¿Existen diferentes tipos de obesidad? 5 Causas psicológicas de los problemas de peso

Según los estudios alrededor de la obesidad en la actualidad existen diferentes tipos de obsesidad y por lo tanto, distintas causas que llevan a que las personas a padecer de esta enfermedad. En muchas ocasiones, las personas solo distinguen entre sobrepeso y obesidad ya que este tipo de mediciones se diferencian a través del índice de masa corporal (IMC). Pero, en la actualidad se está empezando a pensar de que existen diferentes causas detrás de la obsesidad que hace que está sea distinta a cada uno de los casos. Sería precisamente por esto por el que algunos enfoques de pérdida de peso funcionan para algunas situaciones y en otras no. 

¿Qué es la obsesidad?

La obsesidad es una condición médica que se establece cuando existe un exceso de grasa que se acumula de tal medida que puede llegar a ser perjudicial para la persona obesa. De esta forma, dentro de la definición de obsesidad se establece que se puede identificar a través de un IMC (índice de masa corporal) superior a más de 30. A pesar de tener una medición tan exacta, muchas personas confunden el sobrepeso y la obsesidad muy a menudo.

Diferencia entre sobrepeso y obesidad

Como ya hemos dicho, una persona obesa es alguien que tiene un IMC superior de 30. En cambio, el sobrepeso se estima cuando esta persona esta entre 25 a 29'9 de IMC. A partir de un IMC de 40 ya se estima una obesidad mórbida que requiere de atención médica urgente. 

¿Existen diferentes tipos de obesidad?

En muchas ocasiones los expertos apuntan a diferentes tipos de obesidad, pero la realidad es que las distinciones cambian de un profesional a otro. A pesar de ello, lo que está claro es que hay distintas cauas y consecuencias de la obesidad en cada uno de los pacientes. 

Tanto es así que según el investigador Dr. Lee Kaplan, director del Instituto de Obesidad, Metabolismo y Nutrición del Hospital General de Massachusetts, le dijo al New York Times en 2016 que hasta ahora ha contado 59 tipos de obesidad.

Además en diferentes investigaciones genéticas también se ha estimado que existen más de 25 genes relacionados con la obesidad, por lo tanto, no debería sonarnos raro que todos los obesos se podrían tratar como casos diferentes. Incluso en estos estudios se han identificado un vínculo genético en los atracones. 

Otor estudio, publicado en el Journal of Public Health en 2015, informó que existen al menos seis tipos diferentes de obesidad. En este estudio, los investigadores analizaron los datos recopilados del Yorkshire Health Study entre los años 2010 y 2012.

Entonces las conclusiones de estos estudios es que existen diferentes grupos de personas que sufren de obesidad y que estas condiciones que les llevaron a padecerla se tienen que tener en cuenta para proporcionar un buen tratamiento de la obesidad. 

Causas psicológicas de la obesidad

En los diferentes estudios expuestos se ha comprobado que los problemas de la obesidad están muy relacionados tanto con la genética como con el ambiente. Aunque pueda parecer extraño, la obesidad es una enfermedad que no solo está asociada a los malos hábitos alimentarios o a un estilo de vida sedentario; detrás de esta patología crónica se esconden problemas psicológicos como la depresión, una baja autoestima o trastornos de ansiedad. Por eso, cada vez es más frecuente que personas que padecen obesidad se traten también con terapia cognitiva conductual, método que complementa una dieta adecuada establecida por un médico y la realización de ejercicio físico. Entre las causas psicológicas de la obesidad más comunes encontramos las siguientes.

1. Trauma

La obesidad puede estar asociada diferentes trastornos psicológicos. Uno de ellos es el deseo de ocultar una mala experiencia o un trauma. Es el caso de pacientes que han sido víctimas de violaciones, de abusos y de malos tratos y que usan la obesidad como escudo para esconder y defenderse de lo que han sufrido.

2. Negligencia familiar

Así mismo, los investigadores han demostrado que, en el caso de familias obesas, en muchas ocasiones no se trata solo de que la familia no coma adecuadamente. Los descendientes sienten un deseo de imitar o parecerse a aquel miembro de la familia al que admiran. Se trata de personas que tienden a copiar a ese miembro en todo, incluso en sus hábitos alimentarios, su estilo de vida y su apariencia. Y además se vanaglorian de ello, pues esta obesidad les sirve para sentirse identificados con él. Es, posiblemente, uno de los casos más complejos de tratar, por cuanto ese sentimiento de identidad y pertenencia está muy arraigado y hay que trabajar para eliminarlo antes de abarcar la obesidad en sí misma.

3. Mala gestión de las emociones

La impulsividad es otra emoción que puede provocar obesidad. Los comportamientos compulsivos, entre ellos comer de manera impulsiva para calmar los nervios y la ansiedad, por ejemplo, son otra de las causas de esta enfermedad. En este caso, la comida sería una compulsión que desarrolla el paciente para aplacar su malestar. Por lo tanto una de las razones de padecer estos problemas de peso es precisamente, no tener una buena gestión de las emociones o una mala inteligencia emocional.

4. Baja autoestima

En muchos casos las personas obesas son individuos que han sufrido diferentes situaciones que les ha comportado tener una mala percepción de si mismos/as. Debido a ello, los obesos acaban dirigiendo sus emociones respecto a si mimos/as a la comida. De esta forma, es a través de ella como obtienen cierta recompensa para dejar de sentirse mal consigo mismos/as y entran en un ciclo vicioso en el que es muy difícil salir. En estos casos, la baja autoestima puede ser una de las causas de la obesidad infantil o adulta. 

5. Estrés, Ansiedad y depresión

Estas son las tres enfermedades que se apoderan de nuestro siglo. En muchas ocasiones los atracones de comida son debidos precisamente tanto al estrés, como la ansiedad o a una depresión. Por ello, la clave para saber como prevenir la obesidad y todas sus consecuencias es precisamente trabajando en nuestra salud mental. 

Por tanto, a tenor de todo lo anterior, parece cada vez más claro que la herencia genética y un estilo de vida sedentario y poco sano no son solo las causas que pueden provocar que una persona padezca obesidad. Los problemas emocionales son, posiblemente, las razones que mayor peso adquieren en esta enfermedad. De ahí que el tratamiento deba contar con la ayuda de un psicólogo profesional especializado en obesidad que incluya en la terapia herramientas que contribuyan a mejorar el problema emocional de fondo que provoca la obesidad.

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