Inmersión en el momento con Mindfulness

Vivir en modo Mindfulness es poner atención plena a lo que está sucediendo en el aquí y ahora. Es poner nuestros sentidos en el momento de manera consciente y con el foco hacia el presente.

25 AGO 2015 · Última modificación: 26 OCT 2020 · Lectura: min.
¿En qué consiste el mindfulness?

¿Para qué sirve el Mindfulness?

Haz una pausa en el tiempo. Detente a escuchar lo que te dice el lenguaje de tu cuerpo. Si lo necesitas cierra los ojos para centrar toda tu atención en ti. Dedica unos segundos a sentir lo que hay debajo de tu piel y que te permite funcionar en el mundo. Conoce cómo está tu presencia aquí y ahora. ¿Tus músculos te dicen que estás tenso o relajado? Lleva tu atención a los movimientos de la respiración y nota el ritmo de sus latidos en tu cuerpo. Acompaña a las ondas de aire en su recorrido desde tus fosas nasales a los pulmones y guíalas hasta su exhalación.

Piérdete en su rutina de desplazamientos a través de tu interior y síguela con atención en su camino. Piérdete en esa sensación de bienestar de estar en sincronía con tu respiración, en equilibrio con ella. Ahora amplifica tus sentidos para captar todos los ángulos de este momento. Busca los aromas del instante con tu nariz y describe los olores que te rodean. Disfruta de estas sensaciones nuevas que estás descubriendo en este instante.

Luego abre los ojos, si los tuvieras cerrados, porque los vas a usar como nunca antes, con atención plena, intentando captar el más mínimo detalle que de otra forma pasaría desapercibido. Descubre nuevos matices a través de esta nueva mirada de atención plena a tu alrededor. Mira con los ojos de un niño que ve por primera vez con curiosidad el mundo que le rodea. Explora el lugar donde te encuentras y hazlo sin juzgar aquello que ves, tan sólo observando, como si fuese la primera vez. Si quieres cierra los ojos de nuevo, es el turno de prestarle toda tu atención a lo que captan tus oídos.

Quédate con los sonidos del ambiente, nota lo diferentes que son unos de los otros, trata de describirlos también, sumérgete en el mundo sonoro que forma parte de este momento. Si despierta en tu cuerpo alguna sensación atiéndela también, descubre de qué se trata, acéptala, sin entrar a valorarla, simplemente nótala en ti. Siente el gozo y la tranquilidad de colaborar activamente con el presente, estando plenamente en él, observándolo conscientemente, sintiendo su presencia, aquí y ahora.

Este que acabamos de hacer es un ejercicio de Mindfulness o Atención Plena. Se trata de guiar la atención a través del cuerpo y utiliza los sentidos para captar el momento en todo su esplendor. La práctica de Mindfulness es una forma de aprender a vivir en el aquí y ahora que nos enseña a aceptar la realidad tal y como se presenta en el momento. Es una actividad no reflexiva por lo que no admite interpretaciones ni juicios de valor. La actitud que se adopta desde Mindfulness es la de mente de principiante con la curiosidad de un niño conociendo por primera vez aquello que forma parte de su mundo.

Durante la misma es normal que aparezcan pensamientos, sentimientos, emociones que serán aceptadas como tal y se experimentarán también bajo el foco de la atención plena. El Mindfulness acoge todas estas experiencias con amabilidad y se acerca a ellas para contemplarlas. La práctica nos permitirá describirlas, ponerles nombre y desarrollar la habilidad de darnos cuenta cuándo se presentan y de qué manera lo hacen. La atención plena es el medio por el que mente y cuerpo cooperan al servicio de nuestro bienestar.

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¿Qué es Mindfulness?

Mindfulness es más que una práctica meditativa o técnica de relajación. Es un estilo de afrontamiento hacia la vida que se rige por los principios de atención plena al presente, aceptación de la experiencia, no crítica, sin prejuicios y de apertura al mundo exterior. Entrenar en Mindfulness implica guiar la atención hacia aquello a lo que uno tiene intención de atender, con conciencia plena, y hacerlo en la realidad del aquí y ahora. Es una actividad de reorientación hacia el momento presente, que nos aleja de otros tiempos que no pertenecen a la realidad inmediata. Nos dice que todo lo que necesitamos lo tenemos aquí y ahora, que lo tomemos tal y como se presenta, con el conocimiento que nos brinda para actuar de acuerdo a nuestros valores.

La mente de principiante se opone a la mente de mono cuya rutina es saltar del presente al pasado o al futuro. Nos ponemos en la piel de un niño descubriendo sus primeras experiencias en el mundo, poniendo atención plena en lo que acontece en el momento presente. Esta actitud nos permite tomar las riendas de nuestra vida asumiendo el control de lo que ocurre y además tomándolo como referencia para actuar. Supone tomar la decisión de aprovechar el momento, vivir activamente en nuestro cuerpo y en nuestras circunstancias. Ser responsable de nuestros pensamientos y sentimientos y, en consecuencia, conocerlos sin pretender modificarlos, dejarlos estar y aprender a convivir con ellos. La práctica de la atención plena no admite evasiones a otras realidades imaginarias producto de nuestra mente. Cuando esto ocurre utiliza la respiración como anclaje para traernos de vuelta al presente. La riqueza de sensaciones que se producen durante la respiración conforman el mantra del Mindfulness.

Mindfulness es una filosofía de vida que tiene sus orígenes en tradiciones milenarias y que ahora recobramos sus sabidurías para mejorar la calidad de nuestra relación con el mundo. La atención plena puede convertirse en un hábito saludable aplicado a las diferentes áreas de nuestra vida. Cualquier actividad es una buena oportunidad para desarrollar nuestras habilidades de Mindfulness. Se les ha puesto nombres como Mindful Eating cuando usamos nuestros sentidos para disfrutar plenamente de la comida, también Mindful Running para describir una nueva actitud con la que salir a correr que nos hará gozar activamente de esta actividad. Un campo muy interesante es el del Mindfulness llevado a las relaciones personales, que nos enseña a escuchar con atención plena al otro e introducirnos en las conversaciones estando presentes y centrados. Esta práctica hecha rutina enriquece nuestros vínculos con los demás y a nosotros mismos alimentando nuestra alma colectiva.

Los valores del Mindfulness nos ayudan a ser más autocompasivos con los demás acogiendo con amabilidad sus experiencias desde una actitud no crítica. El abrazar al otro implica sentir compasión hacia la parte humana de la vida, con lo bueno y lo malo, ambos lados caben dentro del foco de Mindfulness. La compasión es la virtud que estrecha vínculos entre nosotros, la base de la empatía, y desde la atención plena se practica este arte de estar en sintonía con nuestro mundo y con el que compartimos con nuestros congéneres. Al fin y al cabo de lo único que podemos estar seguros todos nosotros es de que la única realidad que podemos tocar con nuestros sentidos es la que se manifiesta en el aquí y ahora. Toma conciencia plena del momento, es el regalo de la vida para ti. Ábrelo.

 

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Bibliografía

  • Keng, S. L., Smoski, M. J., & Robins, C. J. (2011). Effects of mindfulness on psychological health: a review of empirical studies. Clinical psychology review, 31(6), 1041–1056. https://doi.org/10.1016/j.cpr.2011.04.006
  • Davis, D. M., & Hayes, J. A. (2012). What are the benefits of mindfulness? Monitor on Psychology, 43(7). http://www.apa.org/monitor/2012/07-08/ce-corner

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