La psicología que esconde Alicia en el país de las Maravillas
Además de alusiones a la lógica, Alicia en el país de las maravillas es una obra repleta de sinsentidos y situaciones que podrían esconder un trasfondo psicológico detrás.
Publicada en 1865, la novela es la más conocida del matemático y escritor inglés Lewis Carroll. Se ha asociado tradicionalmente al mundo de la fantasía, pero detrás de la brillante historia se esconden alusiones al funcionamiento de la mente y del subconsciente, además de razonamientos matemáticos.
Cargada de sinsentidos, de situaciones absurdas y de comportamientos extraños que rozan la risa, Alicia en el país de las maravillas es un libro muy recomendable tanto para niños como para adultos. En él aparecen reflejados los conocimientos en lógica y matemáticas del autor, que invitan a los lectores a pensar mientras disfrutan de ese mundo de fantasía. Pero también la psicología y el subconsciente tienen cabida en esta obra. Veamos lo que se esconde detrás de esta joya de la literatura británica.
Quizá una de las primeras alusiones sea la caída de Alicia por la madriguera, que ha sido vista de distintas maneras. Para los matemáticos, guarda relación con el concepto del límite. Los profesionales de la salud mental van más allá y vinculan la sensación de Alicia cayendo con la que sienten algunas personas cuando tienen pesadillas, que sueñan que caen. Algunos de ellos creer ver en esta parte un guiño por parte de Lewis para hablar del subconsciente.
También ha sido estudiado el momento en el que Alicia tiene que beber la poción para hacerse pequeña y cruzar por la puerta y comerse el pastel para crecer y conseguir la llave que necesita para salir. En la década de los años 50 un psiquiatra asoció esa sensación con un trastorno neurológico que afecta a la percepción visual del cuerpo y de los objetos. Este síndrome hace que los pacientes que lo sufren vean cómo se alteran sus sentidos y confundan su tamaño. Dicho trastorno incluso lleva su nombre (síndrome de Alicia en el país de las Maravillas) y el motivo por el que aparece en el cuento podría haber sido que el propio Carroll también lo sintiese a causa de las continuas migrañas que padecía.
Otros problemas emocionales más fáciles de identificar serían la ansiedad y el estrés. El ejemplo más claro está en el comportamiento del Conejo Blanco y los nervios por no llegar tarde que acusa en varios momentos de la historia. Además, podría verse también como un trastorno obsesivo y paranoico, pues el conejo vive centrado en el reloj, como símbolo del tiempo, como objeto en torno al que gira todo.
Del mismo modo, el famoso Gato de Cheshire está relacionado con la psicología. En este caso, los especialistas han querido vincularlo con el mundo de los sueños y con la memoria, aspectos estos que se relacionan y que generan los recuerdos. Estos se mezclan con los sueños en ese mundo que roza lo irreal y que hace posible que muchas veces soñemos situaciones catalogadas como sinsentidos.
Por último, actitudes como la intolerancia, la vanidad y la prepotencia también tienen cabida en la obra. Quizá el personaje que más refleja estas conductas sea la reina, que muestra una forma de ser egocéntrica, obsesiva, vanidosa y prepotente, emociones negativas que afectan a la autoestima y que generan varios problemas psicológicos.
Estamos seguros de que la próxima vez que leas Alicia en el país de las Maravillas verás la historia con otros ojos.
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Me gustaría conocer el aspecto de la sexualidad oculta, que tiene el maravilloso - y obra maestra - relato de Lewis Carroll. Es muy interesante el momento en que Alicia se encuentra en la fiesta de No Cumpleaños del Sombrerero y la Liebre de Marzo. Y con la Reina Roja, cuando ordena pintar las rosas y los naipes, de rojo. Mientras el Rey, es un personaje pusilanime, diminuto, acobardado y de color negro, su palo de la baraja. Gracias
Saque mis deducciones antes de leer el artículo, y era totalmente certero lo que pensé. En mi niñez y adolescencia sentí muchas veces esta distorsión. Siempre era cuando mi madre me regañaba o me daba sermones, ella se convertía para mi literalmente en la reina de corazones, la veía grande, cabezona, con ojos saltones. La mayor parte de mi daño psicológico que creo ya haber superado en su totalidad creo que fue en parte causado por ella aunque no quisiera poner culpas en ella, porque cada persona permite el daño que recibe. Pero yo tan niña e ignorante en el tema no podía saber nada. En mi mundo en ese momento, estuviera o no de acuerdo "mi madre se las sabia todas."