Aprender a estudiar con déficit de atención

Entre un 5 y un 8% de los niños padecen el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), siendo tres veces más frecuente entre los varones que entre las mujeres, según los estudios de F. Montañés de 2008. Se trata de un desorden neurobiológico que afecta al comportamiento e impide a la persona concentrarse correctamente, ya sea por un exceso de hiperactividad, de impulsividad o de inatención.

Los niños con TDAH, antes conocido como “hiperactividad" o “hiperkinesia", actúan automáticamente, sin control, sin reflexionar, y no pueden concentrarse fácilmente. Presentan problemas en la ejecución de las actividades, les es difícil permanecer sentados, dirigir la atención o estar alerta a los detalles específicos que se les han asignado.

¿Por qué los niños con TDAH tienen dificultades en aprender?

Aunque no tengan problemas intelectuales, son inmaduros en lo que respecta a la intensidad y la duración de su concentración. Es por todos estos motivos que entre el 60 y el 80% de niños con hiperactividad infantil acaban teniendo problemas académicos importantes, según los estudios realizados por R. Barkley en 1982.

Así pues, los síntomas que presenta la persona con TDAH dificultarán su etapa escolar. Tendrá dificultades para asimilar bien los conceptos, eso provocará que no se arraigue correctamente en la memoria lo que aprenda y será más difícil para él o para ella producir las asociaciones mentales con otros contenidos ya aprendidos. Los niños y niñas con TDAH acostumbran, sobre todo, a tener problemas con la comprensión y fluidez lectora, con el cálculo matemático y, por último, les cuesta memorizar las reglas de ortografía, lo que empeora su expresión escrita. A continuación, exponemos algunos consejos o reglas para concentrarse en el estudio.

Consejos para ayudar a estudiar a niños con TDAH

1. Buscar un lugar adecuado

Antes de empezar una sesión de estudio es importante encontrar un lugar adecuado que cumpla con lo siguiente:

• Ha de ser un sitio silencioso y con pocos elementos que puedan causar distracciones.
• Hay que evitar estudiar en salas concurridas por otras personas o mascotas, salas con televisión, acceso a internet, teléfonos, música, etc.
• Si el espacio en casa es limitado, siempre es buena idea acudir a una biblioteca.
• También se pueden usar auriculares especiales u otro método de aislamiento para eliminar el ruido y ayudar a enfocar al niño o niña en el estudio.

2. Desarrollar rutinas

Para ayudar a recordar los conceptos aprendidos es fundamental desarrollar rutinas o hábitos. Por ejemplo, antes de ir a la escuela, es buena idea organizar las tareas de la misma forma todos los días.

3. Apuntar las preguntas

Una vez en clase hay que tener en cuenta que los niños y niñas con TDAH acostumbran a interrumpir o responder fuera de lugar. Los profesores no han de tomarse esas actitudes como una falta de respeto, más bien han de recordar que el niño o la niña está tratando de aprender. En cualquier caso, para evitar estos problemas, es recomendable que el alumno o alumna apunte sus preguntas o comentarios en un papel antes de decirlos y que intente levantar la mano antes de hablar voluntariamente. La paciencia en un desafío para quienes tienen TDAH y para quienes conviven con ellos.

Pero no solo se sufre el TDAH durante la infancia. Un 60% de quienes lo padecen en la edad adulta habían presentado síntomas como la inatención, la impulsividad, la irritabilidad, la intolerancia y la frustración antes de los siete años. Para los adultos, los problemas derivados del TDAH más frecuentes radican en la falta de concentración, en la disminución de la capacidad de memoria a corto plazo, la falta de organización, dificultades en la autodisciplina, baja autoestima, inquietud mental, frustración o escasas habilidades sociales (para establecer pareja y conservar un empleo), según los estudios en 2009 de J.R. Valdizán y A.C. Izaguerri-Gracia.

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