Normas y límites para niños: ¿por qué son importantes?

Existen una serie de normas sociales y límites que aprendemos de forma inherente. Otros, en cambio, deben ser concretados, negociados y establecidos en los entornos familiares, educativos, sociales, … La concreción de las normas y los límites y el hecho de interiorizarlas ayuda a estructurar la conducta del individuo, fortaleciendo las potencialidades y los valores personales; así como una mejor adaptación social. La "disciplina positiva" ya incide en la importancia de establecer límites y normas; además de que estén delimitados de una forma correcta.

La diferencia entre los límites y las normas

El límite es el punto y final de lo tolerable según la norma establecida. Estos no se negociarán, ni con el otro ni contigo mismo. El límite es una línea roja que compromete su seguridad, su alimentación, su descanso, su salud y sus relaciones sociales respetuosas. El límite se muestra con serenidad y firmeza en la voz, el tono, los gestos, … (metalenguaje). Este límite no es solo tuyo, puede establecerse porque puede afectar a terceros.

Una norma es negociable, es una regla que ayuda a ajustar las conductas, las tareas, las actividades, horarios, …; que favorecen la convivencia y establece criterios comunes. Las normas no limitan, más bien reglamentan la convivencia. Las normas debes ser las mínimas imprescindibles, tienen que ser precisos y específicos para situaciones concretas. Los límites serán todos los que fuera necesario establecer, no son muchos los límites.

Los límites en los niños 

En determinadas ocasiones estos límites en la dinámica familiar y escolar no se aplican correctamente en la educación de los niños/as. Pueden suceder dos cosas:

• Son demasiado rígidos: no adaptados al desarrollo evolutivo de tus hijos e hijas. Se ven demasiado coartados a experimentar y descubrir, a desarrollar el comportamiento exploratorio.
• Son demasiado permeables: los límites se saltan con mucha facilidad y no están adecuadamente establecidos entre los adultos y los hijos o entre los propios padres. En algunas ocasiones se les permite a tus hijos que sobrepasen un límite muy adulto y en otras les asignamos posiciones totalmente parentalizadas.

Son muchas las situaciones en las cuales esta forma inadecuada de establecer límites en el ámbito familiar lo llevamos al campo social, académico, … Esto supone que en muchas veces intentamos sobrepasar los límites en otros campos porque en el ámbito familiar se saltan con demasiada facilidad.

En el terreno personal nos suele ocurrir con demasiada frecuencia que no sabemos marcarnos adecuadamente límites y normas porque realmente no sabemos diferenciarlos. En otras ocasiones nos marcamos un límite del cual no somos tan conscientes que nos lo saltamos con facilidad, convirtiéndolo en una norma; e incluso desapariciendo después de un tiempo. Esto sucede porque no interiorizamos el límite como parte de nosotros, no lo vivimos realmente.

En el terreno educativo con los niños pequeños queremos marcar demasiadas normas y no permitimos que crezcan como personas. Tenemos que medir exactamente los noes a los que les sometemos, así como los síes; debe de haber un equilibrio entre ambos. Estas normas que imponemos en muchas ocasiones lo hacemos desde nuestro "yo infantil"; tal vez influenciado por lo que vivimos o no vivimos en nuestra infancia y como llegamos a asimilar todo eso.

Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.