Esquizofrenia infantil: ¿Cómo reconocer este trastorno?

La esquizofrenia es un tipo de trastorno psicótico crónico que se caracteriza por la presencia tanto de síntomas negativos (disminución de la motivación, anhedonia, etc.) como de síntomas positivos (delirios, alucinaciones, etc.). Los síntomas de la esquizofrenia interfieren negativamente en el día a día de las personas por lo que la mayoría de éstas necesitan ayuda en su día a día.  

La esquizofrenia en la etapa infantil es un trastorno mental poco común y, por lo tanto, afecta a un porcentaje pequeño de niños/as y adolescentes. De hecho, la esquizofrenia suele aparecer entre la adolescencia tardía y la mitad de la treintena por lo que resulta muy poco común que su inicio sea antes de la etapa adolescente. Sin embargo, aunque sea poco habitual, sí que hay personas que desarrollan este trastorno psicótico en la etapa infantil, lo que se asocia a un peor pronóstico, dado que la aparición de forma temprana de este trastorno se asocia a menores logros académicos, disfunciones cognitivas y síntomas negativos más intensos. 

¿Qué es la esquizofrenia infantil? 

La esquizofrenia infantil es un trastorno mental que afecta tanto a niños como a adolescentes menores de 18 años. Este trastorno, al igual que en la etapa adulta, se caracteriza por la presencia de delirios, alucinaciones, pensamiento y comportamiento desorganizado, así como síntomas negativos. Sin embargo, la presentación de estos síntomas puede variar ligeramente por la etapa propia del desarrollo diferenciándose principalmente en el contenido de los síntomas y en las áreas de afectación. Además, la esquizofrenia que se presenta a una edad temprana suele estar asociada a sintomatología más grave, mayor deterioro cognitivo y la presencia de antecedentes familiares fuertes.  

Síntomas de la esquizofrenia infantil:

Como ya hemos comentado, los síntomas de la esquizofrenia infantil son similares a los síntomas que presenta una persona adulta con esquizofrenia. En la mayoría de los casos, la esquizofrenia tiene un inicio gradual por lo que en ocasiones, se puede confundir en un principio con problemas de atención o ansiedad. Incluso, puede pasar desapercibida dado que en esta etapa es común tener una gran imaginación, incluso hay niños/as que tienen amigos imaginarios en esta etapa y no tienen por qué indicar la presencia de un trastorno psicótico. Algunos síntomas que nos pueden indicar que un niño/a presenta esquizofrenia son los siguientes: 

1. Alucinaciones: Los delirios y las alucinaciones son síntomas positivos de la esquizofrenia que se presentan independientemente de la edad de inicio de la esquizofrenia. Respecto a las alucinaciones, sí que se ha constatado que en los niños/as se presentan en mayor frecuencia alucinaciones de tipo visual y suelen ser menos elaboradas (por el propio desarrollo cognitivo).
2. Delirios: En relación a los delirios, el contenido de estos dependerá también de la edad del niño/a. En este sentido, pueden estar relacionados con la creencia de que alguien o algo (como un monstruo o un extraterrestre) lo está persiguiendo, creer que tiene superpoderes, que la televisión u otros medios audiovisuales les están enviando mensajes secretos, creer que puede comunicarse con seres imaginarios, etc. En algunos casos se pueden presentar, por ejemplo, dificultades para distinguir entre la realidad y los sueños o la televisión.
3. Problemas de atención y de memoria: Los niños/as que presentan esquizofrenia suelen presentar dificultades para concentrarse y recordar cosas importantes, hecho que repercute de forma negativa en el ámbito escolar.
4. Pensamiento desorganizado: En la esquizofrenia infantil también es común que se presenten dificultades para organizar los propios pensamientos y, por lo tanto, comunicar las ideas a los demás. Esto se puede reflejar en habla confusa que cuesta de comprender, declaraciones extrañas con muchos detalles, etc.
5. Comportamiento extraño/desorganizado: Los niños/as con esquizofrenia pueden presentar un comportamiento extraño o desorganizado que se puede reflejar en la presencia de movimientos repetitivos, regresiones marcadas (un niño/a mayor que actúa como si fuese un niño más pequeño), etc.
6. Cambios emocionales: Es frecuente que se presenten cambios emocionales inusuales como, por ejemplo, cambios rápidos y extremos del estado de ánimo sin razón aparente.
7. Retraimiento social: Es común que los niños/as con esquizofrenia tengan problemas para relacionarse con los demás. Los síntomas comentados con anterioridad, hacen que presenten dificultades para comunicarse con los demás, de hecho, en ocasiones malinterpreten las intenciones de los demás y, por lo tanto, se aislen. 

Causas de la esquizofrenia infantil: 

Aunque se conoce que la esquizofrenia tiene un fuerte componente genético, actualmente se desconocen las causas exactas de su aparición. En la actualidad, se conoce que la combinación entre factores tanto genéticos como ambientales pueden contribuir a la aparición de la esquizofrenia en la etapa infantil. Sin embargo, que existan estos factores no tiene por qué indicar que un niño/a vaya a padecer de esquizofrenia sino que aumentan el riesgo de padecerla. Algunos factores de riesgo que se ha constatado que aumentan el riesgo de que un niño presente esquizofrenia son: 

• Historial familiar: Tener un padre, hermano o familiar cercano con este trastorno, aumenta el riesgo de desarrollar esquizofrenia.
• Complicaciones durante el embarazo o parto: Los niños/as que nacen con un bajo peso o que experimentan complicaciones durante el parto pueden tener un mayor riesgo de desarrollar esquizofrenia.
• Problemas neurológicos: Aquellos niños/as que experimentan problemas neurológicos tales como convulsiones o enfermedades infecciosas que afectan al cerebro, tienen mayor riesgo de desarrollarla.
• Trauma o fuerte estrés: El abuso o la negligencia son ejemplos de factores ambientales que pueden aumentar el riesgo de padecer de esquizofrenia. Se ha constatado que sufrir un trauma o fuerte estrés en la infancia son factores de riesgo para el desarrollo de diferentes trastornos mentales como, por ejemplo, la esquizofrenia. 

¿Cómo se diagnostica la esquizofrenia infantil? 

Tal y como hemos comentado con anterioridad, la esquizofrenia infantil puede ser especialmente difícil de detectar debido a que los síntomas pueden confundirse con comportamientos típicos de la etapa infantil, como la imaginación y la creatividad. Por lo tanto, hay niños/as que debido a su imaginación puedan verbalizar que ven cosas que no están, que escuchan voces, etc. ya que a menudo inventan historias y tienen creencias fantásticas, pero no necesariamente indican la presencia de un trastorno mental sino que están dentro del propio desarrollo normal. Además, al ser una etapa de desarrollo tanto cognitivo como emocional, se presentan algunas limitaciones que no se presentan en la etapa adulta como, por ejemplo, la dificultad de describir los propios síntomas. 

Estos aspectos hacen que la esquizofrenia en la etapa infantil sea difícil de diagnosticar. De hecho, la esquizofrenia que aparece antes de los 5 años de edad presentan características en común con el trastorno del espectro autista por lo que para hacer un diagnóstico fiable, hay que esperar para ver cómo evoluciona. 

Recuerda que en muchas ocasiones es fácil confundir algunos síntomas de la esquizofrenia con aspectos normales del desarrollo del niño/a. Sin embargo, es importante que ante cualquier sospecha de que un niño/a tiene esquizofrenia, se busque ayuda profesional con el objetivo de poder realizar una evaluación exhaustiva y ofrecerle el tratamiento y apoyo adecuado.

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