Los 10 secretos de las parejas felices

Cuando te enamoras o estás enamorado tu cerebro libera más dopamina y serotonina que estando en un estado normal. Las llamadas hormonas de la felicidad son creadas por nosotros y son un rasgo común en las parejas felices.

Parece que hay parejas que se pasan la vida secretando las hormonas y otras que las tienen en extinción dentro de su cerebro.  Es un hecho que cuando una pareja feliz se mira o se encuentra después de un rato sin verse, la actividad de la amígdala aumenta (ligada a las emociones) y se experimentan sensaciones agradables.

¿Cómo ser feliz en pareja?

El primer paso para ser una pareja feliz es entender qué es el amor. El amor es una decisión, no un sentimiento. Tú libremente decides amar a esa persona por que te atrae ya que tiene cosas que no ves en las demás. Las parejas que tienen un índice de felicidad muy alto comparten los siguientes rasgos.

1. Afecto: En las parejas felices existe un intercambio constante de besos, abrazos, miradas, apoyo emocional, expresiones románticas y actos valorativos. De esta forma, la clave de la felicidad en pareja está en encontrar espacios comunes donde encontrarse y compartir momentos. En este sentido podría ser la casa, los hijos, la familia, incluso el trabajo. No tiene por qué ser un espacio físico, sino aquel en que se comparte un camino común.
2. Sexo: Hay relaciones sexuales satisfactorias, no egoístas (que no son dirigidas al placer de un único miembro), y que no se apagan con el tiempo. En una pareja feliz el sexo ni es el centro de la relación ni tampoco se deja de lado. Como en todo el equilibrio en las relaciones es el mayor secreto para dar con unos novios felices.
3. Intereses comunes: Tienen gustos o intereses comunes que pueden compartir con los demás. Cuando empieza un vínculo una de las formas de saber si esta persona te hará feliz es a través de sus intereses. Si no hay puede ser una de las razones que hacen deteriorar una relación y no ser feliz en pareja.
4. Proyecto en común: Buscan tiempo para cultivar la relación, sienten el deseo de pasar tiempo juntos, prefieren realizar actividades en la compañía del otro, cuidan al otro ante enfermedades, catástrofes, miedos o shock emocionales. Además en una pareja feliz siempre existe un vínculo con el que se desarrolla una evolución conjunta.
5. Aprobación: Aprueban la conducta de su pareja, como piensa, como siente y no reprochan. No intentan cambiarla a favor de uno u otro, apoyan sus decisiones y celebran sus logros (besos, abrazos o regalos ante logros o buenas noticias).
6. Mirada en positivo: Debemos confiar en nuestra pareja y buscar cosas positivas en ella. Si no podemos mirar las cosas en positivo, ni esperar algo bueno de la relación, lo mejor será romperla. El secreto para ser feliz en pareja es ver al otro siempre con buenos ojos (sin acabar idealizando al otro).
7. Solucionar los problemas: Una de las claves para saber cómo ser feliz en pareja es saber solucionar los problemas que surgen en la relación. No compartir aquellas dudas o inconvenientes que surgen en una pareja hace que el vínculo entre dos personas se acabe deteriorando.
8. Comunicación: La comunicación es el pilar básico de la vida de una pareja feliz. Esto significa no  sólo hablar de las cosas del día a día, sino poder compartir todo aquello que sentimos, lo que nos preocupa y pedir lo que necesitamos del otro.
9. Cuidar el lenguaje: Pensamos que el decir las cosas de una u otra manera no importa porque esto no va a afectar a la pareja, pero si estamos dejando huella, estamos dejando heridas cada vez que no lo cuidamos, y cuando estas huellas se acumulan, acaban creando un surco primero y un abismo después entre los miembros de la pareja.
10. Mi pareja es la mejor: Si no crees que tu pareja es la mejor para ti o tienes el constante pensamiento de que ‘no soy feliz en mi relación’, la pregunta que deberías de hacerte es porque estas con ella. Quedarnos con lo que no queremos es el principio del fracaso garantizado.

¿Qué puedes hacer tú para lograr la felicidad en pareja?

A pesar de que la actitud de las parejas felices debe venir por parte de los dos, siempre podemos ser los primeros a intentar mejorar nuestra relación. Por este motivo, te damos algunas de las claves para poder hacer feliz a tu pareja.

1. Aprende a pedir perdón: No es moco de pavo poder disculparte cuando has cometido un error. Y es que asumir la culpa en el momento indicado nos permitirá reconocer nuestros puntos débiles y poder mejorarlos.
2. Respeta su opinión: Tu pareja no tiene por qué pensar exactamente igual que tú, por lo que tendrás que dejarle expresar sus opiniones, escucharlas y respetarlas.
3. No intentes que cambie: Cada persona es como es y si te has enamorado de alguien lo habrás hecho con sus virtudes y defectos. No intentes cambiarle.
4. Intenta ser detallista: No dejes que las sorpresas queden en el inicio de la relación. Estar en la zona de confort no significa que no podamos hacer un pequeño detalle de vez en cuando. Esto nos permitirá reavivar la chispa de la relación.
5. Ves más allá del “te quiero”: Estamos acostumbrados a decir “te quiero” o “te amo”, pero hay muchas otras formas de demostrar nuestros sentimientos.
6. Amistad: Nuestra pareja es a quien le confiamos nuestros pensamientos y sentimientos. Nuestro mejor amigo, quien nos ayuda siempre que lo necesitamos.
7. Estableced metas comunes: Aunque es importante que cada miembro tenga su espacio y sus objetivos también que podáis hacer planes juntos hacia una misma dirección.
8. Estabilidad emocional: Cuando uno de los miembros tiene constantes altibajos en su estado anímico suele afectar a la otra parte de la pareja. Si os encontráis en una situación así es importante que podáis buscar ayuda para ponerle solución.
9. Da sin esperar nada a cambio: Comparte sin esperar nada a cambio. En una relación, es importante ser generoso.
10. Evita hacer sufrir: Ten en cuenta que no todo el tiempo vais a estar felices. Pero una cosa es no estar súper feliz y la otra hacer daño.

¿Cómo es una relación de pareja feliz?

Durante algunas décadas, la psicología clínica ha comenzado a estudiar la dinámica de la relación de pareja. Los investigadores han identificado dos tipos de relaciones de pareja: complementarias y simétricas. La relación complementaria representa las relaciones "interconectadas", en las cuales los dos socios en su diversidad se complementan entre sí. Podría ser la relación perfecta pero, desafortunadamente, cuando la complementariedad es extrema, alcanzamos la relación patológica entre la víctima y el atormentador. La relación simétrica puede ser representada por dos espejos que se miran entre sí o por dos rieles paralelos que nunca se encuentran. Esto evoca frialdad y desapego, pero también autonomía personal y respeto por los demás.

Lo que está claro para los estudiosos es que la pareja para trabajar bien necesita la alternancia de la complementariedad y la simetría relacional para garantizar la calidez, la cercanía y el intercambio, así como la autonomía y el respeto mutuo. De lo contrario, la pareja corre el riesgo de estallar debido a una separación excesiva o una unión excesiva. A menudo esto sucede independientemente del sexo, que es una prerrogativa de las parejas felices cuando funciona bien, a pesar de que no es el único componente capaz de garantizar su persistencia en el tiempo y la estabilidad. ¿Las parejas basadas en el sentimiento o el erotismo sobreviven más tiempo?

El sentimiento, entendido como un vínculo o como un impulso emocional, basado en la confianza en el otro a quien puedo confiar, incluidos mis límites y mis flaquezas, es un lugar seguro indispensable en el que buscar refugio. En la mayoría de los casos, es mucho más poderoso que la pasión sexual. Por lo tanto, las parejas tienden a sobrevivir más tiempo, la relación las cuales se basa en el sentimiento de protección y pertenencia mutuas con respecto a las caracterizadas por el erotismo, destinadas a agotarse tarde o temprano.

Conseguir una pareja feliz puede ser tan fácil como acudir a una terapia de pareja para mejorar todos los puntos que hemos visto. La receta ganadora se obtiene cuando ambos miembros de la pareja son capaces de cultivar su autonomía personal y al mismo tiempo mantienen un cortejo mutuo y constante que alimenta la esfera erótica, asociada con el cuidado y protección mutuos.

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