los síntomas de agotamiento por estrés por Burnout llegar a causar una gran repercursión no solo en la vida de la persona quemada sino también en sus seres queridos más allegados.

Si crees que sufres de estas consecuencias debidas a los síntomas de la ansiedad laboral causadas por el síndrome del burnout, es vital que consultes con un psicólogo profesional para remediar todos sus estragos. 

Consejos para afrontar el burnout

Regular tus expectativas, valorar tus logros, exigirte un poco menos, aprender a delegar, hacer las tareas de una en una, mejorar tu autoestima, imponerte un horario, permitir que los demás te ayuden, organizarte mejor, dedicar un tiempo al ocio, al área social y al área familiar y de pareja, aprender a decir que no, ser asertivo/a, etc. Todos esos cambios provocarán mejoras en tu estado de ánimo y por

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