Promoción de la salud: cuidando tu vitalidad
“El tiempo se despieza y es algo más que piezas. No es ajuar en vitrinas y es temblor.” Álvaro García
Hay una cierta vibración en lo que nos hace bien.
A veces somos muy capaces de identificarla, de intuirla, y nos quedamos cerca de eso que nos mantiene las ganas de vivir despiertas.
Otras veces estamos algo así como aletargados y no somos capaces de saber las personas, las actividades, los entornos, en los que merece la pena que permanezcamos y en los que no.
Incluso, en otras ocasiones, estamos por completo convencidos de que algo es lo más idóneo para nosotros. Sin embargo, la sensación de vacío, de anhelo, no se sacia. Esto indica que nuestro convencimiento está en conflicto con algo profundo de nosotros mismos.
Es útil identificar cuál de estas tendencias es la propia.
Conociendo tu tendencia podrás cuidar mejor de tu salud haciendo lo necesario para mantener tu vitalidad.
Buena sintonía con tus propias necesidades
Nuestras necesidades cambian según nuestro momento evolutivo, nuestras circunstancias personales y las condiciones concretas de nuestra vida cotidiana.
La flexibilidad para adaptarse a lo que nos llega del entorno teniéndonos a nosotros mismos en cuenta es lo que muestra esta capacidad para estar en sintonía.
Esto se da cuando la persona cuenta con los recursos propios y del entorno para ser activa en la búsqueda de lo que le hace bien, lo cual siempre implica renuncias.
Estar en sintonía con las propias necesidades implica movimiento, actividad, receptividad, capacidad de elección y tener en cuenta tanto al entorno como a uno mismo.
Dificultad para identificar tus propias necesidades
Cuando tenemos dudas, confusión, inseguridad, ambigüedad, de manera casi permanente, la sensación de satisfacción con nuestra vida se ve seriamente comprometida.
Para las personas con esta tendencia es difícil determinar qué quieren hacer, con quién, cuándo. Habitualmente la sensación de inseguridad se calma cerca de alguien que parece ser la tabla de salvación y que permitimos que tome las riendas pues asusta tomarlas por uno mismo.
Es un proceso de aprendizaje la capacidad de definirse a sí mismo con claridad y fidelidad a la propia naturaleza, que siempre se despliega en función de las personas con quienes estamos.
Para las personas con esta tendencia el conocimiento de sí mismos es la llave para fortalecer esta capacidad de definición.
Claridad respecto a las propias necesidades que deja un vacío o provoca conflictos con el entorno.
Cuando ésta es la tendencia predominante el reto es aprender a escuchar a las personas de tu entorno y a tus sensaciones corporales que son las que te guiarán para saber si en lo que estás empleando tanta energía realmente va a proporcionarte satisfacción.
Ayuda prestar atención a las personas a las que se está unido por vínculos fuertes: pareja, hijos, amistades significativas, por ejemplo. Emplear tiempo de calidad con estas personas.
El tiempo dedicado a escuchar a los demás y a uno mismo, a una misma, repercute en un grado mayor de bienestar con la vida.
Comentarios finales
El grado de vitalidad refleja con claridad nuestro nivel de salud.
Aprender a identificar si tu vitalidad es de manera general estable, si está en función de otra persona o si es más aparente que real - las tres tendencias que hemos desarrollado anteriormente - puede ayudarte a cuidar y mejorar tu nivel de salud.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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