Frida Kahlo, una historia de superación

La vida de Frida Kahlo fue fruto de profundas marcas psicológicas que nacen en su infancia y que se alargan durante toda su vida y obra. Es un ejemplo de superación y de canalización de esos problemas.

Su padre era un fotógrafo húngaro, y su madre una mujer con parte indígena. Para ella, eso le marco pues decía que pintaba como si fueran imágenes de la cámara de su padre. Pintura minimalista en sus pinceladas, casi como fotografías. La relación con su madre le producía sentimientos enfrentados. Estas relaciones difíciles con la familia, ese dolor interno la marcarían más adelante.

Bulling

Con seis años Frida Kalho paso nueve meses en cama por poliomielitis. Esto le dejara como secuela una pierna sin desarrollar. Las burlas de los niños eran crueles, y se encerró en una amiga imaginaria. Sin saberlo estaríamos hablando de alguien que esta sufriendo un problema de bullying, pero en esa época ni se conocía ni se trabajaba sobre ello. Esto causará en ella muchas secuelas, al igual que suele suceder con situaciones parecidas

Pero aún así, en su adolescencia la consideraban una chica jovial y encontró amigos con los que compartir la pasión por la literatura latinoamericana.

Dolor y soledad

De nuevo a los 18 años un accidente le destroza la cadera, espalda y pierna, necesitando una treintena de operaciones para poder recuperarse. Sus padres no supieron ayudarla y no estuvieron a su lado, tan solo una de sus tres hermanas la acompaño en los meses de hospital.

Frente a su familia ocultaba sus terribles dolores, pero estos marcarían su obra posterior. El hecho de no ser madre por culpa del accidente sería un añadido a su dolor.

Aquí vemos a una persona que ya marcada por la distancia por su familia sobrellevando inimaginables dolores sin decir nada a nadie.  Este dolor, esta soledad y lo que hoy diríamos que seria algo entre la depresión y el estrés post-traumatico se expresara en su obra, llena de fuerza y de contención. Esta situación es emocionalmente muy dura de llevar y aunque se intenta dar una apariencia de normalidad el dolor es enorme.

Maltrato psicológico

Kalho se casaría con Diego Rivera en a los 22 años en una relación por un lado llena de complicidades y por otro lado de infidelidades  e indiferencia entre los dos. Aunque se divorciaron se volverían a casar, todo ello sin que la amante, hermana de ella, salga realmente de la relación. Pese a esa relación tanto su hermana como Diego estuvieron a su lado hasta su muerte a los 47 años, como resultado de una larga enfermedad.

Aquí vemos el típico caso de la mujer maltratada que es incapaz de alejarse del maltratador aun y saber que este podría terminar almenos con su salud mental. De la misma manera acepta como algo normal el maltrato por parte de la familia, no solo de su hermana. Nadie hace nada en este sentido por ayudarla a salir, de nuevo en una época en que estos temas se llevan en privado y en silencio.

Hasta el final

Su vida sería una larga y penosa búsqueda de una curación mental y física que no llegaría a lograr. Su dolor se canalizaría en su arte como forma de intentar la curación.

Su ejemplo de vida nos marca la superación como objetivo y la búsqueda de una curación como algo que nunca se debe dejar de intentar. Pero en este caso no se busco tal curación, sino que tan solo se vio canalizada en su obra, como forma de autoterapia, que al igual que un libro de autoayuda podrá servir como evasión puntual, pero no nos ayudara si no intentamos ir más allá.

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