¿Por qué es importante nuestra actitud? Los 4 tipos de actitudes que existen
¿Qué es realmente la actitud? ¿Por qué es importante tener una buena actitud? Descubre cómo mejorar tu actitud y los beneficios de tener un tipo de comportamiento más positivo.
Nuestra actitud ante los desafíos de la vida nos define en muchos aspectos. Tanto es así que existen ciertos grupos de actitudes que nos permiten ser más exitosos a nivel personal como profesional. Pero, ¿Se puede cambiar realmente nuestras actitudes personales?
¿Qué es la actitud?
La actitud en psicología se define como una tendencia aprendida a evaluar los acontecimientos que nos rodean de una cierta manera. Esto incluye nuestra percepción sobre las personas, los problemas, los objetos o los eventos que nos suceden.
A pesar de la creencia popular, la actitud es un sentimiento adquirido. Según los estudios, nuestras actitudes son una mezcla entre las creencias y sentimientos que tenemos sobre las distintas situaciones, ideas específicas o las otras personas que nos rodean.
Componentes de la actitud
Nuestra actitud está determinada por ciertos factores que nos influencian. Entre los más relevantes existen los siguientes.
- Componente cognitivo: se trata de los pensamientos y las creencias sobre un tema en cuestión.
- Componente afectivo: Los diferentes tipos de actitud que tenemos también se determinan a través de aquello que nos hace sentir un objeto, persona, problema o evento.
- Componente de comportamiento: Las actitudes que tenemos influyen de una forma específica a nuestra forma de actuar ante los demás.
Tipos de actitudes
Existen tres tipos básicos de actitudes que podemos tener las personas en nuestro día a día. Cada uno de estos ejemplos de actitudes suponen una forma de afrontar los retos o dificultades que existen en nuestro alrededor.
1. Actitud positiva
Las personas que mantienen una actitud positiva suelen pensar en lo bueno que les rodea y ver la oportunidad en los errores o malas rachas que se nos pueden presentar. Según la psicología, este tipo de actitudes de una persona acaban afectando positivamente todas las áreas que rodean al individuo en cuestión. Estos tipos de actitudes acaban siendo sinónimo de las siguientes características.
- Confianza
- Felicidad
- Sinceridad
- Determinación
2. Actitud negativa
La actitud negativa es una de las formas de comportamiento que la mayoría de personas tienden a evitar. Esto sucede ya que al tener una de estas actitudes en la vida, las personas suelen ignorar aquello bueno que les puede suceder y dar demasiada importancia a lo malo. Los efectos de tener estos tipos de comportamiento son los siguientes.
- Ira
- Dudas constantes
- Frustración
3. Actitud neutral
La mentalidad neutral es el tipo de actitud más común. En estos casos, la mayoría de personas tienden a ignorar sus problemas y a esperar que otra persona se los solucione. Es decir, el ejemplo de las actitudes neutras es la pereza y la falta de emoción.
4. Actitud de Sikken
A pesar de que estos tipos de actitudes no son muy conocidas, la realidad es que se trata de una de las más destructivas. Las personas con esta actitud suelen ser muy negativas por todo lo que les rodea, pero a la vez también reflejan esta negatividad en los demás. Por lo tanto, suelen ser más agresivas y críticas con las personas que las rodean.
La actitud te puede definir o destruir. Todos buscamos una actitud positiva en nuestras vidas. Pero, por suerte, nuestras actitudes se pueden mejorar. Para conseguirlo necesitamos de mucho trabajo interior, en consecuencia, siempre puedes acudir a un psicólogo profesional para que te ayude en ello.
¿Por qué la actitud es tan importante?
Tener una actitud más positiva en la vida determina mucho tus probabilidades de éxito. De hecho, disponer de una buena actitud tiene los siguientes beneficios psicológicos.
1. Éxito profesional y personal
En muchos casos, tener mejores actitudes personales puede ayudarte a ser tu mejor versión. De este modo, puedes escalar más en el ámbito profesional si dejas atrás una actitud más negativa. De la misma forma ocurre en el ámbito personal. Además, la mayoría de las personas prefieren la compañía de alguien positivo que negativo.
2. Mejor toma de decisiones
Al tener una actitud más positiva, las personas pueden ver mejor las oportunidades o tomarse los desafíos como un reto. Por lo tanto, la actitud te ayuda a tomar mejores decisiones en la vida.
3. Más motivación
La motivación es fundamental para conseguir más felicidad y sentido en tu vida. Al practicar mejores actitudes personales, las personas pueden experimentar más motivación en todos los ámbitos de su vida.
4. Mejora de las relaciones
Como hemos dicho, las personas suelen preferir aquellos individuos que sean un ejemplo de actitudes más positivas. La razón es que al estar al lado de estas personas, los demás se sienten mejor.
5. Manejo del estrés
En la actualidad, el estrés es una de las patologías que más nos afecta a nivel mental y físico. Tanto es así, que es una de las razones que más contribuye en nuestra calidad de vida. Con una mejor actitud, las personas pueden mejorar su gestión del estrés.
6. Más autoestima
Tener unos u otros tipos de actitudes determina en muchos casos el nivel de autoestima que podemos tener. Por lo tanto, si cambias tu actitud, tu autoestima también puede aumentar. La razón de ello, es que afrontar las cosas desde otra perspectiva también hará que mejores la autopercepción que tienes de ti mismo/a.
7. Salir de la zona de confort
Al tener una actitud más positiva, las personas pueden ser más propensas a tener la mente más abierta, nuevos retos y desafíos. Por lo tanto, se permitirán salir más de su zona de confort y podrán experimentar más felicidad en sus vidas.
La actitud determina mucho como te afrontarás a tu día a día. Por eso, es importante trabajar en ella ya sea con tus recursos o a través de un psicólogo profesional. Cambiarla hará que tu vida interior y exterior mejore en todos los aspectos.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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