Hablar conmigo mismo/a.

Hablar con uno mismo no es cosa de locos. Lo cierto es que nos hace más inteligentes y nos ayuda a conocernos mucho mejor.

28 ENE 2016 · Lectura: min.
Hablar conmigo mismo/a.

Esto podríamos aplicarlo a cualquier ámbito de la vida. Para ello hay que ser racionales. Ser racional significa tener capacidad para pensar, para evaluar(se), para entender(se) y actuar.

Aquí van algunas estrategias autoaplicables, que os permitirán conoceros a vosotros mismos y a vuestro problema un poco más.

  • Objetividad. Intenta demostrar tu pensamiento o tu preocupación con datos objetivos y palpables. Por ejemplo: "¿Qué pruebas tengo a favor y en contra de que lo que temes pueda suceder?, ¿Cuál es la probabilidad real de que ocurra?, ¿Qué alternativas hay?´´.
  • Consciencia sobre las emociones. Las sensaciones negativas hacen que produzcamos pensamientos negativos de forma automática. Pensamientos de los que nos sorprenderíamos en condiciones normales. En este caso podríamos preguntarnos: "¿Cómo catalogo la intensidad de lo que estoy sintiendo?, ¿en este momento me siento dominado por la ansiedad?´´.
  • Utilidad del pensamiento. Hay que producir pensamientos que sean beneficiosos y útiles para nosotros. Esto nos ayudará a tener bajo control nuestras emociones y ser coherentes en nuestras decisiones. Por otra parte seremos más felices. Por ejemplo: "¿Para qué me está sirviendo este pensamiento?, ¿Me va a ayudar a superar la ansiedad o el pánico?, ¿Me sirve para estar mejor conmigo mismo y con los demás?´´.
  • Expresión del pensamiento. Dependiendo del tipo de pensamiento que producimos, lo expresamos de una forma u otra. Es decir, los pensamientos negativos suelen expresarse de forma muy extremista, muy rígida e imperativa. En cambio, los pensamientos positivos son expresados de manera más flexible, más neutral, más abierta. Por ejemplo: "¿Expreso lo que pienso de forma rígida y autoritaria?, ¿Cómo expreso lo que siento?´´.

Estas son algunas de las estrategias que nos ayudarán a ser más reflexivos y conocernos mejor. Es necesario dedicarle un rato cada día. Escribir también os puede ayudar en este aspecto. Podéis realizar un listado de vuestros miedos y reflexionar sobre cada uno de ellos y discutirlos vosotros mismos.

Cristóbal Hurtado, psicólogo en Psicoóptima (Sevilla).

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Escrito por

Blanca Isabel Soria

Licenciada en Filosofía y máster en terapia Psico-afectivo-sexual y de pareja. Formada en pedagogía y en sexología. Especializada en terapias de parejas (incomunicación, violencia verbal, infidelidad, celos obsesivos) y sexología (vaginismo, dolor coital, disfunción erectil, entre otras.)

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