La cara buena de los errores
En nuestra sociedad nos enseñan que cometer un error está mal y debe evitarse. Me pregunto yo, ¿por qué? ¿Qué hay de malo en reconocerse imperfecto y querer mejorar?
Charles Chaplin decía: "Me gustan mis errores, no quiero renunciar a la libertad deliciosa de equivocarme".
¿Por qué no quería renunciar a su libertad de equivocarse?
Para entender este punto, hay que pararse a pensar qué nos enseñan de los errores des de pequeños. Nos enseñan que no hay que cometerlos, hay que evitarlos a toda costa, que son "malos" y que muestran nuestra propia falta de validez como personas perfectas que debemos ser. Eso es, cometer errores nos convierte en seres imperfectos y eso no es lo que se espera de nosotros.
En este punto, Chaplin se rebelaba y reivindicaba su derecho a cometerlos, ya que sabía que de ellos podía aprender mucho.
¿Qué se aprende de los errores?
Un error es definido como: Concepto equivocado o juicio falso, acción desacertada o equivocada, cosa hecha erradamente.
Por lo tanto, ajustándonos a su definición, un error consiste en un concepto, acción o cosa desacertada. En ningún momento nos señala que está mal hecho ni nos condena a nada.
Cuando estamos haciendo algo de una manera equivocada nos proporciona información sobre cómo no hacerlo.
"Cometer un error y no corregirlo es otro error" (Confucio). ¡Y tan verdad! Avergonzarnos del error nos puede llevar a no admitirlo, cometiendo así otro error.
Reconocer el error es fundamental y muy valioso para el aprendizaje, ya que a partir de ahí podemos plantearnos por qué está mal. El problema surge cuando en vez de aceptar el error, sacamos el látigo del autocastigo o de la fatalidad y empezamos:
- "Es que hay que ver, nunca haces nada bien"
- "Si es que mira que es fácil y vas tú y..."
- "Así nunca podrás conseguirlo"
Y un largo etcétera que seguro podrías rellenar tú mismo o misma. Aquí el error se convierte en un punto a favor de nuestra poca capacidad, poco valor, afectando así a nuestra autoestima.
Si consiguiéramos superar esta forma de funcionar y simplemente aceptáramos el error, podríamos pensar sobre por qué se ha cometido y qué maneras alternativas existen de resolver ese hecho. De aquí, seguro surge una manera diferente, nueva y más idónea de hacer, decir, pensar, lo que sea.
"Cada fracaso enseña al hombre algo que necesitaba aprender". (Charles Dickens)
"He aprendido que los errores a menudo pueden ser buenos maestros del éxito". (Jack Welch)
"Experiencia es el nombre que todo el mundo le da a sus errores". (Oscar Wilde)
Ésta es la cara buena de los errores, todo el potencial que tienen. Nos pueden enseñar grandes cosas y seguro las aprenderemos por mucho tiempo.
Sólo hay que aprender a verlos de una manera diferente, sin que cuestionen nuestra propia valía.
Y para terminar, un proverbio que nos ayuda en todo este proceso:
"Si te caes siete veces, levántate ocho". (Proverbio Chino)
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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Y qué difícil puede resultar en ocasiones aceptar esos errores, nos da en el ego, nos hace pensar que somos malas personas, nos hace daño y eso que decía el artículo nos lleva a cometer otro error, el de no aceptarlo.