El miedo
“Enfréntate a tu miedo más profundo, luego serás libre”. William Blake.
Lo que llamamos miedo generalmente incluye, el miedo propiamente dicho y el susto. Estimo que para comenzar sería importante ver las diferencias entre uno y otro.
Diferencias entre miedo y susto
El susto se refiere a un hecho concreto que está sucediendo en el momento, es una respuesta a una situación presente. Una respuesta sana y natural frente a un peligro concreto y objetivable que aparece en el campo perceptivo de la persona. La cual conduce a diferentes tipos de reacciones somáticas que se conocen con el nombre de reacción biológica de alarma, que ayudan a prepararse para la huída. Es una reacción instintiva y forma parte de las herramientas que tiene el hombre para sobrevivir y enfrentar un peligro real y esta manera generar una respuesta. El susto es el reflejo corporal y psíquico frente a la situación amenazante en el presente. Las personas generalmente se asustan frente a una situación de peligro, la recuerdan y aprenden de su experiencia, pero no condicionan su conducta posterior con el miedo.
El miedo tiene que ver con una anticipación de que algo malo podría pasar, nos imaginamos una situación y tal situación desencadena el miedo. El miedo es la sensación de susto frente a un pensamiento, me imagino algo y a partir de esa idea tengo miedo. De esta manera el estímulo no está en el afuera si no en el adentro, es mi propia idea la que me asusta. El que tiene miedo comienza pensando que una cosa lleva a la otra, hasta que se paraliza porque entra en juego una construcción mental.
Muchas veces las personas nos imaginamos una serie de situaciones en que no somos aceptados, queridos o simplemente valorados y en las cuáles sentimos que podríamos ser lastimados, entonces nos escondemos tras una coraza y nos ponemos máscaras, que no nos dejan mostrarnos tal cuál somos. Vemos a los extraños como personas que potencialmente nos pueden hacer daño, en vez de pensar en la alegría y crecimiento que nos pueden brindar. De esta manera el miedo nos paraliza y no nos deja desarrollarnos plenamente ya que nos hace elegir el camino de lo seguro, apartarnos de todo compromiso, escondernos de nosotros mismos y de los demás. En esa búsqueda de seguridad nos aislamos de aquello que nos da alegría y significado a nuestras vidas. El miedo tiene que ver con percibir todo lo inofensivo como ofensivo, lo cotidiano como extraño y lo inocuo como dañino. El miedo nos aísla de los demás y la desconfianza no nos deja que haya un contacto humano verdadero. Si nos decidimos a vivir nuestra vida plenamente, debemos estar dispuestos a tropezar con incontables riesgos a lo largo del camino. Una cosa necesariamente implica la otra.
¿Cómo nos afecta el miedo?
El miedo se trasluce muchas veces a través de una gran ansiedad que la persona siente frente a la situación temida, por ejemplo a “hablar en público” , también acompañada de síntomas físicos (sudores, sequedad en la boca, temblor). En un extremo la persona puede sufrir ataques de pánico en nos los cuales puede sentir mucho miedo a morir o a perder el control, acompañado de una gran ansiedad generalizada y síntomas físicos muy notorios como por ejemplo dificultad de respirar, mareo, desmayo, escalofríos, nauseas etc. Cuando una persona sufre ataques de pánico debería pedir ayuda profesional para superarlos.
Para resolver el miedo hay que enfrentarlo , uno tiene que someterse a este miedo para transformarlo en susto, llevarlo hacía la salud., entonces uno lo puede dominar y vencer . Si no lo hacemos podemos llegar a convertirnos en nuestros propios temores y el temor puede llegar a dominar nuestra vida misma. En el riesgo está el crecimiento y es la manera de tomar la responsabilidad de nuestra propia vida, aceptarnos con nuestras cosas buenas y malas, sin miedo a mostrarnos tal cuál somos y confiar en que igual nos van a querer y a aceptar.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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