El poder curativo de las crisis
Los conflictos suponen siempre una oportunidad para mejorar, para cambiar el estado de las cosas y avanzar.
Cuando se hace necesario que nos replanteemos el status quo a nuestro alrededor, debemos afrontar ese momento como una oportunidad para ampliar nuestra perspectiva sobre las cosas y aprender otras opciones. Es como si nos hubiera tocado la lotería! Por fin podemos mejorar y con esta actitud feliz es como deberíamos afrontar esos momentos de crisis.
Toda crisis conlleva cambio, renovación y, en consecuencia, nos hace mejorar y avanzar. Las crisis pueden (y deben) suponer un proceso de transformación personal, una vía hacia el cambio, hacia la curación de las heridas, hacia el aprendizaje, hacia el perdón y la reconciliación, hacia la mejora de la calidad de nuestras relaciones sociales y con nosotros mismos, en definitiva un camino para el crecimiento personal. Es precisamente por esto que las crisis tiene un poder curativo, porque pueden sanar situaciones y relaciones que estaban viciadas o insanas y llevarnos a nuevos estados de plenitud, de bienestar y de libertad.
Deberíamos entender las crisis como una oportunidad para comprendernos mejor (las crisis nos obligan a mirar hacia nuestro interior) y comprender mejor al otro (las crisis nos obligan a conocer mejor los motivos del otro). Por eso es necesario integrarlas en nuestra vida, no reprimirlas, sino vivirlas como una gran oportunidad para mejorar.
Atravesar y superar una crisis significa abandonar nuestro ego y empatizar con el entorno que nos está pidiendo a gritos que hagamos un gesto para cambiar las cosas, para obtener u ofrecer paz y felicidad. Una crisis nos obliga a abandonar el modo "piloto automático" para conducir nuestra vida por otros caminos. Ser empático requiere ser consciente de que los demás pueden sentir y pensar de modos similares a nosotros, pero también de modos diferentes.El respeto es un valor fundamental para convivir en paz. La empatía se relaciona también con la compasión, ya que nos permite sentir el dolor y el sufrimiento del otro y desear prestarle nuestra ayuda.
La clave está, por tanto, en utilizar el conflicto para reflexionar, aprender y mejorar a la persona y a la sociedad en general, para ir construyendo un mundo mejor encaminado hacia una cultura de paz.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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