El Poder de la Intención... negativa
La intención negativa es un no inconsciente que se opone al sí consciente. Busca la separación y trata de alejarnos de nuestro anhelo de felicidad y plenitud.
"Hasta que no vuelvas consciente lo inconsciente, éste gobernará tu vida y tú lo llamarás destino"
C. G. Jung
¿Qué significa intención en psicología?
La palabra "intención" viene del latín intentio, intentionis y significa "propósito, pensamiento de llevar a cabo una cosa". Tomando como referencia las enseñanzas de John y Eva Pierrakos expresados en la Corenergética y el Pathwork, podemos distinguir a nivel psicológico dos tipos de intención, una positiva y una negativa.
1. Intención positiva
La intención positiva es aquella que tiende hacia la autorealización, hacia el amor y la compasión, hacia un propósito placentero y constructivo. Está ligada a lo que en psicoterapia llamamos el Ser Superior, que podría ser entendido como el buda interior, la sabiduría innata más allá del ego, la conexión con dios o el universo etc. Tiene una naturaleza expansiva y aporta claridad y sabiduría. Va más allá de la individualidad y busca por tanto un propósito más allá del propio beneficio. Ejemplos de esta intención serían los actos de bondad que no buscan reconocimiento, el comienzo de un proceso terapeútico o de desarrallo personal motivado por una voluntad de evolucionar hacia el amor y la unidad, el trabajo entendido como acto de servicio u ofrecimiento de lo mejor de uno mismo y en general cualquier acto que no tenga como finalidad el fortalecimiento del ego.
2. Intención negativa
Junto a esta intención positiva que emana de lo más sabio y puro de nosotros mismos, hay siempre una intención negativa que busca el propio beneficio. Esta intención parte del ego y busca perpetuar una autoimagen. Está ligada a la contracción, a la perpetuación del staus quo, el propósito es quedarse como se está y para ello usa todo tipo de resistencias, manipulaciones y mecanismos neuróticos. Es un no inconsciente que se opone al sí consciente. Busca la separación y trata de alejarnos de nuestro anhelo de felicidad y plenitud. Podría asimilarse al instinto de muerto o Thanatos del que hablara Freud. Un ejemplo de esta intención negativa sería la búsqueda de reconocimiento, prestigio o beneficio personal de cualquier acto, las escusas que nos ponemos para no salir de nuestra zona de confort, las resistencias al cambio y a la apertura en un proceso terapéutico etc. Esta intención negativa, al nacer del ego, no es creativa, ni nos puede llevar a una solución o beneficios reales y, aunque pueda tener "victorias parciales", nos limita la creatividad, el disfrute, y la autorealización. El intento negativo se manifiesta en forma de orgullo, deseo de ser diferente, cabezonería, falso amor propio etc.
¿Por qué debemos 'limpiar' la intención negativa?
Cabe resaltar que estas dos intenciones aparecen juntas, por lo que es muy importante mantener una atención muy fina para "limpiar" nuestros actos de esta intención negativa. Este proceso de "limpieza" consiste en mantener una autoobservación lo más ecuánime posible, para reconocer en nosotros mismos este auto-boicot, este no a la vida que se constituye en la intención negativa. Para ello, es imprescindible mantener una apertura interna y estar dispuesto a experimentar todos los sentimientos y no sólo los que catalogamos de positivo. La rabia, la envidia, el odio, la negatividad, se vuelven dañinos y destructivos si los mantenemos ocultos y nos negamos a reconocer dentro de nosotros mismo su existencia. No queriendo ver en nosotros este tipo de emociones, negamos una parte de nuestro ser y nos exponemos a que aparezca sin duda de manera maquillada, en forma de manipulación, cinismo o, de forma más extrema, como sadismo, crueldad u otras formas destructivas.
Cuando reconocemos y aceptamos el intento negativo, aparece una luz distinta, como si algo se soltara. Es fundamental una mirada amorosa y paciente hacia uno mismo, evitando los juicios y las culpas. La valentía de mirar lo más oscuro de uno mismo tiene el premio de la paz interior aunque el proceso pueda ser doloroso. Es muy recomendable la compañía amorosa y confrontativa de un terapeuta que nos ayude a mirar hacia nuestras zonas más oscuras y, cuando sea necesario, nos indique cómo descargar de manera controlada y no desctruciva emociones reprimidas que suelen tomar forma de rabia y llanto. Poniendo luz sobre todo el abanico de sentimientos, tanto los que nos parecen apropiados como los que no, hacemos que las emociones negativas se vuelvan conscientes, ganando capacidad de elección y libertad.
Un buen ejercicio sería preguntarse ¿cuál es mi intención negativa en este momento? Y simplemente reconocerla y tratar de cargar la intención positiva que estemos buscando. ¿Qué busca mi intención negativa por ejemplo en el terreno laboral? Quizá trabajar lo menos posible, aprovecharse del esfuerzo de otro, obtener reconocimiento, boicotear mi disfrute por creer que no me lo merezco… Tras reconocer este intento negativo en nosotros podemos tratar de cargar el intento positivo, dando espacio al sentimiento de ayuda al prójimo, de dar lo mejor de nosotros mismos, de disfrutar de la vida, de ser mejor personas, de vivir de manera más plena y contribuir a que otros también lo hagan. Esta intención está siempre presente y nace de una parte de nosotros que está más allá de la individualidad. Es posible pedir ayuda a esta sabiduría interna y conectar con una fuerza interna que nos ayudará en nuestro propósito. Cada proceso de cambio, cada paso evolutivo se lleva a cabo cuando el ego se compromete con dicho cambio, dejándose llevar por el Ser Superior (sabiduría interna, budeidad, conexión con la fuente, dios…) en una entrega humilde y valiente. A este respecto, es bueno saber que este Ser Superior no tiene en cuenta lo que tienes sino lo que das y conectamos más con su fuerza al ser humildes y comprometernos con nuestra propia plenitud y felicidad.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
Interesante el planteamiento de la intención y cómo limpiarla para que esté al servicio del bienestar individual. Gracias.