¿Cómo afrontar los conflictos familiares en Navidad?
¿Por qué en la Navidad hay muchos conflictos? ¿Cómo podemos afrontar los conflictos familiares en Navidad? Descubre cómo podemos afrontar estas crisis de familia durante esta época del año.
A pesar de que la Navidad suele ser una época en la que la mayoría de las personas suelen tener sensaciones positivas, la realidad es que existe una parte de la población que teme estos instantes del año. La razón está detrás de una mala realción con otros miembros de la familia. De esta forma, en algunos casos, las conflictos familiares en Navidad llegan a ser una auténtica pesadilla.
Las dos caras de la Navidad
Por un lado, la Navidad es tiempo de vacaciones, de compartir momentos felices con los seres queridos, con la familia, con los amigos, es tiempo de luces de Navidad, de ilusión, regalos, celebraciones. Son fechas tan especiales que en muchas familias se pueden reunir distintas generaciones: Desde hijos, padres, abuelos, bisabuelos, nietos, bisnietos, por lo que es una fuente de experiencia y de convivencia, de momentos inolvidables, de enseñanza y de valores positivos. Hay dos sectores familiares que necesitan especialmente sentir amor y estar arropados por la familia y son los niños y las personas mayores en Navidad.
Por otro lado, la Navidad también es estrés, estrés por las compras, las prisas, el agobio de las preparaciones de las comidas, las cenas, surgen muchas discusiones, dudas, roces o preocupaciones. Preguntas como:
- ¿Quién se encarga de los regalos, de la comida?
- ¿Quién hace de comer?
- ¿Quién adorna la casa? ¿Quién pone el belén, el árbol de Navidad?
- ¿En qué fechas vamos a casa de los suegros?
- ¿En qué fechas a casa de los padres?
- ¿A quién invitamos a nuestra casa?
- ¿Quién se ocupa de los niños?
Surgen dudas, conflictos, desacuerdos. En Navidad todos los sentimientos se intensifican, son fechas de gastos excesivos que provocan preocupaciones, de altas expectativas que a lo mejor no se cumplen, de ansiedad ante determinados miembros familiares con los que sueles tener roces o conflictos pero que tienes que ver en estas fechas, en reuniones familiares.
¿Qué entendemos por conflictos familiares en Navidad?
Depende de cómo lo enfoques, lo puedes ver desde un punto de vista o de otro. Ninguna familia es perfecta. En todas las familias surgen desencuentros, conflictos, problemas, es algo natural y forma parte de la vida. Ahora bien, hay dos formas de percibir el conflicto. Se puede ver el conflicto como una oportunidad de cambio, como algo positivo para mejorar, como una experiencia para aprender, llegar a acuerdos, conocerte mejor y conocer mejor a los demás. O puedes ver el conflicto como una relación de poder en el que unos ganan y otros pierden, si lo ves como una relación de poder, en realidad todos pierden, puesto que daña las relaciones y surgen, generan resentimiento, rechazo, malestar en familia.
¿Qué hacer cuando surgen los conflictos familiares en Navidad?
Lo primero es prevenir, prevenir los gastos extras que genera la Navidad y son motivos de discusiones, es importante no salirte del presupuesto. Anticipar con tiempo las compras, los regalos, no dejarlo para última hora porque genera mucho agobio. Negociar las distintas tareas, gastos, actividades y llegar a acuerdos, no cargar las responsabilidades en una sola persona, compartir responsabilidades.
Tener una actitud abierta, positiva, tomar conciencia de que son fechas de convivencia de distintas generaciones, de compartir buenos momentos, de no entrar en discusiones familiares, no es el momento, no es el lugar, hay que prevenir y hacer de corta fuego cuando haya algún foco de conflicto, desvariando la atención en temas neutros, haciendo actividades, juegos en familia.
No tener unas altas expectativas de que en Navidad se arreglan todos los problemas, como en las películas o los cuentos de magia de la Navidad, si has tenido algún problema con algún familiar durante todo el año, no esperes resolverlo en Navidad, puede suceder todo lo contrario. Tener una comunicación abierta, positiva, no juzgues a los demás sin conocer sus intenciones, es importante saber escuchar, no se trata de oír y no prestar atención, sino de escuchar los sentimientos, las necesidades, los intereses de los demás, sin juzgarlos, se trata de una escucha activa y de no interrumpir.
Ser empático. La empatía consiste en ponernos en el lugar de los demás, en respetar su forma de pensar, sentir y actuar, es la base de la inteligencia emocional. No es cuestión de tener la razón, en los conflictos todos queremos tener la razón, tenemos que entender que cada uno tiene una percepción de la realidad, por lo que nadie está en posesión de la verdad absoluta.
Es importante aprender ver a los demás con otros ojos en su totalidad, como son en realidad, con sus luces y sus sombras, nadie es perfecto, es importante no poner etiquetas, las personas no son buenas o malas, si no que se comportan de forma adecuada o inadecuada. Por lo tanto hay que aprender a ver la luz en los demás, el lado positivo.
¿Cómo evitar los conflictos familiares en Navidad?
Existen una serie de consejos que podemos seguir para dejar de lado los conflictos familiares en la Navidad. Según los psicólogos, es fundamental seguir las siguientes directrices ante una pelea familiar durante estas épocas.
- Mantén la distancia: En las reuniones familiares mantén ciertas distancias con esos miembros familiares con los que puedas tener algún roce, antiguas rencillas, conflictos no resueltos, mejor no tenerlos en frente o cerca, busca otro sitio estratégico donde te puedas sentar y compartir con familiares con los que tienes más afinidad.
- No entrar en temáticas dañinas: No entrar al trapo en temas que son especialmente candentes, no entres en provocaciones, no contra ataques, no es el momento ni el lugar. Hay temas que pueden provocar tensión o irritabilidad en la mesa, por lo tanto cambia la conversación, mantén la calma, sal un momento de la habitación si notas que te pones tenso y respira profundamente, piensa que no merece la pena entrar en polémicas que no vas a solucionar.
- Vigilar con las bromas: Cuidado con las bromitas de doble intención que están cargadas de veneno, las indirectas, los chismes, los rumores, todo eso genera malestar. Cuidado con el alcohol, el alcohol es un desinhibidor y puede calentar la boca, si el ambiente está caldeado, relájate, toma distancia, hazlo por las personas más sensibles en Navidad, los niños y las personas mayores, ellos necesitan vivir la Navidad en armonía, en paz, con alegría.
- Pon límites: No toleres la falta de respeto, los insultos, pero no contra ataques. Si ves que la situación se caldea, que hay mucha tensión acorta tu estancia en la reunión familiar. Si estás en tu casa, busca temas de conversación neutros, cuenta un chiste, una anécdota divertida, eso relaja el ambiente, pon música, propón bailar, propón algún juego familiar en el que puedan participar la mayoría, reconduce la situación, desvía la atención.
Hay familias que son más propensas al conflicto
Sí, efectivamente. Tenemos que entender que la familia es el primer sistema social en el que nace una persona, va a condicionar tu socialización, tu sistema de creencias, tu autoestima, tus valores, la estructura de tu personalidad, que puede ser una estructura más sólida o menos, según nazcas o vivas en el seno de una familia funcional o dentro de una familia disfuncional. La familia disfuncional es más propensa a los conflictos puesto que carece de las herramientas adecuadas para gestionar emociones y conflictos.
En qué se diferencia una familia funcional de una familia disfuncional? ¿Cuáles son las claves? Partimos de la base de que ninguna familia es perfecta, por lo tanto en todas las familias hay conflictos. La gran diferencia entre una familia funcional y otra disfuncional es que en la familia funcional se aprende a gestionar las emociones y los conflictos de una forma sana y eficaz, se enseñan herramientas y recursos, se valora y se practica la inteligencia emocional.
La familia funcional es un sistema familiar abierto, flexible, permeable, se respetan las necesidades, los intereses, los sentimientos de los miembros familiares, se fomenta el desarrollo evolutivo de la personalidad, genera una estructura sólida y sana de la persona, facilita y promueve la autoestima, los miembros familiares sienten que la familia les proporciona seguridad, estabilidad, amor incondicional, se fomenta el respeto, la capacidad de cada uno, la creatividad, el sentimiento de unión familiar. Es una familia imperfecta pero sana que genera hijos sanos.
La familia disfuncional por el contrario es una familia con una estructura o bien muy rígida e impermeable o bien los límites son muy imprecisos y variables. La familia disfuncional no es sana, no permite el crecimiento personal de sus miembros, asfixia el desarrollo individual de cada miembro familiar.
Cada miembro familiar adquiere un rol determinado, un papel y es fijo en el sistema familiar: La familia disfuncional presenta un guión determinado en el que o sigues y te atienes al guión o no formas parte del sistema, te rechazan y te hacen el blanco de los conflictos y malestar familiar, es lo que en psicología se llama el chivo espiatorio o cabeza de turco. La familia disfuncional no fomenta la responsabilidad, se utilizan mecanismos de defensa de tipo negación y proyección. ¡Yo no tengo el problema, el problema lo tienes tú! Presenta un sistema de creencias muy rígido, muy absoluto en blanco o negro: O soy perfecto o soy imperfecto, o soy un triunfador o soy un fracasado, o soy bueno o soy malo.
¿Qué fomenta las familias irracionales?
- Miedo a equivocarse: Al tener un sistema de creencias tan rígido no se permiten las equivocaciones, el que se equivoca pierde el estatus, es un fracasado.
- Miedo a la soledad, al abandono: Si no sigues el guión familiar, estás excluido, eso genera mucha inseguridad, mucha inestabilidad, es un amor condicional en el que necesitas la aprobación familiar antes que tu propia aceptación.
- Miedo a expresar las verdaderas emociones: los verdaderos sentimientos, tus necesidades, tus intereses por miedo al rechazo. Lo que tú sientas o quieras no importa, tu felicidad, tu bienestar no cuenta.
- Utilizan mediadores sociales: Por este motivo, en muchas familias disfuncionales se utilizan los alteradores del ánimo como son el alcohol, las drogas, las actividades como el juego, las compras compulsivas, cualquier sustancia o actividad que puede terminar siendo adictiva, pero que la familia disfuncional tapa porque se vive de la apariencia.
- Se genera la rivalidad entre los miembros familiares: Hay un ambiente tóxico, donde no se fomenta la empatía, sino los celos, las envidias, las críticas solapadas, los chismes, no hay una verdadera comunicación responsable, por lo que no se solucionan los conflictos.
- La familia disfuncional genera hijos dependientes, inseguros, inestables: Las consultas de psicología están llenas en Navidad de víctimas de familia disfuncional.
Consejos para sobrevivir a los conflictos familiares en Navidad
Hay que aprender a ser felices, es nuestro derecho y nuestra necesidad. Con independencia de tu familia, tú decides como vivir estas fiestas. No puedes cambiar a nadie de tu entorno, pero puedes decidir cambiar tú.
Date permiso para vivir unas felices fiestas y recuerda: si cambias tú y decides ser feliz los que están a tu alrededor se irán posicionando y si alguno se aleja, es que tiene que ser así. Lo importante es rodearte de personas que te quieren, que te aporten, que te hagan sentir bien y haz tú lo mismo con los seres que tienes alrededor.
Tú decides, el guión de tu vida lo haces tú y decides pasar unas felices Navidades. Tú decides formar tu propia familia funcional, ir calculando valores de respeto y amor incondicional, con normas y límites claros, flexibles y sanos.
Si tu familia te hace daño, aléjate, no es el momento, elige pasar las Navidades con tranquilidad, con bienestar, rodeado por las personas que te quieren de forma sana. Yo te invito a que vivas unas navidades desde los ojos y
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