¿Cómo descubrir la vocación de los más pequeños?

Si lo pensamos bien, los niños se lo pasan bien y disfrutan con aspectos muy sencillos. Hacen casas y carreteras con cajas y corchos, se entretienen observando el comportamiento de los animales, diseccionan bichos, juegan a trepar y escalar para ver lo alto que llegan, dejan que su cuerpo siga el ritmo música, se hacen responsables de querer preparar ricos postres deformes pero especiales.

Hay una diversidad muy amplia de actividades con las que ellos se dejan llevar y disfrutan. Sentir que tienen la capacidad de interaccionar con su medio y sacar a algo nuevo de él, son conocimientos que les hacen comprender quienes son y donde se encuentran. Desarrollan habilidades de eficacia personal, les hace sentirse diferentes, les hace sentirse únicos.

Con el tiempo corren el peligro de perder esas aficciones y motivaciones. La sobrecarga de actividades académicas, el constante estrés de cumplir las tareas diarias, la falta de tiempo, la necesidad de volverse adultos demasiado pronto debido a que ahora prioridades son otras, la dificultad para compartir sus aficiones con otros, la falta de recursos que estimulen la recreación y no la disciplina obligada y rígida de seguir una actividad.

No tenemos derecho a impedirles que vivan y conozcan su mundo.

4 TIPS para conseguir que los niños desarrollen su vocación.

• Promover actividades prácticas con las que aprenden y encadenen nuevos aprendizajes.
• Potenciar que sean actividades que compartan con otros niños, con las que consigan resultados en conjunto.
• Que sea actividades flexibles, en las el niño sepa que puede equivocarse.
• Asegurase de que el niño disfruta de ellas, que sean lúdicas y atractivas par él.

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