Los selfies pueden generar problemas mentales

¿Quién no ha colgado alguna vez un selfie en su muro de Facebook? Solos o en compañía de amigos, los selfies se han convertido en un fenómeno para hacer notar nuestra presencia en las redes sociales. La difusión de nuestra imagen y su aceptación por parte de los demás, por medio de comentarios positivos o los típicos «Me gusta», pueden ocasionar trastornos psicológicos y problemas emocionales.

A menudo nos vemos expuestos a los demás por medio de los distintos canales que nos aporta la web 2.0, que nos permite compartir todo aquello que nos sucede, y buscamos, ante tal exposición, la valoración positiva de nuestros amigos.

Esta enorme dependencia que tenemos de las redes sociales puede acarrear efectos negativos en nuestra salud mental, ya que cuando no se consigue tener difusión, cuando no se obtiene la aceptación social esperada, nos sumimos en una situación que puede afectar de manera grave a nuestra estabilidad emocional.

Depresión y paranoia, los efectos más comunes

El caso más claro es el de los selfies. Cuando subimos una foto a internet siempre esperamos que nuestros amigos la vean y que todos los comentarios que nos realicen sean positivos. Cuando esto no se produce nuestras emociones se ven alteradas. Si no hemos conseguido que la imagen tenga la difusión que esperamos, podemos acusar problemas de paranoia, trastornos de personalidad, ansiedad y depresión.

Por si esto fuera poco, no estamos habituados a recibir críticas negativas, por lo que, si los comentarios no son los que esperamos, pueden mermar nuestra autoestima con la consiguiente pérdida de seguridad en nosotros mismos. Y además de baja autoestima, también generan tristeza y pensamientos negativos que podrían desembocar en depresión.

Por supuesto, no nos olvidamos de que esta dependencia de las redes sociales es una de las razones del aumento de los casos de adicciones a las nuevas tecnologías y a la aceptación social que señalan lo psicólogos. Estar continuamente conectados al móvil, compartiendo pedacitos de nuestra vida y esperando que estos sean reconocidos por los demás provoca comportamientos adictivos que acarrean graves desequilibrios psíquicos.

El selfie y el trastorno dismórfico corporal

Además de las consecuencias que pueden conllevar hacer selfies, muchos especialistas advierten de los problemas que se esconden detrás de las personas que se hacen estas autofotos o autorretratos.

Estos problemas quedan evidenciados en la preocupación excesiva por la apariencia que demuestran las personas que están continuamente haciéndose selfies. Es una reacción desmedida para tratar de evitar los defectos físicos reales o irreales de nuestras imágenes, con el continuo desgaste físico y emocional que supone realizarse multitud de autorretratos para conseguir la foto «perfecta».

Esta adicción y este trastorno denotan una gran falta de confianza, lo que, unido a la baja autoestima y a la paranoia que pueden ocasionar los selfies, suponen un problema emocional muy serio.

El incremento de estos síntomas ha llevado a los psicólogos a establecer terapias encaminadas a tratar estos trastornos de manera personalizada. De ahí que resulte fundamental contacta con un profesional, el cual nos ayudará a recuperar de nuevo nuestra vida, a superar nuestra adicciones y a aceptarnos y querernos tal y como somos.

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