10 Signos de depresión infantil: ¿Cuáles son las causas y qué podemos hacer al respecto?

¿Crees que tus hijos sufren de depresión infantil? ¿Tu niños está triste? Descubre los principales síntomas y causas de la depresión infantil. Detectarla a tiempo es vital para su salud.

26 JUN 2019 · Última modificación: 7 MAR 2022 · Lectura: min.
¿Cómo detectar la depresión infantil?

Creer que los niños no se deprimen es un error común, eso ha provocado que muchos padres confundan los síntomas de esta enfermedad con una mala actitud o simplemente con que los niños están tristes. La importancia de la detección temprana de este padecimiento, detectando sus causas y prevenirlas es fundamental, con el fin de evitar situaciones de riesgo como suicidios infantiles, en muchos casos.

"Un niño sin sonrisa, es como un árbol sin hojas"

¿Qué es la depresión infantil?

Muchos niños/as pueden sentir ciertos miedos y preocupaciones. De hecho, verlos tristes algunos días es algo completamente normal. Esto es debido a que estas sensaciones pueden aparecer en diferentes momentos del desarrollo. Por ejemplo, los niños/as pequeños/as pueden sentirse muy angustiados debido a que están lejos de sus padres. Pero, cuando estos sentimientos se vuelven demasiado rutinarios en el día a día de los niños/as podríamos estar hablando de depresión infantil

¿Es posible la depresión en niños de 8 a 12 años?

Son muchas las personas que piensan que tener depresión es propio solo de adultos. En realidad, tanto los niños como los adolescentes pueden padecer de este trastorno. Por otro lado, es un hecho el que si un niño/a paarece triste no significa necesariamente que tenga una depresión. en cambio, si esta tristeza se vuelve demasiado persistente e interfiere con las actividades rutinarias, puede ser un signo de que estamos ante un problema psicológico. 

Síntomas de la depresión infantil

La depresión infantil no sólo es visible en el hecho de que los niños estén tristes, sino que hay diferentes síntomas depresivos que podemos visualizar para detectar esta patología en nuestros hijos.

  1. Tristeza persistente: Como se ha comentado, los síntomas depresivos en niños son distintos a los de los adultos, siendo el rasgo común la presencia de un ánimo triste, vacío o irritable acompañado de cambios somáticos o cognitivos que inciden en su desarrollo funcional.
  2. Agresividad: La depresión en niños está ligada a emociones como miedo e ira, junto a sentimientos de irritabilidad. Normalmente, los padres estas actitudes lo asocian con un mal comportamiento. Cuando los estados depresivos son persistentes en los niños, estos suelen tener ataques de ira o incluso reflejar su mal estado a través de una actitud conflictiva.
  3. Desinterés: Si se observa en el niño un desinterés persistente y generalizado por diferentes tipos de actividades que antes realizaba o eran de su agrado. De esta forma, la depresión en niños se puede detectar viendo cómo cambian las actitudes de los pequeños.
  4. Malos hábitos: Los niños con una depresión infantil acaban actuando de una forma poco saludable. Tanto es así que se puede observar una pérdida pronunciada de hambre así como duermen en exceso o muy poco.
  5. Fatiga: La fatiga continua puede aparecer tanto en un día de escuela con extraescolares como si es un día de fiesta en el que ha estado en casa o realizando actividades tranquilas.  Incluso esto puede verse si se cansa al realizar actividades cuotidianas como lavarse o vestirse.
  6. Expresan sentimientos negativos: Cuando un niño sufre de depresión infantil, este expresa sentimientos de tristeza, culpa, inutilidad o está muy negativo.
  7. Dificultad para concentrarse: Muchas veces el estado depresivo tiene la consecuencia de que los pequeños no puedan desarrollarse intelectualmente en cualquier aspecto. De esta forma, la tristeza de los niños puede afectar en su rendimiento escolar.
  8. Pensamientos repetitivos de muerte o suicido: Que los niños pregunten sobre la muerte es un rasgo común en todas las infancias. Pero cuando esto se convierte en un tema persistente, puede ser señal de una depresión infantil.
  9. Sufre de malestar físico: Los pequeños que se quejan continuamente de malestar físico y estos no tienen una explicación médica puede ser que estemos delante de un estado depresivo o de una depresión menor.
  10. Siente mucho miedo: Los terrores o los miedos infantiles son algo común en la infancia, aun así cuando estos son constantes y surgen en una mayor cantidad podemos estar en una depresión en niños.

Cuando un niño expresa muchos de estos síntomas, lo principal es tratarlo junto a un profesional de la psicología.

Las causas más comunes de la depresión infantil

¿Cómo detectar la depresión en niños/as?

Para poder detectar los signos de la depresión en niños/as es importante tener en cuenta que este trastorno se presenta de manera muy diferente a los adultos. Por ejemplo, síntomas como la irritabilidad y el ira pueden ser mucho más comunes como síntomas de una depresión en adolescentes o niños/as. Otra de las características de la depresión infantil es precisamente que a los niños/as suele resultarles más difícil explicar cómo se sienten, por lo que puede ser más difícil de detectar este trastorno. De este modo, algunos de los signos de depresión más comunes que han sido detectados, son los siguientes: 

  • Cambios en el apetito o el peso
  • Sentirse o parecer deprimido, triste, lloroso o irritable
  • Fatiga o falta de energía constante
  • Sentirse culpable o avergonzado 
  • Tener más problemas para concentrarse
  • Pérdida de interés o placer en actividades que antes disfrutaba
  • Enlentecimiento psicomotor o agitación (hacer las cosas más despacio o más rápido)
  • Hablar o preguntar sobre la muerte
  • Alteración del sueño: insomnio o hipersomnia casi todos los días

Además de los síntomas anteriores, algunos niños tienen molestias físicas, como dolores de estómago y de cabeza, consumo de sustancias y bajo rendimiento escolar.

Causas de la depresión infantil

Los estados depresivos no surgen ni por la debilidad de los niños ni a causa de la actitud de los padres. Existen algunas causas que pueden promulgar que aparezcan los síntomas depresivos.

  • Factores biológicos: Hay evidencias que demuestran que los desequilibrios en ciertos neurotransmisores y hormonas pueden influir en el funcionamiento del cerebro. Estos estados pueden afectar el estado de ánimo, así como las emociones y aumentar el riesgo de poder padecer una depresión infantil.
  • Genética: Los niños con familiares que han padecido ciertos trastornos del estado de ánimo, como por ejemplo la depresión, tienen un mayor riesgo de experimentar estos estados depresivos.
  • Estrés o trauma: Los cambios bruscos y repentinos, así como el un ambiente familiar estresante o inestable puede hacer que los niños padezcan de depresión infantil.
  • Bullying o acoso escolar: La depresión infantil puede venir acarreada a causa de un mal entorno escolar. De este modo, detectar un mal comportamiento por parte de los compañeros de clase debe tenerse en cuenta en el momento de ver a un niño triste.

A pesar de que estos son las principales causas de la depresión infantil, la realidad es que muchas se relacionan con el ambiente o con causas genéticas. La depresión en los niños surge de una combinación de estos dos factores, por este motivo es importante revisar el entorno y la genética de los pequeños.

¿Cómo tratar la depresión en niños?

Existen diversos métodos para tratar de paliar la depresión infantil o incluso para prevenir estos sentimientos en los niños.

  1. Programas de prevención: Los programas de prevención tienen un doble objetivo, por un lado enriquecer el entorno del niño aumentando su satisfacción, por ejemplo modificando aspectos educativos y sociales y por otro lado dotar al niño de habilidades de afrontamiento a situaciones difíciles y de estrés. La psicoeducación en los programas de prevención es muy importante, la mayoría de las veces los padres, como se viene diciendo, no saben qué hacer y deben ser conscientes de los cambios que se deben realizar, entre ellos la motivación y la comunicación como claves en el inicio de una buena prevención.
  2. Crear un buen ambiente familiar: Los desajustes en la pareja y por ende familiares, inciden en un desequilibrio sistémico, plasmándose en conflictos familiares, relaciones insatisfactorias, etc., por ello es necesario que los padres sepan desarrollar habilidades sociales y de interacción positiva que hagan crecer y educar a un hijo de una manera positiva y con un entorno rico en estímulos que brinden estabilidad, bienestar y satisfacción. Se puede afirmar que un apego seguro es una de las mejores prevenciones en depresión que existen, al inculcar en el niño seguridad y fortalecimiento ante situaciones estresantes.
  3. Fomentar el pensamiento o la actitud positiva: Detectar habilidades o destrezas en los niños y reforzarlas de manera positiva, harán que el niño desarrolle actitudes de interés y experiencias más enriquecedoras. Este desarrollo experiencial es fundamental en la actualidad cuando los niños se ven "volcados" en los juegos y nuevas tecnologías interactivas. Los padres deben ser coherentes en su uso, ya que diferentes estudios han demostrado que el uso indiscriminado en Tics, están ligadas a aislamiento, depresión y ansiedad.
  4. Disminuir el tiempo junto a la tecnología: Trastornos de adicción a juegos y teléfonos móviles, y el uso indebido en redes sociales o actuaciones de cyberacoso, en procesos de pertenencia a grupos referenciales, producen en el adolescente una disminución de su autoestima, y su valía personal, llevando al sufrimiento, vacío, y si no se lo comunica a sus padres o profesores, pueden llevarle a trastornos de ansiedad, depresión grave e incluso suicidio.
  5. Enseñar habilidades psicológicas: Por otro lado, en la línea de dotar al niño en habilidades, para que aprendan a afrontar situaciones estresantes e incluso convertirlas en situaciones de éxito, destacamos:
    • Habilidades de control emocional, como los programas de relajación (Cautela y Groden, 1985)
    • Habilidades de control mental, como los de autoinstrucciones de Meinchenbaum (1987)
    • Habilidades conductuales, como los basados en tolerancia a la frustración y asertividad.

En todos estos programas de habilidades dentro de la acción preventiva, los padres vuelven a jugar un papel importante, al educar a su hijo dentro de una inteligencia emocional plena, enseñar al niño desde pequeño a conocer sus emociones y la de los demás, desarrollar empatía, resiliencia ante situaciones difíciles y asertividad en el desarrollo de situaciones sociales y con sus iguales, son en su conjunto dotar al niño de habilidades emocionales, y conductuales que le ayudarán a vivir en armonía y sobre todo a ser más feliz. "Conócete y vencerás". Estas destrezas las pueden aprender con la ayuda de un psicólogo infantil a través de sus sesiones de terapia.

Cómo ayudar a los niños con depresión infantil

Depresión infantil y su tratamiento

Si crees que tu hijo/a tiene depresión o ves que puedes identificar muchas de las características de una depresión infantil que hemos mencionado en su comportamiento, es vital que acudas a un médico o a un psicólogo/a profesional. En estos casos, el tratamiento más común para la depresión en niños/as suele ser la psicoterapia. Aun así, si los síntomas de la depresión son muy graves, algunos médicos pueden recomendar la combinación entre terapia y medicamentos. 

¿Cómo pueden ayudar los padres en una depresión infantil?

Los padres tienen un papel vital en el desarrollo emocional y personal de los niños, por ello deben tener un especial protagonismo en estas situaciones.

  • Recuperar o proponer nuevas actividades agradables para nuestros hijos
  • Generar espacios para el diálogo comprensivo, buscando la posible causa del malestar y proponiendo soluciones alternativas y positivas.
  • Mantener rutinas (dan seguridad y estabilidad en el niño).
  • Consultar con un profesional.

Si el trastorno depresivo no se trata a tiempo y de manera adecuada puede afectar al desarrollo de las habilidades sociales, emocionales, de pensamiento del niño así como a sus vínculos afectivos aumentando el riesgo de abuso de alcohol y drogas, peor rendimiento académico, social y laboral y riesgo de suicidio.

Por eso resulta de gran importancia la detección por parte de padres y maestros de los comportamientos nombrado anteriormente con tal de poder derivar a un psicólogo infantil que valore el problema y pueda dotar de estrategias a

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Escrito por

María Teresa Vázquez Resino

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Bibliografía

  • Méndez, F.X. (2011). El niño que no sonríe. Madrid: Pirámide. 259-273
  • Martinsen KD, Kendall PC, Stark K, Neumer S-P. Prevention of anxiety and depression in children: Acceptability and feasibility of the transdiagnostic
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  • Kelvin R. Depression in children and young people. Paediatrics and Child Health. 2016;26(12):540-547.

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Comentarios 2
  • Felicita Abreu

    Muy útil, me complementa la información para mi taller de familia y no violencia, familia y comprensión hacia los más pequeños, y para asesorar a padres de niños en conflicto.

  • Itayetzin Hernández Reyes

    Hola buen día vamos tengo un menor de 16 años esta buscando todo el tiempo cambiante que de carácter urgeme saber que hacer como tratarlo de se ha vuelto muy agresivo

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